El primer ministro neerlandés dejará la política tras las próximas elecciones
El primer ministro neerlandés, Mark Rutte, anunció el lunes que dejará la política después de las elecciones parlamentarias anticipadas que se celebrarán a finales de este año, marcando el final de la carrera del jefe de gobierno con más años de servicio en la historia de Países Bajos.
Rutte, que lideró cuatro gobiernos de coalición desde 2010, anunció el viernes la caída de su coalición de cuatro partidos, después de disputas internas sobre el endurecimiento de la política de asilo.
«Cuando un nuevo gobierno tome posesión después de las elecciones, dejaré la política», afirmó ante el parlamento.
También dijo que no será el cabeza de lista de su partido liberal de derecha (VVD).
«Me siento bien, pero claro que es un momento importante para mí, personalmente», declaró a AFP.
Rutte dijo que permanecerá en funciones hasta las elecciones, que no tendrán lugar hasta mediados de noviembre como muy pronto, según el consejo electoral holandés.
Pero este lunes se enfrenta a una moción de censura en el parlamento, donde la oposición busca destituirlo como primer ministro interino.
La moción de censura fue presentada por dos partidos de oposición de izquierda y el partido de extrema derecha de Geert Wilders.
Para tener éxito, la moción necesita el apoyo de al menos uno de los cuatro partidos de la coalición de Rutte que cayó el viernes, apuntaron medios holandeses.
Sin embargo, después del anuncio de que dejaba la política, los dos partidos de oposición de izquierda que presentaron la moción dijeron que ya no la apoyaban.
– El movimiento de los agricultores –
El líder del partido ecologista GroenLinks, Jesse Klaver, uno de los que intentaba derrocar al gobierno interino, dijo que Rutte dejó caer al gobierno «por interés político» pero que finalmente acepta que permanezca en el poder como primer ministro interino hasta el próximo gobierno.
«El propio Rutte ha indicado que elige el interés nacional por encima del interés del partido. Esto restaura nuestra confianza en su capacidad para liderar el país como primer ministro saliente», agregó.
El ultraderechista Geert Wilders, conocido por su retórica incendiaria sobre la inmigración, dijo que un «primer ministro saliente también puede ser obligado a irse, eso es lo que vamos a intentar».
Después de solo un año y medio en el poder, la coalición gubernamental, liderada por Rutte, se rompió el viernes por los desacuerdos sobre la política de migración, lo que provocó la convocatoria de elecciones anticipadas con un resultado incierto.
ChristenUnie, una pequeña formación protestante, y D66, un partido liberal de centro, se habían opuesto firmemente al proyecto de Rutte.
Los medios holandeses dijeron que Rutte había lanzado un ultimátum a los otros partidos para que mostraran firmeza frente a los migrantes, bajo presión de los dirigentes de su propio partido liberal de derecha, el VVD.
Según Rutte, el congreso anual de su partido en junio fue escenario de tensiones en torno al tema de la inmigración.
Países Bajos deberían entrar pronto en campaña electoral, que se prevé una de las más tormentosas y divisivas en varios años.
También tendrá protagonismo una nueva formación a favor de los agricultores, el Movimiento Ciudadano de Agricultores (BoerBurgerBeweging o BBB), que se opone a las regulaciones ambientales de la Unión Europea y que obtuvo la mayoría de escaños en las elecciones regionales de marzo, que también determinan la composición del Senado.
Su líder Caroline van der Plas dijo que no permitiría que su partido formase parte de una coalición en la que Rutte tuviera un papel y no descarta aspirar al puesto de primera ministra.
Van der Plas dijo a AFP estar «muy sorprendida» por la decisión de Rutte, aunque consideró que era «muy sabia».
También dijo que aún no estaba «segura» de querer ser primera ministra, pero que la «buena noticia para los Países Bajos es que se elaborará una nueva política».