Arrestan en Dubái a dos hermanos muy buscados por corrupción en Sudáfrica
Johannesburgo, 7 jun (EFE).- Los empresarios de origen indio Atul y Rajesh Gupta, buscados intensamente en Sudáfrica por estar presuntamente en el centro de una gran trama de corrupción que atravesaba todo el aparato del Estado en los años de gobierno de Jacob Zuma (2009-2018), fueron arrestados en Dubái, confirmaron hoy fuentes policiales.
La operación se realizó gracias a una alerta roja emitida por Interpol en relación con cargos de lavado de dinero y otros supuestos crímenes en Sudáfrica, según confirmó este martes la Policía de Dubái en un comunicado.
La pasada noche el Ministerio de Justicia de Sudáfrica ya había anticipado la noticia tras haber recibido el aviso de la detención por parte de las autoridades de Emiratos Árabes Unidos (EAU).
«Las discusiones sobre el camino a seguir en adelante están en marcha entre los servicios de seguridad de EAU y Sudáfrica», señaló el ministerio en un comunicado, sin precisar, por el momento, más detalles sobre un futuro proceso de extradición.
Emigrados a Sudáfrica en los años 90, a los hermanos Gupta se los buscaba en la nación austral africana desde 2018, año en el que, tras la dimisión forzada de Jacob Zuma en medio de numerosos escándalos, las autoridades comenzaron a impulsar investigaciones, órdenes de arresto e incautaciones de los millonarios bienes de la familia.
En Sudáfrica habían levantado un gran imperio empresarial gracias, en gran medida, a sus negocios fraudulentos con el Estado.
Estos prosperaron apoyándose en las cercanas relaciones de los tres hermanos Gupta, Ajay (quien todavía no ha sido detenido), Atul y Rajesh con el expresidente Zuma y otros políticos de su círculo.
Sus intereses empresariales abarcaron todo tipo de sectores, desde el energético a la minería, pasando por medios de comunicación y ferrocarriles.
En 2016 un informe publicado por la entonces defensora del Pueblo sudafricana, Thuli Madonsela, detalló cómo los Gupta tenían prácticamente bajo su poder el aparato del Estado, en un contexto de corrupción generalizada y de saqueo de las instituciones y de las empresas públicas (la mayoría de las cuales aún atraviesan, en consecuencia, profundas crisis).
Hasta los nombramientos de los responsables de las carteras de Gobierno más importantes, como el Ministerio de Finanzas, estaban entonces supeditados, según aquel informe, a servir a los intereses fraudulentos de los Gupta y del círculo político de Zuma.
Esta gran investigación de corrupción, que tiene numerosas ramificaciones, es conocida en Sudáfrica como la «Captura del Estado».
En su conjunto, está actualmente en manos de una comisión judicial presidida por el magistrado Raymond Zondo (presidente del Poder Judicial sudafricano), quien deberá entregar su informe final este mismo mes.
En el marco de esa investigación, Zuma fue llamado a declarar en varias ocasiones y su negativa a comparecer -bajo el argumento de que las acusaciones contra él forman parte de una gran persecución por motivos políticos- le ocasionaron un castigo de 15 meses de cárcel el año pasado (si bien se le concedió después una cuestionada libertad condicional).
Los Gupta, por su parte, permanecían fuera del país desde los tiempos de la salida de Zuma del poder y, aunque era conocido que se encontraban en Dubái, hasta el año pasado Sudáfrica no logró que Interpol emitiera la correspondiente alerta roja contra al menos dos de los hermanos. EFE
ngp/pm/jgb
© EFE 2022. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de todo o parte de los contenidos de los servicios de Efe, sin previo y expreso consentimiento de la Agencia EFE S.A.