Bolivia, al borde de una «catástrofe ambiental» causada por los incontrolables incendios
La Paz, 11 sep (EFE).- Bolivia afronta una crisis climática debido a los incendios forestales que han derivado en la declaración gubernamental de «emergencia nacional» por los efectos negativos en la calidad del aire, algo que se ha convertido en un problema regional junto a los fuegos que se registran en Brasil y Paraguay.
El Laboratorio de Física de la Atmósfera de la estatal Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) en La Paz ha advertido que los incendios forestales «están produciendo una catástrofe ambiental» con efectos en la flora, fauna y en la salud de la población.
Ese informe también menciona que la cantidad de humo en la atmósfera puede «inhibir» la llegada de las lluvias por lo que se entraría en un «círculo vicioso que podría postergar las condiciones de calidad de aire tan mala».
Los fuegos se han concentrado en el oriente del país y según algunas fundaciones privadas como Tierra la cantidad de hectáreas afectadas de bosques y pastizales supera los 4 millones. Sin embargo, el último reporte del Gobierno ha hecho referencia a que esa cantidad alcanza las 3,8 millones de hectáreas.
Hace algunos días, varias ciudades como la oriental Santa Cruz, la central Cochabamba, La Paz en el occidente y Cobija en el norte, presentaron una densa capa de humo, lo que alertó a las autoridades locales sobre los efectos negativos en la salud de la población.
Los incendios, en su mayoría, son consecuencias de los ‘chaqueos’ o quemas permitidas que se hacen en el campo para habilitar los terrenos para la siembra o la crianza de ganado, pero que se han descontrolado debido a los vientos fuertes y la prolongada sequía.
Esta semana, el Ministerio de Educación dispuso que las clases fueran virtuales en departamentos como Santa Cruz, Beni y Pando.
Las organizaciones ambientalistas y animalistas refieren que los incendios son «cada vez peores» y que provocan daños a miles de animales silvestres como el jaguar, osos hormigueros, aves tropicales, ciervos y otras especies típicas de los bosques amazónicos o semiamazónicos como el chiquitano.
El fuego ha ocasionado perjuicios en la actividad económica de poblaciones dependientes de la producción de leche y sus derivados, como la Chiquitania boliviana, en la que están las Misiones Jesuíticas declaradas Patrimonio de la Humanidad.
Problema en aumento
A principios de junio, el Gobierno alertó sobre la entrada al país de algunos incendios originados en Brasil, que principalmente afectaron al Pantanal, compartido por ambos países, y el municipio fronterizo de San Matías, uno de los más afectados hasta ahora.
En ese momento, el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, avisó de la existencia de más de 2.800 focos de calor que corrían el riesgo de convertirse en incendios forestales si dichas quemas se descontrolaban.
Posteriormente, en junio y julio la situación empeoró, puesto que el fuego alcanzó algunas áreas protegidas.
Las quemas y el humo en la región oriental del país perjudicaron el funcionamiento de los aeródromos de varios pueblos y algunas operaciones de despegue en el Aeropuerto Internacional de Viru Viru, en Santa Cruz, el más importante del país, por la poca visibilidad.
En los últimos días, los sectores ambientalistas y de la oposición parlamentaria como Comunidad Ciudadana (CC), del expresidente Carlos Mesa (2003-2005) presionaron al Gobierno para declarar «emergencia nacional», que finalmente el Ejecutivo dictó el fin de semana.
Y en los últimos días se ha anunciado la llegada de grupos de bomberos y especialistas en atención de incendios forestales de Brasil, Chile y Francia, además el Gobierno ha anunciado que contratará de aviones cisterna para aplacar los incendios.
También en las últimas horas, grupos de defensa del medioambiente se han movilizado para pedir al Ejecutivo y al Parlamento la anulación de las llamadas «leyes incendiarias».
Estas son un cuerpo de al menos 10 leyes y decretos presidenciales aprobados entre 2013 y 2019, que fomentan o legalizan la expansión de la frontera agraria, los desmontes y la quema de bosques y pastizales, según ha señalado la Fundación Solón.
Bolivia sufre una de las peores crisis ambientales en los últimos años, después de que en 2019 se registraron 5,3 millones de hectáreas de bosques y pastizales devastados por los incendios. EFE
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