Álvaro Delgado: el compañero de ruta de Lacalle Pou que aspira a sucederlo en Uruguay
Montevideo, 25 oct (EFE).- Una reputación de conciliador y resolutivo cimentada desde sus años como inspector de trabajo explica que Luis Lacalle Pou buscará en su amigo y compañero de ruta Álvaro Delgado a alguien capaz de construir un segundo piso sobre su Presidencia.
El hoy candidato por el gobernante Partido Nacional (PN), que aparece en segundo lugar en las encuestas para las elecciones del 27 de octubre en Uruguay, nació el 11 de marzo de 1969 en Montevideo y aunque se crió en la capital uruguaya, tuvo desde su infancia una fuerte conexión con el campo.
Fue a través de su familia materna, oriunda del norteño departamento (provincia) de Paysandú, que se vinculó con el medio rural, del que hasta hoy disfruta, según cuenta en las entrevistas.
«Me gusta la ruralidad, que es un concepto más amplio que el campo», afirma. Su abuela le regaló como primera mascota un caballo, un animal «muy inteligente» y con «mucha sensibilidad» con el que tiene una «conexión muy especial», al punto de que montar es uno de sus pasatiempos preferidos.
«Es una terapia que tengo (…) el domingo pasado me dediqué toda la tarde a andar y es una sensación de libertad y te despeja la cabeza muchísimo», dice,
Si bien hizo natación y karate, Delgado dice que su relación con los deportes nunca fue buena, pero sus compañeros de clase lo consideraban un «líder».
De veterinario a político
Todavía recuerda cómo aquella «efervescencia» arrastrada desde el acto de 1983 donde, aún en dictadura, miles exigieron el retorno democrático, lo motivó a ir, con 15 años, a ver el 30 de noviembre de 1984 al líder del PN Wilson Ferreira Aldunate tras su liberación después de ser apresado por el régimen a su regreso del exilio.
«Tenía algo adentro que hizo que me picara mucho», reflexiona Delgado, a quien aquel discurso que escuchó cerca del escenario lo «marcó para siempre».
En bachillerato tuvo que elegir entre una vocación volcada al derecho o a la agropecuaria y, pese a dudas por su despertar político, eligió lo rural y estudió veterinaria, carrera de la que se recibió en 1995 y en cuyas clases conoció a Leticia Lateulade, con la que se casó y tuvo tres hijos.
Como veterinario trabajó en certificaciones, pero su militancia pronto le abrió paso a ser secretario de bancada del PN y en el 2000, bajo la presidencia del colorado Jorge Batlle, lo designaron inspector general de Trabajo en un período atravesado por la crisis económica de 2002.
Tras la derrota de Luis Alberto Lacalle Herrera, padre de Lacalle Pou, ante el frenteamplista Tabaré Vázquez en 2005, asumió como diputado y después creó junto con el hijo del expresidente y hoy presidente de Uruguay, Luis Alberto Lacalle Pu, el sector Aire Fresco en el PN.
El compañero de ruta
Así emprendieron un camino en el que serían compañeros de ruta: compartieron sesiones como diputados hasta 2015 y como senadores hasta 2019: el decisivo año electoral en que el PN encabezó la coalición con la que Lacalle Pou llegó a presidente.
A pocos días de soltar amarras, en marzo de 2020, un golpe inesperado sacudió el inmaculado buque que el Gobierno recién ponía en marcha: la pandemia de la covid-19 y, designado como secretario de la Presidencia, aquel inspector que timoneó en la crisis de 2002 dio un paso al frente como segundo al mando.
En cada conferencia convocada por el mandatario para anunciar medidas o tranquilizar a un pueblo al que no se confinó apostando a la «libertad responsable», el secretario, que, según compañeros, reconvirtió ese cargo con su impronta, explicaba los pasos a seguir.
Delgado se perfiló más como claro sucesor de ese amigo cuatro años menor que, sin reelección, antes de una posible nueva candidatura en 2029, apoya su proyecto de construir «un segundo piso de transformaciones» sobre su mandato.
Según ha dicho Delgado, uno de los motores de su candidatura, en la que le acompaña la exsindicalista Valeria Ripoll, es retribuir a sus hijos las ausencias: «Termino algún acto diciendo ‘quiero ser presidente entre otras cosas porque tengo tres hijos y ojalá las ausencias hayan valido la pena'», señala. EFE
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