Australia no protegió a los niños contra la pederastia, denuncia una comisión
Australia «faltó gravemente a sus deberes» con los niños durante décadas, acusó este viernes en su informe final una comisión de investigación sobre la respuesta dada a las múltiples acusaciones de pederastia, una lacra calificada de «tragedia nacional».
Tras una década de revelaciones, el gobierno australiano había cedido finalmente en 2012 a las presiones y creado una Real Comisión de Investigación sobre la respuesta institucional a los crímenes pederastas.
Fue contactada por más de 15.000 personas que afirman haber sido víctimas de tales actos implicando a la Iglesia católica, a orfanatos, clubes deportivos, escuelas y organizaciones juveniles.
En audiencias públicas o a puerta cerrada, estos testimonios, a menudo de una gran dureza, señalaron a más de 4.000 instituciones, muchas de ellas entidades católicas.
«Decenas de miles de niños fueron víctimas de agresiones sexuales en muchas instituciones australianas. Nunca conoceremos el número exacto», afirmó este viernes en su informe final la comisión, que hizo cientos de recomendaciones para mejorar la seguridad de los niños e intentar impedir que los pederastas actúen.
«Cualquiera que sea su número, es una tragedia nacional, perpetrada durante generaciones en numerosas instituciones de confianza», agregó.
– «Difícil de entender» –
La comisión asegura que no se trató simplemente de algunas «manzanas podridas». «Algunas instituciones tenían a muchos pederastas que agredían a muchos niños», afirma.
Se presentaron más de 2.500 denuncias ante la policía, que abrió 230 investigaciones.
Ya en febrero la comisión había difundido cifras que ilustran la magnitud del problema.
Indicó así que 7% de los religiosos católicos australianos fueron acusados de abusos sexuales a niños entre 1950 y 2010 sin que las sospechas desembocasen en investigaciones. Era costumbre ignorar, o incluso castigar, a los niños que denunciaban agresiones.
La Orden de los Hermanos Hospitalirios de San Juan de Dios registra las peores cifras con 40% de sus miembros acusados.
«Las mayores instituciones faltaron gravemente a sus deberes. En muchos casos, estas faltas se vieron agravadas por una respuesta manifiestamente inadaptada a las víctimas», denunció el informe.
«El problema está tan extendido, y la naturaleza de los crímenes es tan odiosa, que resulta difícil de entender», agrega.
– Celibato no obligatorio –
Entre las recomendaciones que la comisión hizo en los 17 volúmenes de su informe figura principalmente la obligación de que los curas denuncien los actos de pederastia que conozcan en secreto de confesión.
El arzobispo de Melbourne, Denis Hart, presidente de la Conferencia Episcopal australiana, pidió disculpas en nombre de la Iglesia por su «vergonzoso» pasado.
Sin embargo, afirmó que él no violaría el secreto de confesión, recordando que la sanción para cualquier sacerdote que lo haga es la excomunión.
La comisión recomendó asimismo a la Conferencia Episcopal que pida al Vaticano que modifique el derecho canónica para instaurar un celibato voluntario y no obligatorio para los sacerdotes.
El más alto representante de la Iglesia católica en Australia, George Pell, había reconocido ante la comisión haber «fallado» en su gestión de los curas pederastas en el estado de Victoria en los años 1970.
El propio Pell, número tres del Vaticano, fue inculpado a finales de junio por «delitos de agresiones sexuales antiguas», según la policía que mencionó la existencia de «numerosos demandantes» sin más precisiones.
Un tribunal deberá decidir a partir de marzo en Melbourne si se Pell es juzgado.