En pleno acercamiento con Israel, Arabia Saudita envía una delegación a Cisjordania
Arabia Saudita envió este martes por primera vez en más de 30 años a una delegación oficial a Cisjordania para asegurar a los palestinos que defenderá su causa incluso aunque se normalicen los vínculos con Israel.
El ministro israelí de Turismo, Haim Katz, visitó en paralelo Arabia Saudita este martes, en un momento en que Estados Unidos trabaja activamente para que Israel y Riad establezcan relaciones, un escenario que reconfiguraría la geopolítica en Oriente Medio.
La delegación de Arabia Saudita encabezada por Nayef al Sudairi, nombrado en agosto embajador en los Territorios Palestinos, es la primera que Riad manda a Cisjordania desde los acuerdos de paz israelo-palestinos de Oslo, en 1993, que permitieron crear la Autoridad Palestina.
Nayef Al Sudairi es embajador concurrente y tiene su base en Amán, la capital de la vecina Jordania.
Tras reunirse en Ramala con el jefe de la diplomacia de los palestinos, Riyad al Maliki, Nayef al Sudairi dijo que «la cuestión palestina es un pilar fundamental» de la política exterior saudita.
«Y es seguro que la iniciativa (de paz) árabe, que fue presentada por el reino en 2002, es una piedra angular de cualquier acuerdo futuro», declaró a los periodistas.
En marzo de 2002, los dirigentes de la Liga Árabe adoptaron un plan saudita que abogaba por un retiro de Israel de todos los territorios ocupados desde 1967 a cambio de una normalización de las relaciones con los países árabes.
Los israelíes mantienen ocupados desde 1967 Jerusalén oriental, Cisjordania y el Golán, que arrebataron a Siria.
«El interés» del reino saudita por «la causa palestina» es de larga data, afirmó el embajador, pero el príncipe Mohamed Bin Salmán, que dirige el reino, «quiere que la región y el mundo entero vivan en paz y estabilidad».
Actualmente Israel tiene relaciones con varios países árabes tras establecer vínculos en 2020 con Baréin, Marruecos y Emiratos Árabes Unidos. Además tiene relaciones con dos países vecinos, Jordania y Egipto.
Los palestinos, que siguen clamando por tener un Estado propio, consideran esos acuerdos una traición a su causa.
De momento, el reino petrolero no reconoce al Estado de Israel, creado en 1948, y ha declarado en varias ocasiones que mantiene la posición histórica de la Liga Árabe: no establecer relaciones con los israelíes mientras no se resuelva la cuestión palestina.
En los últimos meses Riad dio señales de que podría cambiar su posición, y ha hecho saber lo que quiere de Estados Unidos a cambio de establecer relaciones con Israel: garantías de seguridad, y asistencia para un programa nuclear civil, según fuentes cercanas a las negociaciones.
– Acercamiento con Israel –
Israel normalizó relaciones en 2020 con Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Marruecos, como parte de los llamados Acuerdos de Abraham, negociados por el gobierno del entonces presidente estadounidense Donald Trump.
Israel por su lado envió en los últimos meses delegaciones a Arabia Saudita para participar en eventos deportivos o culturales, como la reunión de la Unesco en Riad este mes. La visita este martes de Katz es la primera de un ministro israelí.
Este último tiene previsto participar en Riad a un encuentro de la Organización Mundial de Turismo y quiere aprovechar la ocasión para «hacer progresar […] las relaciones exteriores de Israel», según un comunicado de su despacho.
El ministro israelí de Comunicaciones, Shlomo Karhi, viajará a Arabia Saudita la próxima semana para un congreso internacional.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró el 22 de septiembre en la tribuna de la ONU en Nueva York: «estamos cerca de un avance aún más espectacular, una paz histórica entre Israel y Arabia Saudita».
«Esa paz aumentaría las posibilidades de una paz con los palestinos», argumentó.
Este martes aseguró que «varios países de Oriente Medio quieren la paz con Israel».
El líder palestino, Mahmud Abas, replicó que no puede haber paz en Oriente Medio sin que los palestinos obtengan su propio Estado independiente.
Estados Unidos, mediador habitual entre Israel y los palestinos, tampoco ha logrado ningún avance sustancial en favor de la creación de un Estado palestino.
Y la perspectiva de una solución consistente en dos Estados parece aún más alejada desde que en diciembre asumió el nuevo gobierno de Netanyahu, uno de los más derechistas de la historia de Israel, y a la vista de que el ciclo de violencia continúa sobre el terreno, a golpe de ataques de palestinos y de colonos israelíes y de operaciones militares.
El príncipe heredero saudita reconoció la semana pasada el acercamiento con Israel, pero insistió en una entrevista con la cadena estadounidense Fox en que la cuestión palestina es «muy importante» para Riad.