Flexibilidad y productividad, claves para abandonar la crisis
Pese a su distancia geográfica y cultural, Suiza y América Latina consiguieron superar la crisis con celeridad y retomar la senda del crecimiento.
Adaptarse con agilidad a un nuevo entorno y ofrecer más a los clientes fue parte de la fórmula común que aplicaron. Pero no hay recuperación exitosa sin PMES, estima Ulrich Frei, director ejecutivo internacional de la entidad suiza de promoción empresarial Fundes.
América Latina transitó la crisis -que aún doblega a Europa- como quien camina sobre las aguas sin hundirse.
En 2012 la economía de la región crecerá 4,25%, según previsiones del World Economic Forum (WEF). Y en 2010 y 2011, años que marcharon cuesta arriba para el continente europeo, Latinoamérica consiguió tasas de crecimientos superiores al 5%, al tiempo que ganó competitividad.
¿Cuál ha sido la clave del presente bienestar de Latinoamérica desde la perspectiva de Suiza?
Desde Costa Rica, durante una charla telefónica, Ulrich Frei, director ejecutivo de Fundes, institución especializada en fortalecer la capacidad de las micro, pequeñas y medianas empresas para insertarse a los mercados, ofrece su visión sobre el tema.
swissinfo.ch: Este es el quinto año de crisis y cada región lo ha vivido de una forma diferente. ¿Cómo consiguió Latinoamérica transitar el colapso con daños colaterales tan acotados?
Ulrich Frei: Tenemos mucha práctica en materia de crisis. Pero creo que no puede hablarse del “manejo que dio Latinoamérica” porque cada país es distinto y maneja las cosas a su manera.
Sin embargo, existen rasgos comunes. Concretamente, son economías edificadas sobre estructuras muy flexibles, sensibles a los cambios y con una gran capacidad de adaptación.
Argentina, por ejemplo, suele experimentar una gran crisis cada 8 o 10 años, esto da a las economías una cierta flexibilidad que les permite salir del problema de forma más acelerada.
swissinfo.ch Si tuviéramos que esquematizar las diferencias entre América Latina y Europa, ¿cuáles son las más importantes?
U.F.: En América Latina las leyes son mucho menos rígidas que en Suiza o en Europa. Sirven como guión, pero los latinoamericanos son expertos en la improvisación, lo que les permite salir rápido de los problemas. Quizás no de la forma más ordenada, pero sí con agilidad.
Cuando la presente crisis comenzó, en 2008, América Latina lo pasó mal. Son países que son esencialmente maquiladores o proveedores de materias primas para los mercados desarrollados.
Por ello, sufren mucho cuando sus clientes no pueden hacerles pedidos. Y están también los logros obtenidos en materia de competitividad.
Pero las leyes son mucho menos rígidas. Y debemos reconocer también que alrededor del 60% de los trabajadores pertenecen a la economía informal, por lo tanto, operan al margen de la ley.
Están en el mercado por necesidad, no por deseo. Su flexibilidad es total. Puedes dedicarte hoy a un negocio y mañana a otro completamente distinto. Una flexibilidad, insisto, que no existe en los mercados desarrollados.
swissinfo.ch Fundes centra su trabajo en las PME y éstas son el corazón de la economía latinoamericana, pero también de la suiza y la europea. ¿Qué rol jugaron en esta crisis?
U.F.: Las PME no tuvieron ninguna responsabilidad en este colapso, ya que estalló inicialmente en al ámbito financiero y después trascendió a la economía real.
Cuando el problema ya estaba ahí, las PME perdieron mucho.
Sin embargo, no hay forma de salir de una crisis sin el apoyo de las micro y pequeñas empresas, porque representan 99% de la masa empresarial, son generadoras del 75% del empleo y del 50% de la riqueza de estos países. Esta es su gran fuerza y relevancia.
swissnfo.ch ¿Cuál fue el principal error cometido por el Viejo Continente? ¿Por qué ha sido tan largo y penoso el proceso de salida de la crisis?
