Bayrou pone en marcha la concertación entre sindicatos y patronal sobre las pensiones
París, 17 ene (EFE).- El primer ministro francés, el centrista François Bayrou, puso en marcha este viernes el proceso de concertación sobre las pensiones para que sindicatos y patronal traten de llegar a un acuerdo que podría modificar la contestada reforma de 2023.
Bayrou, flanqueado por sus ministros de Economía, Trabajo y Función Pública, se reunió con los responsables de los principales sindicatos y organizaciones patronales para fijar las reglas de esta concertación, que debe durar tres meses una vez que el Tribunal de Cuentas presente un informe sobre la situación financiera del sistema de pensiones.
Precisamente uno de los puntos de interés de este encuentro será conocer cuál es el marco del mandato del primer ministro al Tribunal de Cuentas para que establezca ese diagnóstico que pretende ser neutral y aceptado por todos como base de la negociación.
Esta concertación, bautizada «cónclave» por Bayrou, responde sobre todo a la exigencia que le hicieron los socialistas para renunciar a votar ayer una moción de censura en su contra a iniciativa de La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon, y que también apoyaron los otros miembros de la coalición de izquierdas: comunistas y ecologistas.
El Partido Socialista quería que esa negociación fuera acompañada de la suspensión de la reforma de 2023, que retrasa progresivamente la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años, pero el Gobierno sólo asumió el compromiso de convertir en ley cualquier acuerdo que haya entre los interlocutores sociales.
Pero si no hay compromiso, se mantendrá en pie esa reforma, que fue adoptada sin voto del Parlamento y con la oposición de cientos de miles de personas que durante semanas salieron a la calle convocadas por los sindicatos.
La secretaria general de la Confederación Francesa de Trabajadores (CFDT, primer sindicato del país), Marylise Léon, dijo al entrar a la reunión que lo que espera es que se confirme que «todos los temas podrán estudiarse».
Léon insistió en que «un acuerdo es posible» y afirmó que su organización va a trabajar con ese escenario porque, según su análisis, lo que los trabajadores esperan sobre todo es que «los responsables políticos y sindicales hablen de los verdaderos problemas».
Eso significa que aborden las cuestiones del trabajo penoso, de la edad y de la jubilación a los 64 años, pero también las desigualdades entre hombres y mujeres «que son extremadamente importantes».
Sophie Binet, secretaria general de la Confederación Nacional del Trabajo (CGT, el segundo sindicato más importante de Francia), recordó por su parte que las empresas siguen despidiendo, o rechazan contratar, a los trabajadores de más edad, por lo que no tiene sentido el nivel de 64 años como edad mínima de jubilación.
«Esta reforma ya está causando estragos desde que se está aplicando». afirmó, antes de añadir que nNo es posible mantener esta reforma tal como está (…). Hay que derogarla», resumió. EFE
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