Muere Felipe Quispe, el líder indígena que quiso ser presidente de Bolivia
Gabriel Romano
La Paz, 19 ene (EFE).- El líder indígena Felipe Quispe, apodado «Mallku», cóndor en aimara, falleció este martes a los 78 años, luego de una vida con muchas facetas que incluyeron su etapa de guerrillero y candidato a la Presidencia de Bolivia hasta dirigente de un equipo de fútbol con los fundamentos indianistas que siempre defendió.
El fallecimiento del político, que recientemente se presentó como candidato a la Gobernación de La Paz, se debió a un «paro cardiaco» y «no fue por covid» señala una publicación en redes sociales que se atribuye a su familia, aunque varios de sus allegados aseguraron que su deceso fue por complicaciones del nuevo coronavirus.
Quispe «no decía» que realmente tenía covid», pero grande fue la sorpresa de que «efectivamente le aquejaba ese mal», declaró a Efe el exdirigente sindical Roberto de la Cruz, quien aseguró haber hablado con el «Mallku» en la mañana para conversar sobre «el tema político» de su candidatura.
De la Cruz precisó que en esa charla «era notorio el quebrantamiento» de su voz pese a seguir tratamientos con fármacos y medicina tradicional y lamentó que Quispe «no pudo acceder a un centro médico» porque varios de ellos están colapsados.
«Ha fallecido hoy (martes) en la tarde el hermano, lo hemos confirmado con su asesor, con familiares cercanos y seguidores cercanos, ha muerto con covid», manifestó a Efe por su parte el exlíder cívico Elsner Larrazabal, de la provincia Omasuyos, el bastión político de Quispe en el Altiplano de La Paz.
UN LUCHADOR POLIFACÉTICO
La vida política de Felipe Quispe tiene muchas etapas, como aquella que inició a fines de la década de 1970 para ser diputado por el departamento de La Paz.
En los años posteriores, los métodos de Quispe se radicalizaron contra el Estado, al que consideraba que defendía solo a los blancos y mestizos.
«El Mallku» fundó los «Ayllus» o comunidades rojas en el Altiplano para luego conformar el Ejército Guerrillero Tupac Katari (EGTK) de ideas indigenistas, del que también fue parte el exvicepresidente de Bolivia Álvaro García Linera.
Ya en la década de 1990, en prisión como consecuencia de sus postulados subversivos, se tituló como historiador y volvió a postular sin fortuna al Legislativo nacional.
En una entrevista con la reconocida periodista Amalia Pando, Quispe acuñó la frase «porque no me gusta que mi hija sea tu empleada (doméstica)», al justificar su lucha armada.
En otro diálogo con el expresidente e historiador Carlos Mesa, el dirigente habló de las «dos Bolivias», la de la ciudad y la del área rural.
Durante los primeros años del nuevo milenio asumió como máximo dirigente de los campesinos del país liderando bloqueos de caminos para conseguir pedidos de su sector ante los gobiernos de Hugo Banzer (1997-2001), Jorge Quiroga (2001-2002) y Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003) principalmente.
De la Cruz lo definió como un «icono legendario indígena» que buscó la Presidencia del país en los comicios de 2002 y 2005 con el Movimiento Indígena Pachakuti (MIP), con el que consiguió ingresar al Legislativo nacional.
También fue dirigente y fundó el equipo Deportivo Pachakuti, integrado por jóvenes del Altiplano boliviano, con el que soñó con llegar a la primera división del país.
RECONOCIMIENTO POLÍTICO
La muerte de Quispe provocó el lamento de varias personalidades políticas de Bolivia de distinta línea ideológica que destacaron la perseverancia de sus ideas.
«Expresamos nuestro profundo pesar por el fallecimiento del líder indígena originario campesino e historiador Felipe Quispe Huanca, ‘El Mallku'», escribió en Twitter el presidente de Bolivia, Luis Arce.
Mientras que el expresidente Evo Morales mencionó en Twitter que «su lucha y liderazgo han sido un importante aporte para la liberación de los pueblos indígenas» y lamentó que «Bolivia pierde a un dirigente consecuente».
«Fue una figura importantísima de nuestra historia reciente, emblema de la lucha por la inclusión, la igualdad y el reconocimiento pleno de los derechos de los indígenas de Bolivia. Que descanse en paz», expresó por su parte Carlos Mesa.
En tanto que el exmandatario Jorge «Tuto» Quiroga destacó a Quispe como «el líder aimara más relevante de las últimas décadas» que «defendía sus ideas con intransigente firmeza, dialogaba y cumplía compromisos asumidos».
Son varias las personalidades que consideran que las luchas iniciadas por Quispe abrieron la senda a la posterior victoria electoral de Evo Morales y el Movimiento al Socialismo (MAS) aún cuando ambos no formaron parte del mismo partido y buscaron sus objetivos políticos la mayor parte de las veces por separado. EFE
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