¿Rebajas fiscales para combatir la falta de personal cualificado en Suiza?
La economía suiza tiene cada vez más dificultades para cubrir los puestos vacantes. Al mismo tiempo, aumenta el número de empleados que trabajan a jornada parcial. ¿Se podría paliar esta situación con ajustes fiscales?
Instaladores de calefacción, capataces, fontaneros de construcción son algunos de los especialistas más buscados en el mercado laboral suizo. Por término medio, los puestos vacantes en estas profesiones suelen anunciarse durante más de dos meses. Algunas plazas se quedan sin cubrir incluso durante más tiempo. En el ramo de la carpintería, por ejemplo, uno de cada cinco puestos permanece vacante durante más de cuatro meses y medio.
Por la escasez de trabajadores cualificados, la economía suiza pierde cada año alrededor de cinco mil millones de francos en valor añadido. Es lo que apunta un estudioEnlace externo de Boris Kaiser, economista del mercado laboral en la agencia consultora BSS Volkswirtschaftliche Beratung.
Cada vez más gente trabaja a tiempo parcial
A la falta de personal cualificado se añade el hecho de que cada vez más gente trabaja a tiempo parcial. Según datos de la Oficina Federal de EstadísticaEnlace externo, un 40 % de los asalariados en Suiza trabaja a jornada reducida. Esto significa que el porcentaje de empleos a jornada parcial se ha casi duplicado en treinta años. Una razón para ello es que hay más mujeres trabajando.
Sin embargo, en los últimos treinta años no ha aumentado solo el empleo a tiempo parcial, también ha subido del 80 al 85 % el índice de actividad. Un trabajador cuenta como empleado a tiempo parcial si su tasa de ocupación es inferior al 90 %.
¿Se acentúa la escasez de personal cualificado con el aumento de las jornadas reducidas? Monika Bütler, profesora honoraria en la Universidad de San Galo, es experta en la materia, además de ser la invitada del último podcast de swissinfo.ch sobre temas financieros. En su opinión, “trabajar a tiempo completo es caro”, y los que trabajan a plena jornada tienen menos tiempo. “Cuando mis hijos necesitaban calzado, salía corriendo a la primera tienda que encontraba, por lo que pagaba mucho más que mis amigas que trabajan a jornada parcial”, afirmó la economista en una entrevista Enlace externocon el diario Neue Zürcher Zeitung el pasado mes de marzo.
Quienes trabajan a tiempo completo reciben menos subsidios del Estado
Pero no es el único motivo por qué trabajar a tiempo completo sale más caro. Padres y madres de familia que trabajan al cien por cien suelen tener gastos para la guardería infantil o las empleadas del hogar. Y quienes trabajan mucho, no suelen tener derecho ya a ayudas públicas u otros subsidios del Estado, como por ejemplo una reducción individual en las primas del seguro de enfermedad.
Además, el tipo impositivo sube proporcionalmente a los ingresos. Los que ganan mucho, tienen que tributar un porcentaje más elevado de sus rentas al Estado. Por tanto, ¿agrava el régimen fiscal con sus desventajas para los trabajadores a pleno empleo la falta de personal cualificado?
Así influyen los impuestos sobre la oferta de mano de obra
No existe una respuesta unívoca a esta pregunta. Si bien es verdad que impuestos más bajos acrecentarían los incentivos para trabajar más tiempo, no parece que este efecto sea muy relevante.
De hecho, con impuestos más bajos serían sobre todo los ricos (y los autónomos) quienes tendrían que trabajar más, mientras que los asalariados con un nivel de renta medio apenas percibirían las reducciones fiscales como un estímulo. Así lo demuestra un estudioEnlace externo de Isabel Martínez, economista del Centro de investigación de los ciclos económicos en la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (EPFZ).
Además, tipos impositivos más bajos solo contribuirían a que las personas que ya dispongan de un trabajo aumenten su jornada laboral. Martínez no pudo detectar ningún efecto sobre el índice de actividad, es decir, sobre la cifra de personas que realmente se dedican a una actividad remunerada.
Otro efecto de impuestos bajos
Por otro lado, tipos impositivos más bajos significarían que el Estado recaudaría menos. No está claro en qué ámbitos decidiría la política acometer los primeros recortes en una situación semejante. Sin embargo, lo que parece claro es que muchas familias ya no se podrían permitir pagar los gastos de las guarderías infantiles porque tendrían que asumir una reducción en los subsidios estatales.
Una posible consecuencia sería que los niños y niñas suizos necesitarían más servicios de asistencia doméstica. De este modo, las reducciones fiscales no contribuirían a elevar el número de profesionales como instaladores de calefacción o fontaneros de construcción, sino más bien lo contrario.
Texto adaptado del alemán por Antonio Suárez
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