Argelia exige a Francia la extradición del líder del Movimiento de la Cabilia
Argel, 11 oct (EFE).- El mandatario argelino, Abdelmadjid Tebboune, exigió hoy a Francia la extradición del presidente del Movimiento por la Autodeterminación de la Kabilia (MAK), Ferhat Mehenni, al que calificó de «terrorista», por su supuesta implicación en los incendios que arrasaron el pasado mes de agosto el norte del país.
«Pedimos al jefe de filas de los terroristas del MAK. Tienen que entregarle, es un terrorista», aseguró Tebboune en una entrevista concedida a los medios locales en la que reveló la existencia de pruebas sobre la presunta compra de armas y colectas de fondos para este propósito por parte del movimiento independentista con apoyo de países extranjeros, incluido su vecino Marruecos.
El fiscal general de Argel emitió en septiembre una orden de arresto contra Mehenni, exiliado en Francia desde hace dos décadas tras obtener el asilo político y renunciar a la nacionalidad argelina, por su papel durante la ola de incendios que provocaron la muerte de cerca de 90 personas, 33 de ellas soldados que participaban en las tareas de rescate y evacuación.
«Por el momento no hay nada (respuesta) pero el silencio significa rechazo», añadió el jefe del Estado, que meses antes acusó al MAK y al movimiento islamista Rachad de ser los responsables de la quema en un intento por «atacar» la unidad nacional.
Según Tebboune, ambas organizaciones se encuentran detrás del asesinato del joven Djamel Bensmail, que había acudido como voluntario para apagar los incendios y que fue linchado y quemado vivo por decenas de habitantes del municipio de Larbaâ Nath Irathen (Tizi Ouzou), uno de los más afectados de la Cabilia, acusado de haber provocado el fuego.
El MAK nació en plena revuelta popular contra el poder central de Argel durante la llamada primavera negra de la Cabilia (2001-2003) y se describe como un movimiento pacífico que busca celebrar un referéndum de autodeterminación en la región de la Cabilia (este de Argel). En 2010, el Movimiento formó un gobierno provisional en el exilio en París liderado por Mehenni.
A finales de septiembre Amnistía Internacional (AI) instó a las autoridades argelinas a cesar de enjuiciar a militantes y periodistas además de criminalizar a organizaciones políticas con falsas acusaciones de terrorismo en una nueva campaña de represión que busca terminar con la disidencia.
En febrero de 2019 arrancó el «Hirak» (movimiento de protestas sociales) contra el quinto mandato del entonces presidente Abdelaziz Bouteflika, en el poder desde hacia dos décadas a pesar de encontrarse gravemente enfermo, y que logró su dimisión dos meses después gracias a la presión del Ejército.
Desde entonces, las manifestaciones continuaron durante dos años para reclamar el fin del régimen militar- que controla el país desde la independencia de Francia en 1962- aunque miles de personas fueron arrestadas y cientos de ellas condenadas y encarceladas, incluidos políticos, empresarios y militares considerados próximos al clan de Bouteflika.
El actual presidente, elegido en diciembre de 2019 con la mayor tasa de abstención de la historia- superior al 60 %- prohibió las manifestaciones en mayo, en vísperas de unas elecciones legislativas que presentó como el nacimiento de la «nueva Argelia». EFE
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