Albania investiga buque sospechoso de transportar desde hace tres meses residuos tóxicos
Skopie/Estambul, 30 oct (EFE).- La Fiscalía de Albania ha abierto una investigación sobre el cargamento de un barco que ha regresado a sus costas después de haber sido rechazado en su destino, Tailandia, por la sospecha de transportar 2.100 toneladas de residuos tóxicos.
Varios medios albaneses informan este miércoles de la situación en la que se encuentra el buque de bandera turca Moliva tras tres meses de travesía con residuos industriales sospechosos de contener sustancias peligrosas.
El objetivo de los fiscales es ahora dirimir si Albania debe aceptar de vuelta ese cargamento.
El Moliva permanece anclado a unos 2 kilómetros de la costa albanesa, donde fue retenido después de que se le denegara el permiso para atracar en el puerto de Durrës, en el mar Adriático, destaca hoy el portal ‘shekulli.com.al’.
El barco había partido en julio de Albania con destino a Tailandia, pero a su llegada las autoridades tailandeses rechazaron la carga después de que la ONG estadounidense Basel Action Network advirtiera del riesgo de que contenga sustancias tóxicas.
Según informó la aduana albanesa a los medios locales, en el momento de la salida el cargamento estaba registrado «no como exportación, sino como tránsito internacional».
Los fiscales ordenaron ahora la incautación los contenedores, su embargo y su almacenamiento en un lugar seguro.
«Se deben tomar medidas para depositar los objetos incautados en un lugar seguro en términos de seguridad medioambiental y física, mediante vigilancia con cámaras las 24 horas», indicaron hoy fuentes de la Fiscalía a la cadena ABC News TV.
El embargo exige también que los residuos permanezcan intactos y que no se intente abrir los contenedores durante la investigación.
Hasta el momento no se ha decidido cuándo el barco podrá atracar en Durrës.
Los medios albaneses señalan que, antes de ser cargados en los contenedores para llevarlos a Tailandia, los residuos supuestamente peligrosos habían sido recogidos en un patio abierto en Durrës, sin ser declarados tóxicos.
El cargamento, del que se sospecha contiene subproductos cancerígenos de procesos metalúrgicos, formaba parte de un acuerdo comercial entre la empresa kosovar Sokolaj y la turca Kurum, productora de hierro y acero que opera en Elbasan, una ciudad en Albania central.
Este caso ha llamado la atención no solo en Albania, sino también en la Unión Europea.
Actualmente se está llevando a cabo una investigación conjunta, en la que participan tanto la Fiscalía de Durrës como la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) en Bruselas, con el objetivo de determinar la legitimidad del envío y su contenido.
En una declaración conjunta emitida en agosto pasado, los ministerios albaneses de Infraestructura y Medio Ambiente habían advertido de que Albania no aceptaría automáticamente la responsabilidad de reimportar residuos industriales basándose únicamente en «sospechas y especulaciones».
En esa nota, se hacía hincapié en la necesidad de un análisis exhaustivo y de pruebas sólidas antes de concluir si los residuos deben ser devueltos a su origen.
Según las autoridades contactadas el lunes por el programa en lengua albanesa de Voice of America, la Fiscalía de Albania desempeñará un papel clave a la hora de determinar cómo se gestionará el cargamento.
Por su parte, la empresa propietaria del buque, la turca Moley, rechazó cualquier responsabilidad relativa al cargamento de la nave, pues éste lo decide el arrendatario.
«La empresa de contenedores carga el barco. Es su empresa la que sigue la ruta del barco y hace negocio con la carga de los contenedores. Nosotros sólo alquilamos el barco», declaró Servet Yardimci, miembro del Consejo de Administración de Moley, al DW en turco. EFE
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