Oposición en Zimbabue reivindica victoria electoral, gobierno la amenaza con prisión
El partido opositor zimbabuense Movimiento para el Cambio Democrático (MDC) reivindicó este martes la victoria de Nelson Chamisa en las primeras elecciones de Zimbabue tras 37 años de gobierno del defenestrado Robert Mugabe, pero el gobierno amenazó con encarcelar a los líderes por anunciar resultados.
«En tanto que gobierno, hemos constatado con preocupación las acciones y el comportamiento de ciertos dirigentes de partidos políticos que declaran públicamente que anunciarán resultados sin tener en cuenta las disposiciones legales», declaró el ministro del Interior, Obert Mpofu, ante la prensa en Harare.
«Estoy seguro que nadie desea provocar la ira de la ley y arriesgarse a ser enviado a prisión», amenazó.
Por su parte, el presidente saliente Emmerson Mnangagwa, líder del ZANU-PF, dijo que la información sobre «el terreno es extremadamente positiva» sobre sus perspectivas de victoria.
Sus adversarios plantean la posibilidad de presentar acusaciones de fraude. Está prevista una segunda vuelta el 8 de setiembre si ningún candidato obtiene el menos el 50% de los votos en la primera ronda.
Este martes, Tandai Biti, uno de los principales responsables del opositor MDC había reivindicado la victoria del candidato de su partido. «Los resultados muestran más allá de cualquier duda que hemos ganado las elecciones y que el próximo presidente de Zimbabue es Nelson Chamisa» explicó Biti, exministro de Finanzas.
«Estamos sin embargo muy preocupados por las pruebas de interferencia (…) hay un retraso deliberado en el anuncio de los resultados», añadió.
La comisión electoral, muy criticada por la oposición durante todo el proceso electoral, había afirmado antes que «no hubo ningún fraude» en las elecciones.
«Queremos mostrar al pueblo zimbabuense que no robaremos la elección» de los ciudadanos, aseguró la presidenta de la comisión, Priscilla Chigumba. «Sea cual fuere nuestros resultados, reflejarán exactamente» lo que el pueblo «decidió», añadió.
Tanto Mnangagwa como Chamisa, habían afirmado más temprano que estaban ganando los comicios celebrados el lunes.
Los resultados oficiales de las elecciones presidenciales, legislativas y municipales, en las que principalmente se disputan los cargos el Zanu-PF, partido en el poder desde 1980, y el MDC, no fueron anunciados aún.
Las autoridades electorales estimaron que la participación era del 75% una hora antes del cierre de los colegios electorales. Hubo 23 candidatos.
Los observadores de la Unión Europea (UE), antes vetados, estuvieron presentes por primera vez en años e informaron que hubo una alta participación, pero advirtieron sobre posibles «deficiencias» en el proceso.
«Hubo deficiencias que va a haber que revisar. Todavía no sabemos si se trata de un patrón o si se trató de mala organización en algunos recintos», dijo a la AFP Melar Bron, jefe de los observadores de la UE. Ésta publicará un informe el miércoles.
– Resultados el 4 de agosto –
Con 5,6 millones de votantes registrados, los resultados definitivos serán publicados el 4 de agosto.
Mugabe, de 94 años, depuesto por los militares en noviembre, votó en Harare, acompañado por su esposa, Grace. El domingo había realizado una sorpresiva rueda de prensa en su mansión en la que llamó a votar en contra de su partido, el ZANU-PAF.
Mnangagwa, que votó en su circunscripción en el centro de Zimbabue, dijo que Mugabe tenía el derecho a expresarse en el nuevo «espacio democrático» que tiene el país.
El sucesor de Mugabe, de 75 años, ha prometido cambios y es el claro favorito, beneficiándose del apoyo tácito de los militares, la lealtad de la prensa estatal y el control de los recursos gubernamentales que tiene su partido.
«Zimbabue experimentó una bella expresión de lo que es la libertad y la democracia. Por millones, votamos con un espíritu de tolerancia, respeto mutuo y paz», escribió Mnangagwa en Twitter tras cerrarse las urnas.
Su rival del MDC, abogado y pastor de 40 años, ha obtenido un alto apoyo en las encuestas apostando por captar el voto joven.
La votación transcurrió mayoritariamente sin incidentes, pese a las advertencias del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, que alertó sobre intimidaciones y amenazas durante la campaña.
El nuevo gobierno enfrentará la tarea de luchar contra el desempleo endémico y una economía en ruinas, con peregrinación, que hizo huir a los inversores.