Moscú, Teherán y Ankara muestran su unidad en una cumbre a tres
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Reunidos este sábado en Moscú en una cumbre para intentar encontrar una salida a la guerra en Siria, los ministros de Exteriores ruso, turco e iraní mostraron su unidad y recalcaron la importancia del proceso de Astaná.
El ministro ruso, Serguéi Lavrov, el turco, Mevlüt Cavusoglu, y el iraní, Mohamad Javad Zarif se reunieron para debatir soluciones al conflicto que asola desde hace más de siete años a Siria, donde los tres países se impusieron como actores claves del conflicto.
Después de las discusiones bilaterales y trilaterales que no han durado en total más que un puñado de horas, los tres jefes de la diplomacia han mostrado su unidad y destacado la importancia del proceso de Astaná. Lanzado en mayo de 2017 por Ankara, Moscú y Teherán, éste ha permitido establecer cuatro «zonas de distensión» en Siria.
«Para el diálogo político, Astaná ha hecho más» que los otros procesos de negociación, declaró Lavrov, asegurando que «se mantiene firme sobre sus piernas» gracias a la «cooperación única» entre los tres países.
«Los que critican el proceso de Astaná deben tener sus propios objetivos, como intentar mostrar al mundo que deciden todos los asuntos del planeta, pero esta etapa ha terminado», añadió.
Moscú y Teherán son los aliados de Damasco, mientras que Ankara apoya a los rebeldes sirios pero a pesar de estos «matices, Turquía, Rusia e Irán tienen la misma preocupación, ayudar a los sirios», aseguró Lavrov.
La última cumbre entre los tres países se remonta a primeros de abril en Ankara. Los presidentes de los tres países, Vladimir Putin, Recep Tayyip Erdogan y Hasan Rohani, se comprometieron entonces a cooperar para lograr «un alto el fuego duradero» en Siria.
Desde entonces, su unidad fue dañada hace tres semanas tras un presunto ataque químico contra el bastión rebelde de Duma, el 7 de abril, que los países occidentales atribuyeron al régimen de Bashar Al Asad.
Turquía consideró «apropiada» la respuesta de Estados Unidos, Reino Unido y Francia, que bombardearon objetivos sirios como represalia por lo ocurrido en Duma, mientras que Rusia e Irán defendieron al gobierno de Damasco.
Este sábado, Lavrov criticó implícitamente al régimen sirio al llamarlo a ser más «flexible», tras ser bloqueado por Damasco un convoy humanitario de la ONU en dirección a Duma.
– «Atmósfera de confianza» –
Antes de la cumbre, la diplomacia rusa indicó que las negociaciones abordarían sobre todo la situación humanitaria en el país en guerra. «Proporcionar ayuda al pueblo sirio no es algo que deba estar condicionado por un objetivo político», declaró su portavoz, Maria Zajarova.
Cavusoglu saludó «la atmósfera de confianza entre los dos países que permite resolver cuestiones regionales».
Para el politólogo Alexandre Shumilin, del Centro de Análisis de Conflictos en Oriente Próximo, el presunto ataque químico «creó una grieta en la unión entre esos tres países», mientras que el responsable del Instituto por el Diálogo de las Civilizaciones, Alexéi Malachenko, opina que esos tres países forman una «alianza muy inestable» con posturas irreconciliables.
Preguntado por la AFP antes de la cumbre, Shumilin consideraba que la reanudación del proceso de Ginebra, actualmente en punto muerto pero que en su punto de vista deseaba Moscú, sería «el tema principal de la reunión ministerial».
Se esperan pocos avances concretos sobre una salida política del conflicto en esa reunión tripartita, que servirá sobre todo para que los tres países coordinen sus acciones.
«Aparte de declaraciones de intenciones, no hay que esperar nada del encuentro (…) Alguien criticará a Estados Unidos, otro defenderá a Asad, otro hablará de los problemas del norte de Siria y de los kurdos», aseguró Alexéi Malachenko.
El sábado por la noche, Lavrov conversó por teléfono con su homólogo francés, Jean-Yves Le Drian para informarle de los «principales resultados» del encuentro, indicó la diplomacia rusa en un comunicado.
«Rusia siempre está abierta a un diálogo con todos los socios con el objetivo [de alcanzar] una solución para la crisis» siria, añadió, mientras que el presidente francés, Emmanuel Macron, tiene previsto visitar Rusia a finales de mayo.
El miércoles en Bruselas, la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Federica Mogherini, instó a Rusia e Irán a «presionar a Damasco para que acepte sentarse a la mesa de las negociaciones llevadas a cabo bajo supervisión de la ONU».