Las Escuelas suizas en el extranjero lidian con la falta de personal docente
Una competencia cada vez más intensa, una natalidad en descenso y la falta de personal docente son algunos de los retos a los que se enfrentan las Escuelas suizas en el exterior. Barbara Sulzer-Smith, directora saliente de educationsuisse, analiza la situación internacional de la enseñanza escolar. Entrevista.
SWI swissinfo.ch: Tras ocho años en el cargo, usted deja la dirección de educationsuisse. ¿Qué ha cambiado en las Escuelas suizas durante este período?
Barbara Sulzer-Smith: En los últimos ocho años, la competencia se ha intensificado enormemente en las distintas sedes de las Escuelas suizas del extranjero. En todo el mundo crece el número de colegios privados que, además, son cada vez más poderosos.
Antes, bastaba con que las Escuelas suizas exhibieran la enseña nacional de la cruz blanca. Hoy, en cambio, es necesario presentarse con un claro posicionamiento y comercializarse bien. Estas circunstancias también nos han obligado a perfeccionarnos en la dirección para apoyar la red de las Escuelas suizas.
Por si fuera poco, tenemos que lidiar con el hecho de que hay cada vez menos niñas y niños suizos en el extranjero. Para que las Escuelas suizas puedan seguir existiendo, los centros tienen que acoger a cada vez más alumnas y alumnos locales e internacionales. El foco ya no se centra en el alumnado suizo, sino cada vez más en la comercialización de la educación suiza como producto.
¿Cómo es la situación actual de las Escuelas suizas? ¿Y qué retos tendrá que afrontar su sucesor?
Las Escuelas suizas están bien posicionadas, aunque existen diferencias regionales. En Europa, por ejemplo, la situación es mucho más complicada, la competencia es más fuerte, también porque los países europeos disponen de sistemas educativos con un buen nivel en el ámbito local. Las Escuelas suizas en Europa tendrán que afrontar retos mayores en el futuro.
El segundo aspecto importante es la falta de personal docente, un problema que afecta a muchas Escuelas suizas en el extranjero. Ciertamente, no nos faltan los profesores dispuestos a trasladarse al extranjero, pero a la generación más joven le cuesta comprometerse para un período de dos o tres años.
El tercer aspecto se refiere al crédito de subvención de 20 millones de francos suizos que suministra la Confederación. En el caso de que se recortara este crédito, tendríamos que reducir la contratación de personal suizo, lo cual significaría que no podríamos garantizar ya más la marca suiza en nuestras escuelas.
Acaba de mencionar la falta de personal docente. ¿Todavía consigue cubrir todas las vacantes?
Sí, también este año hemos logrado cubrir todas las plazas. Creo que se conseguirá también en el futuro. Para poder firmar un contrato de trabajo con una Escuela suiza es obligatorio tener un diploma suizo de aptitud para la enseñanza. De lo contrario, la Confederación no nos pagaría las subvenciones. Esta es la razón por la que no tenemos la posibilidad de contratar a docentes no diplomados.
¿Ya no atrae la idea de poder trabajar en el extranjero con condiciones laborales suizas?
Hay que tener en cuenta que la juventud de hoy ha viajado mucho y ya ha estado en muchas partes del mundo. Antiguamente, este tipo de trabajo era una de las pocas oportunidades que existían para trasladarse al extranjero. Pero los tiempos han cambiado, el mundo se ha vuelto más efímero.
¿Por qué recomienda usted la docencia de tres años de duración?
Es cierto que gran parte del trabajo diario discurre por los mismos cauces que en Suiza. La enseñanza se basa en un plan de estudios suizo y, en parte, también en libros de texto suizos. Pero, por otro lado, también es verdad que los docentes se tienen que adaptar a un entorno multicultural y a un país distinto con otra lengua, una cultura desconocida y un clima diferente. Hasta que uno se da cuenta dónde conviene ir de compras y en qué zona se vive bien, puede transcurrir un año. A partir del segundo año se puede empezar a disfrutar. Y no es hasta el tercer año cuando realmente se consigue sacar el máximo provecho de la estancia.
Hablemos de la conciliación entre la vida profesional y familiar y del trabajo compartido. ¿Están las Escuelas suizas del extranjero preparadas para satisfacer estas necesidades?
