OMS: El cambio climático alimenta las crisis de salud en el Cuerno de África
Nairobi, 3 nov (EFE).- El cambio climático está alimentando brotes de enfermedades y emergencias sanitarias relacionadas con el clima en el gran Cuerno de África, según un nuevo análisis publicado este jueves por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esos brotes y emergencias han alcanzado su nivel más alto en este siglo, profundizando una crisis de salud en una región donde 47 millones de personas ya se enfrentan al «hambre aguda», señaló la OMS en un comunicado.
La mayor parte de la región está luchando contra la peor sequía en al menos cuarenta años y ahora se anticipa una quinta temporada de lluvias sin precedentes, mientras que otras partes enfrentan inundaciones y conflictos.
“El cambio climático está teniendo un impacto aquí y ahora en la salud de los africanos en el gran Cuerno de África», afirmó la directora de la OMS para África, Matshidiso Moeti.
El análisis de los siete países del gran Cuerno de África (Yibuti, Etiopía, Kenia, Somalia, Sudán del Sur, Sudán y Uganda) registró 39 brotes, inundaciones y otros eventos graves de salud pública notificados entre el 1 de enero y el 30 de octubre de 2022.
Se trata del número anual más alto reportado desde 2000, con dos meses aún para acabar el año.
Los brotes de ántrax, sarampión, cólera, fiebre amarilla, chikungunya, meningitis y otras enfermedades infecciosas representan más del 80 % de los eventos agudos de salud pública reportados, y las sequías, inundaciones y otros desastres suponen el 18 %.
Millones de niños menores de cinco años se enfrentan a desnutrición aguda, lo que incrementa el riesgo no sólo de morir de hambre, sino también de resultados graves durante un brote de enfermedad debido a una inmunidad débil.
«En los últimos cuatro años, el número de personas que enfrentan hambre aguda en el gran Cuerno de África se ha más que duplicado. Debemos poner fin a este aumento exponencial de la miseria. Entre la desnutrición y la muerte suele haber enfermedad», afirmó Moeti.
La sequía no es el único fenómeno meteorológico extremo que azota la región, pues Sudán del Sur está experimentando su cuarto año consecutivo de inundaciones con el 40 % del país bajo el agua.
Las fuertes lluvias y las inundaciones repentinas continúan afectando a decenas de miles de personas en el vecino Sudán, donde han destruido o dañado miles de casas y decenas de establecimientos de salud, fuentes de agua y letrinas en quince estados.
La inseguridad alimentaria, resultante de las inundaciones y la sequía, junto a los conflictos, los efectos de la pandemia de covid-19 y los altos precios de los alimentos y el combustible, ha obligado a las personas a huir de sus hogares y la región ahora tiene 4,5 millones de refugiados y solicitantes de asilo, así como 12,7 millones de desplazados internos, según la agencia de la ONU.
El desplazamiento de personas a menudo significa que se perderán la atención médica que necesitan, y los refugios temporales abarrotados con malas condiciones de agua y saneamiento pueden implicar un mayor riesgo de brotes.
Resulta «fundamental» que los líderes mundiales lleguen a un acuerdo para «detener el aumento de las temperaturas» en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) que empezará el próximo domingo en Egipto. según Moeti.
«Como continente agregó-, somos los menos responsables del calentamiento global, pero entre los primeros en experimentar su trágico impacto». EFE
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