Chile abre sus puertas al comercio con Suiza
Durante una breve visita al país latinoamericano, el ministro suizo de Economía exploró, junto a una delegación empresarial, las alternativas de intercambio comercial y analizó el panorama económico de ambas naciones.
“Aunque Chile es un mercado pequeño posee ventajas competitivas muy interesantes”, destacó Johann Schneider-Ammann.
En su viaje, el ministro pasó primero por Brasil. Son dos mercados totalmente distintos; mientras Brasil posee una ventaja cuantitativa innegable -principalmente debido a sus 191 millones de habitantes- el potencial de Chile apunta más bien a su gran apertura comercial y a la previa existencia de un tratado de libre comercio con el país helvético, a través de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), conformada también por Liechtenstein, Noruega e Islandia.
Pese a sus diferencias -o quizás por ellas- ambas naciones fueron las escogidas dentro de América Latina para la visita del ministro Johann Schneider-Ammann, acompañado de una delegación de veinte empresarios.
En el país andino, la misión helvética aterrizó en Chile el 16 de octubre, iniciando una breve gira que se centró en las reuniones con los ministros de Economía, Pablo Longueira y de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno.
El encuentro con el Presidente Sebastián Piñera, planificado para el lunes 17 finalmente no fue posible por un retraso en la agenda del mandatario. Aunque se trataba de un evento más bien protocolar, curiosamente, la cita habría convocado a dos hombres provenientes del mundo empresarial que decidieron dedicarse a la política, representando a partidos que -con algunos grados de matiz- se inclinan hacia una centro derecha que defiende el libre mercado.
Inestabilidad económica mundial
Uno de los temas centrales abordados en estas conversaciones -no abiertas a la prensa- fue el escenario económico mundial, tanto europeo como latinoamericano, bajo la amenaza de una nueva crisis.
El ministro Longueira dijo: “Nuestro país está preparado para enfrentar los desafíos que suponen las desaceleraciones de las principales economías del mundo. Tenemos un sistema financiero muy sólido y certezas jurídicas que pocos países pueden ofrecer, además de herramientas para garantizar la estabilidad de las inversiones”.
Schneider-Ammann agregó que “en tiempos difíciles, como los que se acercan, es importante dejar abiertos los mercados. En eso estuvimos de acuerdo”. Y destacó que ambas naciones poseen actualmente superávits presupuestarios, condición que puede ‘blindarlos’ mejor frente a los vaivenes económicos.
Previo a la reunión de trabajo, el titular de economía chileno destacó que su país es actualmente el único latinoamericano que está en condiciones de alcanzar el desarrollo. “De acuerdo al Fondo Monetario Internacional, este año seremos el segundo país de la OCDE con mayor crecimiento (después de Turquía), equivalente a 6,5%. “Y si se cumplen las proyecciones para el próximo año, de 5%, debiéramos ser la economía con mayor crecimiento de la OCDE”, apuntó.
Asimismo, enfatizó que una de sus fortalezas es su gran apertura comercial y estabilidad. “Hemos suscrito más de 20 tratados de libre comercio con diferentes países y regiones. Además tenemos un equilibrio macroeconómico excepcional, gran estabilidad política, un banco central plenamente autónomo y una policía que no es corrupta, un ejemplo en una región donde esto no es una característica”.
Uno punto que habría interesado a los empresarios helvéticos fue la visión de Chile como plataforma de negocios, no sólo al interior de Latinoamérica, sino también con Asia, su principal socio comercial, quien concentra el 44% de las exportaciones chilenas.
Positivo, pero…
Tras reunirse con las autoridades y representantes de organismos promotores de inversiones extranjeras, Schneider-Ammann concluyó que ambos países poseen condiciones marco muy positivas, sustentadas por acuerdos como el de doble tributación (entró en vigencia en 2011), el de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones (2002) y el tratado de libre comercio AELC-Chile, suscrito en 2003. “El comercio bilateral ha crecido fuertemente en el último año, y de eso estamos muy contentos, pero también estimamos que las cifras podrían mejorar, tanto para el comercio como para la inversión”, acotó.
En ese contexto, los participantes acordaron, dentro de las próximas semanas -a más tardar, un par de meses- establecer comités que encuentren soluciones concretas para estimular el intercambio.
A modo de conclusión, el ministro helvético se mostró conforme. “Fueron conversaciones constructivas y productivas, el balance es positivo, sobre todo si toma en cuenta que se cumplieron las cuatro metas que teníamos antes de venir”.
El primero -precisa- era examinar el estado de la relación bilateral y fortalecerla. El segundo, alcanzar vías concretas para ampliar y agilizar el tratado de libre comercio y el tercero, abrir puertas para la economía helvética. “Estamos contentos, porque muchos temas e inquietudes de los empresarios de la delegación pudieron ser expuestos y tomados en consideración”.
El cuarto y último objetivo era establecer contactos personales. “Siempre es mejor que los empresarios y las autoridades de conozcan, así es más fácil tratar y avanzar”.
Durante el encuentro, además, se plantearon temas específicos como la necesidad de reconocer mutuamente los títulos profesionales, de manera de facilitar el intercambio en esta materia. Y se analizaron áreas específicas como el sector servicios, financiero y de inversiones. En cuanto a proyectos específicos, los empresarios suizos mostraron interés en participar en la construcción del túnel transandino entre Argentina y Chile, a través de proyectos de consultoría e ingeniería.
Y en el ámbito científico, se abordó el reciente acuerdo suscrito entre Chile y el European Southern Observatory (ESO) para iniciar la construcción del ‘European Extremely Large Telescope’, en el norte del país. En este proyecto Suiza participa, no sólo por ser miembro de la ESO, sino porque esta iniciativa abre nuevas también nuevas alternativas para la investigación y desarrollo de las ciencias.
“En definitiva, hemos comprobado que en ambos países, Brasil y Chile, las puertas para las empresas suizas están abiertas”, apunta Schneider-Ammann.
Con 17 millones de habitantes, posee un producto interno bruto (PIB) per cápita es de 11.828 millones de dólares, el más alto en América Latina.
Es el mayor exportador mundial de cobre. Posee una economía de mercado caracterizada por un alto nivel de comercio exterior, una reputación de fuertes instituciones financieras y una política fiscal ortodoxa, que le ha llevado a tener la mejor calificación de deuda de Sudamérica.
Las exportaciones aportan un cuarto del PIB.
Desde 2010, Chile es miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y su meta es ser un país industrializado al final de esta década.
En 2010, las exportaciones suizas a Chile totalizaron 205,9 millones de francos. Las importaciones sumaron 149,5 millones.
A fines de 2009, las inversiones suizas en Chile sumaron 1.500 millones de francos. Y las empresas suizas empleaban a 13.300 personas.
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