Hay poco empleo a tiempo parcial, también por razones financieras por ambas partes. Para una persona docente es difícil vivir holgadamente con el sueldo de un solo trabajo a jornada reducida en una Escuela suiza. En el extranjero, el salario del cuerpo docente es más bajo que en Suiza. Es por eso que la mayoría suele trabajar al cien por cien.
Además, lo que lo hace aún más difícil es el hecho de que no hay garantías para que la persona acompañante encuentre un trabajo en el respectivo país de destino.
No obstante, la contratación a tiempo parcial o el trabajo compartido son posibles, pese a las dificultades que ello supone para la organización interna de los centros. En estos momentos, ofrecemos un modelo de trabajo compartido en la Escuela suiza de Catania.
En la conferencia anual de las Escuelas suizas se enfatizó lo avanzadas que están las Escuelas suizas como institución y que el sistema educativo suizo podría beneficiarse de la amplia experiencia. ¿Cómo lo ve usted?
En determinados campos, las Escuelas suizas disponen de muchísima pericia y experiencia. Un ejemplo son las estructuras diurnas. La Escuela Suiza de Barcelona, que ya cumplió sus cien años, sabe desde hace ya un siglo cómo se tienen que organizar este tipo de colegios con estructuras de horario completo.
El alemán como lengua de aprendizaje y educación es otra asignatura que destaca por su nivel avanzado. La mayoría de los alumnos en nuestras escuelas no son hablantes nativos de alemán, lo cual también sucede cada vez más en Suiza.
El Consejo Federal acaba de armonizar los requerimientos para la obtención del certificado suizo de madurez (título que da acceso a los estudios universitarios, n.d.l.r.). Ahora se pone mayor énfasis en la lengua de enseñanza y en las matemáticas. ¿Tendrán que adaptarse también las Escuelas suizas del exterior?
No todas las Escuelas suizas ofrecen el certificado de madurez. Las que lo hacen, se encuentran bajo la supervisión de sus respectivos cantones de patrocinio. Es con estos cantones con los que deben examinar lo que conviene adaptar.
¿Incorporan las Escuelas suizas muchas particularidades locales? ¿Y cómo se consigue que todos los colegios funcionen igual?
El año pasado elaboramos una carta que pretende ser la base común de todas las Escuelas suizas. En primer lugar, son nuestros docentes nacionales quienes se ocupan de transmitir la marca y la pedagogía suizas, aunque también nuestros valores, la educación cultural y nuestra manera de cooperar. Estos elementos son constitutivos para todas las Escuelas suizas.
Ello no obstante, cabe señalar que las Escuelas suizas siempre han sido lugares de encuentro. Siempre han tratado de tender puentes entre la cultura local y la suiza. Todas las Escuelas suizas tienen la obligación de cumplir tanto el plan de estudios suizo como el cuadro de enseñanza local. Este anclaje en la cultura local del país es una de las grandes fortalezas de las Escuelas suizas en el extranjero, un rasgo que las diferencia netamente de las Escuelas alemanas o de los Liceos franceses.
Las Escuelas suizas son una marca fuerte y destacan por su alto nivel de formación. ¿No existe el riesgo de que algún día solo serán asequibles para la élite? ¿Cómo se logra garantizar un acceso democrático a su oferta educacional?
En un principio, la Ley federal sobre la difusión de la formación suiza en el extranjero garantiza el acceso de cualquier alumno suizo a los colegios suizos en el exterior, con independencia de las posibilidades financieras de los padres.
En la mayoría de los centros de enseñanza disponemos de un sistema de becas que permite también a las familias menos acomodadas la escolarización de sus hijos en un Colegio suizo. Por otro lado, también es verdad que se trata de escuelas privadas que necesitan recaudar tasas para autofinanciarse. En Europa, la clase media puede pagar muy bien estas cuotas escolares; mientras que si cruzamos al otro lado es, efectivamente, más bien la clase alta la que se puede permitir esta oferta educativa.
51 alumnas y alumnos diplomados en Escuelas suizas estudiaron en Suiza en 2022. ¿Nos podría dar una explicación para este dato?
La dirección de educationsuisse ofrece asesoramiento a las Escuelas suizas y a sus alumnos que quieren estudiar en Suiza. La cifra de alumnos diplomados en Escuelas suizas se ha incrementado. Pero también ha crecido el interés de los suizos y suizas del exterior que no han cursado ninguna Escuela suiza. Estudiar en Suiza se ha vuelto más atractivo.
Texto adaptado del alemán por Antonio Suárez Varela
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