Vox, el partido español de ultraderecha que quiere entrar en las instituciones
«La gente está cansada de lo políticamente correcto». Bajo este mantra, el partido español de ultraderecha Vox se emplea a fondo para entrar en las instituciones del país, empezando por el Parlamento de Andalucía, que celebra elecciones regionales el domingo.
Hasta ahora, la extrema derecha había sido anecdótica en España. Pero si se cumplen los planes de Vox, esta opción política entrará por primera vez esta semana en un parlamento regional e incluso, en las próximas elecciones generales, podría regresar a la cámara baja nacional, de la que lleva ausente desde 1982.
Fundado en 2013, Vox propugna eliminar la autonomía de las 17 regiones del país, en nombre del ahorro y la defensa de la unidad de España. Propone también ilegalizar los partidos separatistas catalanes, después de haberse unido a la acusación de la fiscalía contra los dirigentes independentistas presos a la espera de juicio.
Aparte, Vox aboga por derogar la ley contra la violencia machista y detener la inmigración ilegal, en un país que es la principal vía marítima de entrada de migrantes clandestinos en Europa.
El domingo tendrán su prueba de fuego en Andalucía, donde los sondeos les dan hasta 5 diputados de un total de 109, y donde el Partido Socialista espera ganar y sumar otra legislatura a sus 36 años de gobierno ininterrumpido en la región.
«El objetivo en las elecciones andaluzas es tener una importante representación (…) de una manera que pueda ser determinante en la conformación del próximo gobierno», afirmó en una entrevista con la AFP en Granada Santiago Abascal, presidente de Vox.
El dirigente de 42 años, ex militante del conservador PP en el País Vasco, quiere «expulsar del poder a los socialistas» en Andalucía, junto con el Partido Popular y Ciudadanos. Un escenario que inquieta a la presidenta andaluza, Susana Díaz, y al español, Pedro Sánchez.
«Tanto el PP como Ciudadanos no dicen que no a pactar con Vox (…) El uno no dice nada, mira para otro lado, y el otro [el PP] se ha entregado absolutamente» a sus argumentos, dijo Sánchez esta semana.
A corto plazo, Vox espera entrar también en el Parlamento Europeo en mayo, y en el español cuando haya elecciones legislativas, probablemente en 2019.
– Trabajo de terreno en Andalucía –
Vox se ha volcado en la campaña de Andalucía, la región más poblada de España y con un alto desempleo, donde desplegó sus proclamas ante un público esencialmente masculino.
«La gente está cansada de lo políticamente correcto», dice el funcionario José Miguel Camacho, de 34 años, en un mitin en Granada al que asistieron esta semana unos 2.000 simpatizantes del partido.
Cree que hay mucho oportunismo en la política española con el feminismo, y que los demás partidos lo están «aprovechando con determinados intereses, porque saben que tienen ahí un caladero de votos».
«Es un movimiento en el cual no tenemos miedo a decir lo que sentimos ni lo que queremos», añade Alfonso Pueyo, un muchacho de 18 años que quiere entrar en el ejército y aboga por una «regeneración de la sociedad y de la vida desde la cultura judeocristiana y de Occidente».
También están los decepcionados de otras formaciones, como Juan Quesada, funcionario granadino.
«Yo antes he votado al Partido Socialista, y he votado al PP», pero con los socialistas «íbamos cada vez peor», y el PP «tampoco veo que luche por los españoles», dice este hombre corpulento con una bandera española anudada al cuello.
– Motivos muy locales –
«Vox ha conectado con amplias capas de la población española que se sentían hastiadas de la dictadura de la corrección política», expone Abascal.
«Estaban cansados de lo que ha venido representando el progresismo desde un punto de vista político, y también la falta de reacción de las derechas en toda Europa», añade Abascal, quien propugna una «drástica rebaja fiscal» y no escatima imprecaciones contra el islam o el feminismo, una posición esta última muy apreciada por sus seguidores.
José Pablo Ferrándiz, del instituto de sondeos Metroscopia, explica que si bien en Europa estos movimientos han prosperado con el rechazo a la inmigración y el proyecto europeo, en el caso de Vox las razones son muy específicas.
«El tema que les está dando más votos es la situación en Cataluña, y esta falta de liderazgo» del PP y su líder Pablo Casado, «que en los sondeos electorales no termina de despegar», asegura.
«Esa capacidad que tenía el PP de retener a todo el espectro electoral de la derecha ha saltado por los aires», añade Ferrándiz.
Carmen González Enríquez, investigadora del Real Instituto Elcano, cree que Vox «tiene vocación de mantenerse como partido minoritario», debido a que apuesta mucho por un tema, el de la migración, «que no es prioritario para la población española».
«Poca gente hace una equivalencia, como hace Vox, de que tenemos tanto paro (14,5%) porque hay muchos inmigrantes», explica.