Cómo va la economía suiza: balance del tercer trimestre

En Ginebra, el turismo urbano se ha recuperado estupendamente de la pandemia. Stephan Torre / Keystone

Un crecimiento económico que ralentiza, hoteleros sonrientes y gigantes farmacéuticos que inician una nueva era son algunos de los aspectos más destacados de la economía suiza en el tercer trimestre de 2023. Nuestra revisión sector por sector.

1) La economía suiza se dobla, pero no se rompe

Tras un buen inicio de año, la economía suiza se estanca. Las más recientes previsionesEnlace externo de la Secretaría de Estado de Economía (SECO) afirman que el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá 1,3% en 2023, frente al 2,1% del año previo. Pero a la Confederación Helvética le está yendo mejor que a sus vecinos: el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé un crecimiento de solo 0,7% para la zona euro.

Suiza se ha visto afectada por el mal clima económico mundial y los problemas que atraviesan dos de sus principales socios comerciales: Alemania y China. La industria alemana podría experimentar una ralentización mayor a la prevista, afectando las exportaciones suizas. Los especialistas de la Confederación también anticipan una desaceleración importante en China, debido a «la crisis del sector inmobiliario, el elevado nivel de endeudamiento del país y el pesimismo que reina entre empresas y hogares”.

En materia de inflación, las noticias son variadas. Aunque el incremento de precios ha perdido ritmo durante los últimos meses, se prevé que llegue a 2% en el último trimestre del año, según los pronósticos del Banco Nacional Suizo (BNS). En septiembre, el BNS indicó que mantendría su tasa de referencia en 1,75%, pero sin descartar un nuevo incremento futuro que ayude a garantizar la estabilidad de precios en el mediano plazo.

Al igual que otras economías desarrolladas, Suiza se enfrenta a un problema de escasez de mano de obra. A finales de agosto, cuando se conocieron las últimas cifrasEnlace externo de la Oficina Federal de Estadística (OFE), había más de 120.000 vacantes sin cubrir en el país. Y como consecuencia de la falta de dinamismo económico y los repuntes en las tasas de interés, se espera que el desempleo siga aumentando lentamente. SECO espera que la tasa de paro sea de 2% este año y que ascienda a 2,3% en 2024.

2) La relojería suiza sobrevive a las crisis sin un sólo rasguño

En los nueve primeros meses del año, las exportaciones de relojes suizos superaron la barrera de los 19.000 millones de francos y fueron 8,6% mayores que las registradas en el mismo lapso del 2022, informó la Federación de la Industria Relojera (FH) a finales de octubre. Estos resultados superaron las expectativas de los analistas. El banco Vontobel, por ejemplo, aseguraba que habría un crecimiento de entre el 1% y el 3% para este año. 

«El regreso de los turistas a mercados como Francia, Hong Kong y Japón es una de las principales razones que explican este excelente crecimiento. Y la demanda de relojes suizos de alta gama sigue siendo sólida», dijo Jean-Philippe Bertschy, experto en relojería del banco Vontobel. El repunte en el turismo de compras se acentúa especialmente en el caso de Hong Kong, con un aumento de las exportaciones del 25,9% desde enero. 

Pese al buen desempeño general, tras varios meses de sólido crecimiento, las exportaciones se ralentizaron en septiembre (+3,8% interanual). Y Jean-Philippe Bertschy anticipa una normalización de aquí a finales de año, especialmente en el caso de Estados Unidos, que es el principal mercado de los relojes “hechos en Suiza”, porque se anticipa que el furor relojero post-COVID estadounidense ceda progresivamente.

Por otra parte, aunque los relojes de lujo son los que impulsan el auge del mercado, el segmento de gama básica también está dando de qué hablar. Esto se debe especialmente al Moonswatch, que es una versión asequible (250 francos suizos) del Speedmaster Moonwatch de Omega, que comercializa Swatch desde hace casi dos años y del que espera vender cerca de dos millones de unidades este año.

3) El turismo suizo ha recuperado su vitalidad

Pese a la fortaleza del franco suizo, los conflictos mundiales y el pesimismo económico imperante, el sector turístico suizo se prepara para batir récord en 2023. En octubre, el instituto de investigación BAK Economics anticipó que este año las pernoctaciones anuales superarán por primera vez los 40 millones.

Este verano, la industria hotelera suiza registró 23,5 millones de pernoctaciones, una tendencia positiva catapultada por los turistas estadounidenses, cuya afluencia superó los niveles previos a la pandemia (+20% en comparación con los niveles reportados en 2019). Los huéspedes europeos también son fieles a Suiza, especialmente los originarios del Reino Unido. «Los huéspedes extranjeros que no vimos de regreso este verano fueron principalmente chinos, indios, japoneses y del Golfo», refirió Véronique Kanel, portavoz de Suiza Turismo.

En el caso de los turistas chinos, no se espera que el volumen de pernoctaciones regrese a los niveles previos a la pandemia sino hasta 2024 o 2025. «En este mercado, solo tenemos en la mira a los viajeros individuales, o pequeños grupos, que desean permanecer en Suiza más tiempo que antes y visitar destinos que no son necesariamente turísticos», añadió Véronique Kanel.

