Ataque en Cachemira durante visita de Vance evoca la tragedia del viaje de Clinton en 2000

Nueva Delhi, 23 abr (EFE) – El ataque mortal contra turistas en una zona turística de la Cachemira, coincidiendo con la visita del vicepresidente estadounidense J.D. Vance a la India, evoca el recuerdo de una tragedia similar ocurrida hace 25 años, cuando un ataque letal en la misma región opacó la visita del entonces presidente estadounidense, Bill Clinton, a este país asiático.

Este incidente, en el que presuntos militantes mataron a 28 turistas, en su mayoría indios, e hirieron a más de una decena, constituye uno de los peores ataques contra civiles en los últimos años en esta región asolada por el conflicto.

Justo antes de la llegada de Clinton a la India en marzo de 2000, presuntos militantes insurgentes masacraron a 36 aldeanos de la minoría religiosa sij en Chittisinghpura, una aldea del distrito de Anantnag, en Jammu y Cachemira (a unos 700 kilómetros de Nueva Delhi).

El momento de la masacre de Chittisinghpura ensombreció la visita de Clinton, al igual que el reciente ataque en el mismo distrito de Anantnag, cerca de Pahalgam, coincidió con el viaje del vicepresidente Vance.

En 2000, a pesar de la violencia, el presidente Clinton continuó con su itinerario, que incluyó visitas a las ciudades de Nueva Delhi, Hyderabad, Jaipur y Bombay.

En el ataque de ayer, presuntos insurgentes se acercaron a los turistas que se encontraban en la pradera cerca de Pahalgam y abrieron fuego a quemarropa. Testigos informaron que los atacantes cuestionaron específicamente la identidad religiosa de algunas víctimas, afirmando que no eran musulmanas antes de disparar.

El ataque de marzo de 2000, seguido por el de ayer son los dos peores ataques contra civiles en la historia de la Cachemira india.

Varios periódicos de la región imprimieron este miércoles sus portadas en negro para protestar por el brutal ataque terrorista contra los turistas.

El territorio de Jammu y Cachemira, en el norte de la India, es una región que ha estado sujeta a un prolongado conflicto entre Nueva Delhi e Islamabad.

Ambos países reclaman la soberanía de la región, y la zona ha sido testigo de una insurgencia armada contra el dominio indio durante décadas, a menudo involucrando a grupos separatistas que buscan la independencia o la unificación con Pakistán.

En los últimos años, el gobierno indio ha estado intentando activamente mostrar a Cachemira como un destino seguro y atractivo para los turistas, tanto nacionales como internacionales, para revitalizar la economía local y proyectar una imagen de normalidad. EFE

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