Activistas pro Palestina interrumpen un discurso del ministro británico de Empresa
Londres, 27 mar (EFE).- Activistas pro Palestina que reclaman un veto a las exportaciones británicas de elementos de los aviones de combate F35 a Israel interrumpieron una charla que pronunció esta semana el ministro británico de Comercio, Jonathan Reynolds, en Londres, informan este jueves los medios.
Al comienzo de un discurso en el marco de una conferencia sobre comercio celebrada el pasado martes en Chatham House, el político fue interrumpido por un hombre que lo acusó de ser «cómplice de genocidio» y que le exigió el final de la venta de partes de los F35 a Israel.
El Gobierno británico ya suspendió algunas licencias de exportación de armamento a Israel al albergar preocupaciones de que estas podrían estar siendo empleadas para violar la legislación internacional.
Sin embargo, algunos componentes de los jet F35 no se contemplan en ese veto, excepto cuando son enviados directamente a Israel ya que el Reino Unido forma parte de la cadena de suministro que vende los jets a más de 20 países.
Una vez ese primer activista fue expulsado de la sala, Reynolds indicó que el Gobierno «ha suspendido las exportaciones de armas a Israel».
«No hemos suspendido las de los F35 porque son integrales a nuestra seguridad nacional y la defensa de Ucrania», explicó.
En este sentido, el político recordó que «esa decisión se explicó de manera muy clara en el Parlamento» y en alusión al activista añadió que le parecía bien que éste «formulara una pregunta en lugar de saltar al escenario».
Reynolds fue interrumpido por un segundo activista con una bandera palestina, que también fue expulsado de la sala.
A las puertas de Chatham House se dio cita un grupo de activistas propalestinos con banderas y pancartas con el siguiente mensaje: «Dejen de armar a Israel».
Grupos de activistas han hecho un llamamiento a todos los socios que son parte del programa de los F35, entre ellos el Reino Unido y Estados Unidos, para que dejen de suministrar esos jet a Israel, argumentando que estos se utilizan para infringir la legislación internacional. EFE
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