U.F.: Tengo 25 años en América Latina porque lo que en el presente me siento más cómodo hablando de la realidad de esta región. Pero más allá de la experiencia latinoamericana, pero es claro que lo que deben hacer las economías europeas es no gastar más de lo que tienen, un principio que aplica Suiza.
Durante muchos años gastaron más de lo que tenían y esto los colocó en una situación muy compleja.
Creo que uno de los puntos fundamentales es el principio del valor agregado que también conoce muy bien Suiza.
En el caso de las empresas helvéticas, por cada dólar de insumos importados, exportarán productos con un valor de mercado de 7 dólares. Es una máxima importante.
swissinfo.ch: Y con respecto a Latinoamérica, a partir del trabajo realizado por Fundes, cuál es la perspectiva que observa para esta región en los dos años por venir…
U.F.: Nuevamente, creo que no podemos hablar de comportamiento regional, porque cada país es diferente. La gran aportación en términos de masa crítica la hacen México y Brasil, pero el mercado emergente más importante después de Panamá, es Perú, que es un “tigre” latinoamericano que ya comienza a realizar aportaciones concretas a las cifras globales de la región.
Creo que América Latina ha avanzado mucho, pero aún tiene un gran reto con respecto al valor agregado que imprime a sus productos. Nuestra contribución aún es limitada, se vende mucha materia prima.
Esa es la gran lección de América Latina en esta crisis y su aportación para otros su flexibilidad y su capacidad para adaptarse a nuevos entornos.
Fundes fue fundada en 1984 como iniciativa del empresario helvético Stephan Schmidheiny y del Arzobispo de Panamá, Marcos McGrath con miras a reducir el desempleo que golpeada a países como Panamá.
Para ambos, el mejor camino para fortalecer las economías era dar crédito a los pequeños empresarios como una forma de generar puestos de trabajo y contribuir al desarrollo del país. Ese programa pionero marcó el comienzo del trabajo continuo que FUNDES realiza en la promoción de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa.
Tras Fundes Panamá, se fundó una estructura semejante en Costa Rica, y más tarde homólogas en Guatemala, Colombia, Bolivia, Chile, Argentina, México, Venezuela y El Salvador.
El trabajo de FUNDES se centra en el fortalecimiento de capacidades empresariales de una amplia base de micro, pequeñas y medianas empresas para mejorar su inserción a los mercados y buscar la transformación de sectores, regiones y del clima de negocios.
Fundes aplica el mismo modelo de negocios en 10 países, al que llama ‘creación del valor compartido’, que incluye valor económico, porque es fundamental, pero también social y ambiental.
Busca distribuir mejor la riqueza a partir de una interacción constante entre los gigantes y los pequeños.
Un ejemplo concreto. Si Nestle necesita bananas orgánicas, Fundes busca al millar de productores costarricenses que estarán en condiciones de ofrecerles los productos de calidad para dicho abasto.
En México generó las redes de proveedores (micro) de legumbres para cadenas como WallMart. En Brasil, organizó el trabajo de los “chatarreros” que reúnen metales viejos para reciclar en grandes fábricas.
Para el grupo suizo Schindler, fabricante de elevadores y escaleras eléctricas, Fundes capacita a los microempresarios que los instalarán.
De acuerdo con FUNDES en la región existen 16,6 millones de microempresas, 716 mil pequeñas empresas y 145 mil medianas empresas. ¿Cuál ha sido la evaluación de la creación de empresas durante los últimos 10 años?
De acuerdo con estimaciones del World Economic Forum (WEF), publicadas en su Reporte de Competitividad Global 2011-2012, durante el último año la mayoría de las economías latinoamericanas ganaron en materia de competitividad: México escaló 8 posiciones; Perú, 6; Bolivia y Brasil, 5; Panamá y Ecuador, 4, y Argentina
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