El caso Salinas, el dinero de los cárteles mexicanos y Suiza
México en los años 90 se convirtió en el escenario de un gigantesco tráfico de cocaína. Para que las montañas de dinero amasadas por los cárteles pudieran reintroducirse en la economía legal, había que blanquearlo bajo la protección de los dirigentes del país. La corrupción está en todas partes, pero destacan dos nombres: los de los hermanos Carlos y Raúl Salinas, “los Kennedy de México”.
>> Aquí puede escuchar el podcast en francés:
Carlos Salinas fue elegido presidente a los 40 años. Y, aunque prometió al electorado una “nueva cultura política”, entre bastidores, hizo la vista gorda ante el tráfico de drogas. Cantidades sospechosas llegaron a decenas de cuentas en bancos suizos y no tardaron en sorprender con las manos en la masa a Raúl Salinas y a su esposa, Paulina Castañón. La escena ocurrió en Ginebra, en las ventanillas del banco Pictet & Cie…
El tercer episodio de la serie “Dangereux millions” (Millones peligrosos) sigue la trayectoria de los hermanos Salinas y cuenta cómo el escándalo de blanqueo de dinero que lleva su nombre ha dejado huella en una generación de investigadores y fiscales de Suiza. Los periodistas Marie Maurisse y François Pilet han entrevistado a los exmagistrados Bernard Bertossa y Carla Del Ponte.
El 15 de noviembre de 1995, una mujer muy elegante se detuvo frente al número 29 del bulevar Georges Favon de Ginebra. Entró en las oficinas del banco Pictet & Cie. La clienta quería recuperar… 84 millones de dólares en metálico.
Aquella mujer era Paulina Castañón, que vino a Suiza a petición de su marido, Raúl Salinas. En cuanto llegó a la ventanilla, se dio cuenta de que algo iba mal… Los banqueros se asustaron y la denunciaron ante la policía. Castañón salió a toda prisa hacia la estación de Cornavin, donde fue detenida y conducida a la prisión de Champ-Dollon. El escándalo fue mundial.
La Fiscalía de Ginebra abrió una investigación. El fiscal Bernard Bertossa siguió el rastro y descubrió decenas de cuentas en varios bancos suizos. Se encontraron en total más de cien millones de dólares… que se bloquearon de inmediato. Todo un récord para la época. Y un éxito para la justicia suiza, que mostró músculo.
Investigación enquistada
El caso llegó enseguida a las autoridades federales, que se aprovecharon de él. Querían enviar una señal: Suiza no iba a tolerar el blanqueo de dinero procedente de la droga. Las pruebas parecían abrumadoras. El jefe de la Policía federal, Valentin Roschacher, y la fiscal, Carla Del Ponte, creían que el caso iba a cerrarse rápidamente. Pero se equivocaron.
Pasaron meses y pasaron años. Y, en realidad, la investigación no avanzaba. La familia Salinas se valió de todos los mecanismos de la justicia suiza y multiplicó los recursos para recuperar su dinero.
En 1999 los Salinas obtuvieron una primera victoria. La más alta autoridad judicial suiza llamó al orden a Carla Del Ponte. Se había extralimitado en sus funciones. Se la apartó de la investigación y, poco a poco, el “caso Salinas” fue cayendo en el olvido.
En 2008, finalmente, las autoridades suizas devolvieron 74 millones de dólares a México. El fallo decía que “las investigaciones suizas y mexicanas no han permitido establecer el origen manifiestamente delictivo de los fondos” en poder de la familia Salinas. Los jueces consideraron que este dinero sucio no procedía de los cárteles, sino de la malversación de fondos públicos.
Suiza salva el tipo
“Fue una historia fascinante. También demuestra lo difícil que, para la justicia suiza, en este tipo de casos de blanqueo de dinero, es tener éxito. Depende por completo de la justicia del país de origen, que primero debe probar el delito. Y en el caso de México, la connivencia entre políticos y delincuentes es grande. Así que este delito nunca se ha probado y Suiza no ha podido entrar en materia”, recuerda el periodista de investigación Ian Hamel, que siguió de cerca el caso.
La acusación de malversación de fondos públicos permitió a Suiza salvar el tipo. Permitió evitar tener que devolver los millones directamente a los Salinas, y pagarlos al Gobierno mexicano en concepto de reparación.
Este fracaso en el caso Salinas no ha frenado la carrera de los magistrados suizos Del Ponte y Bertossa. Carla Del Ponte pasó a formar parte del Tribunal Penal Internacional de La Haya donde juzgó a criminales de guerra. Bernard Bertossa, por su parte, prosiguió sus investigaciones en Ginebra y, en el campo de la lucha contra la corrupción y el blanqueo de dinero, junto con otros destacados fiscales europeos, lanzó el “Llamamiento de Ginebra” (“l’appel de Genève”) para intentar cambiar la legislación. Carlos Salinas sigue siendo una figura influyente en la política mexicana.
Coproducido por swissinfo.ch, Europe 1 Studio y Gotham City, “Dangereux millions” (Millones peligrosos)cuenta cómo Suiza se ha convertido en un lugar de blanqueo para delincuentes del mundo entero. El próximo episodio estará dedicado al “caso Mabetex” y se remontará a los orígenes de las turbulentas relaciones entre Suiza y el Kremlin con la llegada al poder de un joven y ambicioso agente secreto: Vladímir Putin.
Texto adaptado del francés por Lupe Calvo
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