Bélgica aplicará con su nuevo Gobierno la política migratoria más estricta de su historia
Bruselas, 3 feb (EFE).- El recién estrenado Gobierno de Bélgica tiene previsto poner en marcha la política migratoria más estricta de la historia del país para reducir el numero de solicitantes de asilo, un objetivo adelantado ya durante la campaña electoral por la mayoría de los partidos que integran la coalición, liderada por el nacionalista flamenco Bart De Wever (N-VA).
El control migratorio será una prioridad para el nuevo gobierno, del que forman parte también los liberales francófonos (MR), los democristianos flamencos del CD&V, el partido francófono de centroderecha Les Engagés y los socialistas flamencos (Vooruit).
El objetivo es hacer menos atractivo para los solicitantes de asilo viajar a Bélgica, que desde hace tres años arrastra un grave problema por la falta de plazas de acogida.
El Ejecutivo federal quiere proceder ahora a una reducción gradual y estructural de las capacidades de recepción de los solicitantes de asilo para ahorrar recursos.
Y se autorizará el acceso con policía al domicilio de quienes hayan agotado todas las vías de recurso a su demanda de asilo denegada por las autoridades.
Se aspira a facilitar el acceso solo a los migrantes que entran por motivos laborales y de estudios y a las «personas que añaden valor directo» a la sociedad, informa este lunes la cadena flamenca VRTnews.
Menos derechos y más deberes
Entre otras novedades, los ciudadanos extranjeros no podrán reclamar prestaciones de la Seguridad Social en Bélgica hasta que lleven cinco años en el país, según el mismo medio.
Solo esa medida, precisa la televisión pública francófona RTBF, permitirá un ahorro de más de 600 millones de euros durante la legislatura.
La idea es no dar prestaciones hasta que hayan contribuido al sistema.
Por otra parte, en adelante se concederá un estatuto de protección «subsidiaria» a las personas que lleguen huyendo de la guerra y se reducirán los derechos vinculados a ese estatus.
Por ejemplo, a esos ciudadanos les resultará más difícil traer a sus familias a Bélgica y obtendrán menos recursos para empezar una vida en el país.
Los solicitantes que quieran un permiso de residencia permanente deberán en adelante tener trabajo y aprobar un examen de idioma.
En el caso de los refugiados con permiso de residencia, su expediente se reabrirá si la situación del país de origen cambia, con vistas a su posible devolución.
El mismo medio explica que uno de los primeros trámites que llevarán a cabo las autoridades belgas cuando lleguen los solicitantes de asilo será examinar su teléfono móvil y otros dispositivos para detectar cualquier posible fraude. Quienes se nieguen a ello serán, en principio, rechazados, al igual que los solicitantes que no pidan asilo inmediatamente al llegar.
El nuevo gobierno quiere, por otra parte, terminar con la recepción de solicitantes de asilo a «gran escala», en centros comerciales de ciudades y municipios y limitarla a lugares de acogida colectiva «austeros».
Por otro lado, se endurecerán las condiciones para quienes quieran reunirse con su pareja y sus hijos, introduciendo un período de espera de uno a dos años, que no se aplicará sin embargo a los trabajadores migrantes altamente cualificados.
Las personas protegidas subsidiariamente (es decir, los refugiados de guerra) también tendrán que esperar al menos dos años antes de hacer posible una reunificación familiar. EFE
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