Bolivia sufre la “mayor crisis ambiental” de su historia tras incendios, afirman expertos
Daniela Romero
La Paz, 21 nov (EFE).- Los incendios forestales que han devorado millones de hectáreas este año han dejado a Bolivia con «la mayor crisis ambiental» de su historia, lo que significa que «no recuperará» lo que se ha perdido en más de cuatro meses de intensas quemas en bosques, pastizales y reservas naturales, advierten a EFE dos expertos en medioambiente.
«No creo que estemos en condiciones de hablar de recuperar todo lo perdido. Lo cierto y lo más probable es que lo que se ha perdido no se recupere nunca más», afirma el director de la privada Fundación Tierra, Juan Pablo Chumacero.
El Gobierno de Luis Arce facilitó su último reporte sobre los incendios el 13 de octubre, cuando informó de que la superficie devastada por los incendios forestales era de 9,8 millones de hectáreas, teniendo a Santa Cruz, la mayor región de Bolivia, como la más afectada por el fuego.
Chumacero recuerda que hasta finales de septiembre la Fundación Tierra notificó una superficie quemada de 10,1 millones de hectáreas, pero ahora se estima que hasta mediados de noviembre el fuego ha arrasado con más de 14 millones de hectáreas.
«Si miramos a nivel nacional, quiere decir que por lo menos hay 12 millones de hectáreas y lo más probable es que sean 13 o 14 millones (…) estimamos que la cifra va a ser grande», señala el director de la Fundación Tierra.
La superficie aarrasada por los incendios incluye bosques, pastizales y reservas naturales lo que ha derivado en que Bolivia sufra «la mayor crisis ambiental» de su historia, explica Vincent Vos, miembro del Instituto de Investigaciones Forestales de la Amazonia de la Universidad Autónoma de Beni José Ballivián.
El experto, nacido en Países Bajos y radicado en Bolivia, dice que la extensión afectada por el fuego es tres veces más grande que la superficie de su país natal.
Daños irreversibles en bosques, fauna y flora
El experto Vos precisa que el 60 % de las hectáreas devoradas por el fuego son bosques, situación que deriva en daños «irreversibles» en el medioambiente.
«Si se quemaron unas 6 millones de hectáreas de bosque y asumimos 300 árboles por hectárea, estaremos hablando de 1.800 millones de árboles quemados», estima.
«Podemos asumir que este año se quemaron por lo menos 10 millones de mamíferos, decenas de millones de vertebrados y miles de millones de insectos y otros invertebrados», detalla Vos.
Añade que si bien hay especies que no murieron y escaparon durante los incendios, ya perdieron «para siempre» su hábitat natural y tendrán que modificar su sistema de vida en los lugares donde permanecen ahora.
La Fundación Tierra dice que la mayor cantidad de superficie afectada por los incendios forestales está en los parque nacionales y reservas naturales.
El presidente Arce anunció que su Gobierno declarará una pausa ambiental de 10 años en todas las zonas de la Amazonia que fueron devastadas por el fuego, es decir que ya no se darán autorizaciones de quemas para siembras ni trabajos agrícolas.
Para el director de la Fundación Tierra, «es difícil» que se ejecute la pausa ambiental por los antecedentes de incumplimiento de normas que hay en Bolivia.
Según las normas vigentes, hasta el 31 de julio de cada año se permiten quemas, «pero en todos estos años, los incendios han crecido enormemente en agosto, septiembre y octubre, eso quiere decir que nadie acata la norma».
Chumacero afirma que se necesitan planes a largo plazo y que tanto el Gobierno como el sector productivo del país lleguen a acuerdos para que «hacer algo» con el fin de que el fuego no sea «la única herramienta» para abrir la frontera agrícola.
Los incendios son un problema recurrente en Bolivia y se atribuyen sobre todo a los ‘chaqueos’ o quemas controladas autorizadas para preparar los suelos para la siembra y el pastoreo.
Pese a que el Gobierno declaró «desastre nacional» debido al impacto de los incendios y a la ayuda que recibió de otros países para sofocarlos, la cantidad de hectáreas y comunidades afectadas no se compara con otros años, asegura el director de la Fundación Tierra. EFE
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