«Europa necesita un extenso plan de inversión»
Bernadette Ségol, la número uno de los sindicalistas europeos, se congratula de la decisión del BCE de comprar activos públicos por más de un billón de euros. Pero no será suficiente para sacar al Viejo Continente del marasmo, asegura al margen del Foro Económico Mundial de Davos.
La secretaria general de la Confederación Europea de SindicatosEnlace externo (CES), Bernadette Ségol, ha sido invitada por tercera vez consecutiva al Foro Económico Mundial de DavosEnlace externo (WEF). Y ha acudido a la cita para denunciar una vez más las políticas de austeridad que, a su juicio, amenazan la construcción europea.
El Banco Central Europeo (BCE) anunció el jueves que comprará deuda pública y privada por 60 000 millones de euros mensuales, a partir de marzo de 2015 y hasta septiembre de 2016. Este programa de expansión cuantitativa pretende relanzar el crecimiento y luchar contra la deflación. La compra de deuda pública se considera el último recurso de un banco central para relanzar la economía.
swissinfo.ch: Según un informe que publicó la OIT esta semana, se han perdido más de 61 millones de empleos desde la crisis financiera de 2008 y la tendencia se mantendrá hasta finales de esta década, sobre todo en Europa. ¿No hay manera de frenarla?
Bernadette Ségol: Existen remedios y es hora de utilizarlos. Europa necesita urgentemente un significativo plan de inversión que ascienda al 2% del PIB europeo, o sea cerca de 250 000 millones de euros anuales durante seis años. El objetivo es situar a Europa a la cabeza de la industria medioambiental, ya sea en el ámbito del ahorro energético, la renovación de edificios o el transporte ecológico.
La Comisión Europea prevé invertir 315 000 millones durante un periodo de tres años, lo que, a nuestro juicio, es absolutamente insuficiente para relanzar el empleo. El déficit de inversión en Europa en los últimos años oscila entre 270 000 y 510 000 millones por año.
Además, necesitamos otra política económica europea. De hecho, la austeridad y los recortes salvajes son los responsables de la estagnación económica en Europa.
swissinfo.ch: Si las medidas políticas no surten efecto, ¿por qué Europa y los gobiernos nacionales se obstinan en seguir esta vía?
B.S.: Porque esa política ha beneficiado a una pequeña parte de la población, a los más ricos. Estas personas tienen interés en vivir en una sociedad en la que rigen las reglas del mercado.
Soy partidaria de sanear las arcas públicas, pero tengo que admitir que las políticas adoptadas solo han contribuido a estrangular la demanda y no han disminuido la deuda. Al contrario. En Grecia, por ejemplo, la deuda ha pasado del 120% del PIB después de la crisis al 175% en 2014.
swissinfo.ch: ¿No habría que cuestionar la protección excesiva de los asalariados en Europa y la escasa flexibilidad del mercado laboral?
B.S.: En los últimos años, muchos países europeos han puesto en marcha reformas estructurales. Recortaron los salarios y la protección de los trabajadores, y crearon más contratos precarios. Pero estos nuevos empleos no hacen sino empobrecer a los asalariados y les impiden vivir decentemente. ¿Es eso lo que queremos?
swissinfo.ch: Los jóvenes son un grupo muy castigado por el desempleo. ¿No habría que analizar el sistema de formación que privilegia los estudios universitarios en muchos países europeos?
B.S.: La situación de los jóvenes en paro es grave, por no decir desesperante. No tengo problema en decir que hay que repensar el sistema de formación y aprendizaje. Pero para ello se necesitan políticas públicas fuertes, y por tanto, dinero.
swissinfo.ch: Frente a los riesgos de deflación, el BCE acaba de anunciar que comprará deuda pública por 60 000 millones de euros mensuales, a partir de marzo y hasta septiembre de 2016. ¿Cuál es su reacción?
