Boakai, el candidato presidencial «somnoliento» que podría despertar a Liberia
Pablo Moraga
Nairobi, 24 oct (EFE).- Tras quedar en segunda posición por un escaso margen en las elecciones de Liberia del pasado día 10, el exvicepresidente Joseph Boakai tiene cerca la Presidencia del país, pero debe enfrentarse de nuevo en una segunda vuelta al exfubolista y actual jefe de Estado liberiano, George Weah.
Mientras el único africano premiado con un Balón de Oro (1995) logró el 43,83 % de los votos, Boakai obtuvo un 43,44 % del sufragio, según los datos publicados hoy por la Comisión Nacional de Elecciones (NEC, en inglés).
Era el segundo intento del exvicepresidente y también la segunda vez que estos dos pesos pesados de la política liberiana se enfrentaban en unas elecciones presidenciales, después de las de 2017, que dieron la victoria a Weah.
Un político veterano
Durante la última campaña electoral, Boakai, de 78 años, aprovechó el descontento que ha dejado el primer mandato de su principal rival que, pese a sus promesas de cambio, no ha conseguido resolver los problemas económicos de Liberia.
Frente a la inexperiencia en los despachos del Gobierno de Weah, de 57 años, el exvicepresidente se ha presentado como el político veterano que el país necesita para zanjar sus problemas.
«Tengo una gran experiencia. ¿Por qué contratar a alguien para que aprenda cómo hacer este trabajo…?», llegó a decir el político durante una entrevista televisada.
Pero el exfutbolista no se quedó de brazos cruzados y ha encajado sus críticas con sorna, apodando incluso a su contrincante como «Somnoliento Joe» por su avanzada edad y su aparente tendencia a dormirse en actos públicos.
Nacido en 1944 en una zona rural del condado de Lofa (noroeste), Boakai ha destacado sus orígenes humildes y ha contado que tuvo que hacer numerosos trabajados para poder pagar su educación.
Así, el hijo de unos campesinos pobres logró convertirse en un joven estudiante que, después de graduarse en Administración de Empresas en Liberia, viajó a los Estados Unidos para continuar formándose en la Universidad Estatal de Kansas.
Tras volver a su país y trabajar en el sector agrícola, donde impulsó reformas en las plantaciones de cacao, café y aceite de palma, Boakai empezó su carrera política en 1983 como ministro de Agricultura.
Y en 2006, se convirtió en el vicepresidente de Liberia, liderada entonces por Ellen Johnson Sirleaf (2006-2018).
Una larga carrera contra la corrupción
Durante toda su carrera, Boakai ha censurado con dureza la corrupción, en un país que en 2022 ocupó el puesto 142 -de 180 países- en el índice de percepción de la corrupción de Transparencia Internacional (TI).
Ese año, las irregularidades llegaron a lo más alto del Gobierno de Weah, obligándole a despedir a su jefe de gabinete y a otros dos altos funcionarios, sancionados por EE.UU. por sus corruptelas.
«La corrupción en todas sus manifestaciones genera subdesarrollo y privaciones, y eso es contra lo que los líderes de África deberían luchar», se lee en la página web del exvicepresidente, un «cristiano devoto» que «vive con sencillez y honestidad».
El país volverá a acudir a las urnas el próximo 14 de noviembre, después de que ninguno de los dos candidatos presidenciales más populares consiguiesen al menos el cincuenta por ciento del total de votos emitidos más uno.
Los liberianos esperan otra competición feroz, si bien los dos candidatos coinciden en algo: sus llamamientos para la paz y unos comicios pacíficos para impedir una repetición del pasado sangriento de Liberia, que todavía lidia con las cicatrices de dos guerras civiles (1989-1997 y 1999-2003) con más de 250.000 muertos. EFE
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