Barcos rusos navegaron cerca de Nord Stream antes del sabotaje, según medios
Copenhague, 3 may (EFE).- Tres barcos de la Armada rusa con capacidad para realizar operaciones submarinas estuvieron en la zona cercana a donde se produjo el sabotaje de los gasoductos rusos Nord Stream 1 y 2 en septiembre pasado, según una investigación conjunta de las televisiones públicas nórdicas.
Los buques se quedaron en la zona durante varias horas y, en un caso, casi un día: los dos primeros, en junio, y el último, cinco días antes de que ocurrieran las explosiones en el mar Báltico, asegura el documental «Guerra en la sombra».
La investigación recurre a comunicaciones por radio, imágenes por satélite y a las señales de los emisores de los barcos, que fueron sin embargo apagadas en algunos tramos, para reconstruir el recorrido de los buques, que partieron de las bases rusas de San Petersbursgo y Kaliningrado.
La comunicación por radio entre los barcos y sus bases fue interceptada por un antiguo oficial de la Armada británica, que hasta hace años trabajaba vigilando a la flota rusa en el Báltico, según el documental.
La primera embarcación, cuya identidad no se ha podido determinar, partió de Kaliningrado el 6 de junio, llegó al noreste de la isla danesa de Bornholm al día siguiente y navegó cuatro kilómetros al sur de donde se produjeron tres de las cuatro fugas de los gasoductos.
Una semana después llegó a la zona otro barco, identificado como el Sibiryakov, que permaneció durante un día y, según la comunicación por radio interceptada, estuvo en la misma posición cerca del Nord Stream 1 que la anterior embarcación.
La presencia de ambos buques en la zona coincide con las maniobras de la OTAN BALTOPS en el Báltico.
El último barco ruso, el SB-123, navegó en el área durante casi un día entre el 21 y el 22 de septiembre y ya fue mencionado por medios alemanes con anterioridad.
El SB-123 es usado como embarcación de apoyo en operaciones en las que intervienen submarinos, según señalan en el documental expertos de la Universidad de Copenhague.
«Guerra en la sombra» es una serie de documentales que se empezó a emitir hace dos semanas y que en anteriores entregas han apuntado a que decenas de barcos rusos patrullaron el mar del Norte en los últimos meses para supuestamente recopilar información sobre infraestructura crítica para posibles actos de sabotaje.
En total se localizaron dos fugas en cada gasoducto (ambos fuera de servicio y situados en el Báltico), dos en la zona danesa y dos en la sueca, todas en aguas internacionales, que los gobiernos afectados calificaron pronto como «sabotaje», además de apuntar a un actor estatal como culpable.
Las autoridades alemanas, suecas y danesas, además de las rusas, mantienen abiertas varias investigaciones, pero no han dado apenas detalles de su estado.
La Fiscalía sueca informó a principios de abril de que se trata de un caso «complicado» y que será «difícil» confirmar quién ha sido el autor.
Tanto los países afectados como el resto de la Unión Europea (UE), Estados Unidos y Rusia hablan de sabotaje, aunque difieren en cuanto a la posible autoría.
Moscú ha acusado a países «anglosajones» de estar detrás, aludiendo a la oposición al proyecto que durante años ha mantenido Washington y a sus amenazas de detenerlo por cualquier medio si Rusia intervenía militarmente en Ucrania, mientras algunos países occidentales han señalado en la dirección contraria.
Una investigación del periodista estadounidense Seymour Hersh apuntó hace meses a la inteligencia de EE.UU., con la colaboración de Noruega y otros países occidentales.
Medios de Estados Unidos y Alemania señalaron posteriormente a un grupo proucraniano como posible autor del sabotaje. EFE
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