B.S.: Hace mucho tiempo que venimos diciendo que el BCE debe asumir su papel de prestamista de última instancia. Es indispensable en una unión monetaria. Las medidas anunciadas deben contribuir a relanzar la economía y el crecimiento en Europa y, por tanto, son bienvenidas. Pero solo con inversiones considerables lograremos realmente reavivar la economía europea.
swissinfo.ch: ¿La crisis económica es culpable de todos los males? La deslocalización de actividades a países donde los costes de producción son bajos va a proseguir…
B.S.: No, Alemania, por ejemplo, ha conseguido preservar sus pymes y diversificar la economía. En ese país existe aún una industria fuerte, y con ella prospera todo un sector de servicios. Los convenios colectivos y el pacto social también han servido para paliar los efectos de la crisis.
swissinfo.ch: ¿Es usted entonces partidaria del modelo alemán?
B.S.: Contiene aspectos positivos como he mencionado, pero también negativos. Me refiero, por ejemplo, a los millones de ‘miniempleos’, empleos precarios que han permitido a Alemania presionar a la baja los salarios respecto a su países vecinos. El ‘dumping’ salarial y social dentro de la Unión Europea es la crónica anunciada de la muerte del proyecto europeo.
La economía mundial vive un periodo de crecimiento lento, aumento de las desigualdades y agitación social, indicó el pasado lunes la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su informe anual ‘Perspectivas sociales y del empleo en el mundo – Tendencias 2015Enlace externo’.
En 2019, más de 212 millones de personas no tendrán empleo; actualmente son 201 millones. Desde el inicio de la crisis global en 2008 se han perdido más de 61 millones de empleos, declaró el director general de la OIT, Guy Ryder.
Según el informe, los países han tenido dificultades para remontar después de la crisis, debido a las crecientes desigualdades y las perspectivas inseguras de inversión empresarial.
En varias economías avanzadas, las desigualdades salariales se aproximan a las que registran las economías emergentes. Estas, por el contrario, han avanzo en la reducción de las desigualdades, explicó Guy Ryder.
swissinfo.ch: Otro país que va bien en el continente es Suiza. ¿Cómo explica usted su buena salud económica?
B.S.: En las últimas décadas, Suiza ha fundado una buena parte de su economía y prosperidad en atraer capitales no declarados y sociedades que buscan evadir el fisco. Es hora de terminar con estas prácticas. El hecho de que haya empresas que sustraen impuestos en los países donde obtienen ganancias es absolutamente insostenible.
swissinfo.ch: ¿Se puede reducir a Suiza a su supuesto estatus de paraíso fiscal, cuando ha aunado esfuerzos para abrogar, sobre todo, las condiciones ventajosas que concedía a las multinacionales?
B.S.: No estoy segura de que las medidas adoptadas sean suficientes. Pero hay, evidentemente, cosas positivas que se pueden copiar de ese país, sobre todo su sistema de pacto social o su extensa red de pymes.
swissinfo.ch: Según la OIT, en varias economías avanzadas, las desigualdades rozan los niveles que se registran en las economías emergentes. ¿Cuáles son las consecuencias para Europa?
B.S.: El aumento de las desigualdades desestabiliza a las sociedades europeas y genera grandes dudas sobre el ideal que llevó a la creación de la Unión Europea. Y los populistas de todos los bandos, que solo ofrecen perspectivas absurdas, como el restablecimiento de las fronteras nacionales, las aprovechan.
No solo están en juego la moral y la cohesión social, sino la viabilidad de las economías europeas. En Grecia, por ejemplo, el aumento del extremismo y la situación de conflicto que han generado las políticas de austeridad han tenido como consecuencia una pauperización de la población y una caída del consumo.
swissinfo.ch: ¿El Foro de Davos es el lugar idóneo para hablar de desigualdades?
B.S.: Confío en que así sea, porque los directivos empresariales y los políticos presentes en Davos tienen gran parte de responsabilidad. Desgraciadamente, tengo la impresión de que a las palabras pronunciadas no siguen efectos.
swissinfo.ch: ¿Entonces para qué venir a Davos?
B.S.: Tal vez mi presencia sea una coartada para este Foro, pero no puedo renunciar a traer mi mensaje aquí. El WEF ofrece, por otro lado, múltiples posibilidades para informarse y entrevistarse con gente de forma más directa e informal. Es lo que la convierte en una plataforma interesante.
Traducción del francés: Belén Couceiro
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