Al menos 14 niños entre los mineros ilegales permanecidos semanas bajo tierra en Sudáfrica

Johannesburgo, 27 nov (EFE).- Al menos 14 niños se encuentran entre los mineros ilegales que permanecieron semanas bajo tierra en una mina abandonada en la localidad sudafricana de Stilfontein y que salieron a la superficie después de que la Policía les cortara el suministro de agua y alimentos, informó este miércoles el Gobierno regional.

«El informe preliminar del que disponemos indica que hasta ahora hay 14 niños que han resurgido de la mina (abandonada)», declaró a la prensa Petrus Diko, funcionario del Departamento de Desarrollo Social de la provincia del Noroeste (norte), donde se encuentra Stilfontein.

Los niños salieron a la superficie, desde un kilómetro de profundidad, durante la operación de rescate que se está llevando a cabo en la mina abandonada, en la que se teme que pueda haber hasta mil mineros.

Existen denuncias sobre el posible tráfico de niños en Sudáfrica para trabajar como mano de obra y esclavos sexuales, pero, para disipar esos temores, Diko aclaró: «En este momento, no podemos hacer especulaciones ni sospechas sobre si han sido víctimas de la trata o no. La Policía sigue investigando».

A su salida de la mina, los niños fueron alojados temporalmente en un «lugar seguro», según el funcionario, a la espera de comparecer ante el tribunal de menores para enfrentarse a cargos relacionados con la extracción ilegal de oro.

Los mineros ilegales llevan semanas en las profundidades de la mina y no se tiene certeza sobre las circunstancias en las que se encuentran aquellos que puedan permanecer todavía bajo tierra, pues la Policía interrumpió los suministros de comida y bebida a mediados de octubre para forzar su salida.

El grupo de presión ‘Sociedad para la protección de nuestra constitución’ interpuso una demanda contra el Gobierno sudafricano para exigirle proporcionar ayuda humanitaria a los mineros, pero el Tribunal Superior de Pretoria la desestimó.

Al menos un cadáver fue sacado a la superficie y, según un voluntario que entró en el pozo, algunos de los mineros están en muy malas condiciones y necesitan urgentemente atención médica.

Después de la salida el pasado domingo de 14 mineros ilegales, veinte más salieron el lunes, aunque la situación es incierta y es difícil precisar el número exacto de ellos que salieron del pozo, ya que algunos volvieron a entrar para no ser detenidos.

Según el consejero de Seguridad Comunitaria y Gestión del Transporte del Gobierno de la provincia Noroeste, Wessels Morweng, los mineros que han salido en diferentes grupos en la última semana desde diversos pozos en Stilfontein ascienden a 55.

En total, desde el pasado agosto, más de 1.200 han subido a la superficie en la zona, según Morweng.

Son al menos 871 mozambiqueños, 343 zimbabuenses, 33 lesotenses, un malauí y solo diez sudafricanos.

Respecto a los niños, Diko no confirmó su nacionalidad, pero dijo que el Gobierno provincial se había «puesto en contacto con el consulado de Mozambique» y que se estaba tratando ese asunto «caso por caso».

Las autoridades comunicaron a mediados de este mes que ningún agente de Policía, soldado o funcionario del Gobierno descendería a una mina abandonada porque existía «un alto riesgo de pérdida de vidas», no solo por los gases tóxicos, sino también por la presencia de hombres armados.

Estos movimientos se desarrollan en el marco de la operación policial bautizada como Vala Umgodi (‘Cerrar la mina’, en lengua zulú), puesta en marcha en diciembre de 2023 para atajar la minería ilegal en el país y que ha propiciado la detención de más de 13.690 sospechosos en siete provincias.

Esta práctica abunda en Sudáfrica con mineros conocidos localmente como ‘zama-zamas’ (expresión coloquial en zulú que significa ‘arriesgarse’ o ‘intentarlo de nuevo’), que trabajan en numerosas explotaciones en desuso y abandonadas, sobre todo en la zona de la ciudad de Johannesburgo y alrededores.

Además de los riesgos que conlleva, la minería ilegal hace mella en la economía sudafricana y supone enormes pérdidas de ingresos tanto para el Gobierno como para la industria minera del país. EFE

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