En el caso del turismo urbano, que fue uno de los más golpeados durante la pandemia, ha existido una importante recuperación. Durante los nueve primeros meses de 2023, el volumen de pernoctaciones en las ciudades suizas fue 5,4% superior al del mismo periodo en 2019. «La capacidad de recuperación del turismo urbano se explica en el dinamismo del turismo de negocios, pero también en el hecho de que las principales ciudades suizas se centraron cada vez más en el turismo de ocio en sus actividades promocionales», precisó Véronique Kanel.

Para la temporada de invierno, BAK Economics espera un modesto incremento en las pernoctaciones (0,4%, para llegar a 17,5 millones). Tras varios años de fuerte demanda, se espera que la clientela nacional disminuya un 2,2%, un descenso que seguramente compensarán los turistas extranjeros. Los economistas de Basilea prevén un aumento de los visitantes procedentes de países europeos (+2,2%) y de mercados lejanos (5,4%).

4) Los gigantes farmacéuticos inician una nueva era

El grupo farmacéutico Novartis, con sede en Basilea, inició una nueva y relevante etapa en el tercer trimestre 2023 al escindir su división de genéricos Sandoz. «Se trata de un momento histórico para Novartis y Sandoz, que inician un nuevo ciclo como empresas independientes», dijo Vas Narasimhan, director General de Novartis, en octubre.

La escisión es un paso más en la radical reestructuración que vive el gigante farmacéutico, que ha decidido centrarse en los llamados medicamentos innovadores, concebidos para mejorar significativamente los resultados en la salud de los pacientes, al tiempo que reportan ganancias sustanciales a la empresa.

Este proceso de escisión ha infundido optimismo en la multinacional, que ya elevó sus previsiones de ganancias por tercera vez consecutiva. Durante el tercer trimestre, las ventas del grupo alcanzaron los 11.800 millones de dólares, un 12% por encima del mismo lapso del 2022, superando las expectativas de los analistas.  En tanto, Sandoz -una de las principales empresas de genéricos del mundo- abre las alas en un momento complejo para el sector: los fabricantes de medicamentos genéricos suizos se enfrentan a una férrea competencia de Asia y a una creciente presión para reducir sus precios.

Su rival Roche, basada en Basilea, también vive una fase de transición debido a que varias de sus patentes de medicamentos más renombradas y rentables están a punto de expirar. Sus ventas aumentaron un 7% en el tercer trimestre, pero la cotización de sus acciones no reaccionó así de positivamente. En octubre, la empresa basiliense anunció la importante adquisición de Telavant Holdings, por 7.100 millones de dólares, que espera que mejore sus perspectivas.

5) La incertidumbre se instala en el comercio de las materias primas

Tras varios meses de beneficios históricos gracias al incremento experimentado por los precios de las materias primas, los gigantes del sector volvieron a poner los pies sobre la tierra. Las utilidades de Glencore cayeron casi un 50%, totalizando 9.400 millones de dólares en el primer semestre del año por el lento crecimiento de la economía y la frágil demanda de China.

El estallido de la guerra en Oriente Medio es una fuente adicional de incertidumbre. Si la guerra en la región sigue expandiéndose, los analistas predicen que los precios del petróleo volverán a repuntar.

Los negociantes suizos de materias primas enfrentan también retos políticos. Con la Unión Europea analizando nuevas sanciones contra Rusia, la Oficina Federal de Estadística Suiza (OFS) informó que el comercio de materias primas a través de Suiza está cayendo en 2023. Esta información confirmaría los reportes de que algunos comerciantes se retiran de ciertos mercados para centrarse en otros que se han visto menos afectados por las sanciones, como los Emiratos Árabes Unidos.

6) La adquisición de Credit Suisse por UBS sigue siendo el mayor reto del sector bancario

Tras un recorte de 13.000 empleos a tiempo completo que realizó a principios del 2023, el banco UBS dice estar en condiciones de ahorrar 10.000 millones de dólares de aquí al 2026. Los temores e inquietudes se han atenuado ligeramente desde que UBS tuvo que comprar de forma urgente al Credit Suisse, su rival histórico y el segundo banco más importante de Suiza, en marzo pasado. Pero aún restan interrogantes sobre el futuro del sector bancario suizo.

Una cuestión candente que está en la mente de todos en este momento es cómo evitar que una nueva crisis catastrófica como la del Credit Suisse se repita en el futuro. De acuerdo con Reuters, el Gobierno suizo analiza medidas para frenar la fuga de grandes sumas de dinero de los bancos. Por ejemplo, se habla de que las autoridades reguladoras podrían imponer comisiones a los grandes retiros realizados de forma relámpago u ofrecer tasas de interés más elevadas a los ahorros de largo plazo para incentivarlos.

Otro asunto pendiente es qué ocurrirá con las demandas legales relacionadas con los bonos AT1 del Credit Suisse que fueron amortizados -sin recompensa para los propietarios- durante la absorción forzosa del banco. Este tema podría estar en tribunales durante meses o incluso años.

Pese a ello, UBS parece haber disipado los temores del mercado con respecto a la emisión de este tipo de bonos. Concretamente, la demanda de los inversores de los bonos AT1 por 3.500 millones de dólares emitidos recientemente por UBS superó con creces las expectativas. Ésta fue una buena noticia para todos los bancos suizos, que dependen de la emisión de este tipo de bonos para mantener sus ratios de capital en los niveles saludables que exige la autoridad.

Texto adaptado del inglés por Andrea Ornelas