Suiza sigue sin tener un avión de evacuación
Una región sumida en el caos, y hay que evacuar a la población suiza, pero Berna no dispone de avión para ello. La crisis en Sudán ha reabierto el debate sobre un avión de transporte de este tipo.
Las misiones suizas en el extranjero siempre son un reto. No es una cuestión de preparación, ya que el país cuenta con tropas de élite especializadas, fuerzas de rescate altamente cualificadas y un sofisticado centro de gestión de crisis.
Pero a las zonas en crisis hay que transportar equipos, tropas o especialistas. Y aquí es donde la cosa se complica: Suiza no dispone de un avión de transporte multifuncional, porque el país ha renunciado a él de manera deliberada.
Esta cuestión del avión muestra el dilema al que, en la escena internacional, a menudo se enfrenta Suiza. El país, por un lado, tiene una red amplia y un compromiso humanitario variado. Por otro, va por libre y le gusta ocuparse de sí mismo, aunque esto haga que regularmente tropiece con las limitaciones propias de su tamaño.
“Cuanto mejores son los contactos…”
Dominar las grandes crisis, sin embargo, nunca es una tarea que se realiza en solitario. Operaciones como la reciente de Jartum siempre se llevan a cabo en estrecha cooperación internacional. En el caso de Sudán, la Unión Europea fue quien coordinó la operación europea de rescate.
Suiza forma parte del sistema europeo de gestión de crisis. En materia de prevención y formación, el país forma parte de alianzas. “Los contactos están ahí, y cuanto mejores sean los contactos, mejor será la propia gestión de crisis”, ha declarado a RTSEnlace externo el embajador Serge Bavaud, que dirige el centro federal de gestión de crisis.
Una alianza contra el avión
Suiza, de este modo, se beneficia de las capacidades aéreas de Francia, Alemania, Italia, Suecia, Países Bajos y Noruega. “Siempre ha estado claro que no podíamos hacerlo solos. En este ámbito, estamos atrapados en alguna parte”, señaló el embajador suizo en Jartum, Christian Winter, tras ser repatriado por el Ejército francés.
En el Parlamento, una alianza entre la izquierda y la derecha conservadora de la UDC han bloqueado hasta ahora todas las intervenciones para adquirir un avión.
Aunque la derecha está a favor de comprar armas, se opone firmemente a que el Ejército suizo actúe en otros países. La izquierda, en cambio, con gusto invertiría en un aparato humanitario, pero fundamentalmente critica el armamento.
“Una traición a la Quinta Suiza”
El tema vuelve a estar sobre la mesa tras la operación de evacuación en Sudán. El analista de seguridad suizo Oliver Hegglin califica la ausencia de un portaaviones militar como “una mancha en la tradición humanitaria del país y una traición a la población suiza residente en el extranjero, que en tiempos de angustia está a merced de otros Estados”.
Oliver Hegglin, oficial del Ejército dedicado a consolidar la paz y licenciado en Relaciones Internacionales, lleva años abogando por adquirir una aeronave de este tipo. En 2021, escribió un artículoEnlace externo (en inglés) sobre la necesidad de un avión como este, en vista del papel internacional que —debido a su tradición humanitaria— quiere desempeñar Suiza.
Compra, mantenimiento, uso
El Gobierno suizo no considera prioritario una compra de este tipo, también por razones de coste. Además, se plantea la cuestión del uso que tendrá el avión una vez se adquiera. Esto es por lo que el Consejo Federal cuenta con la posibilidad de fletar aviones civiles o aprovechar las ventajas que ofrece Europa.
Pero su necesidad no queda de manifiesto solo por la evacuación de Sudán. La situación geopolítica también anima a la idea de tener un avión. Desde la guerra contra Ucrania, los socios occidentales cada vez son más críticos con Suiza por su neutralidad y la presionan.
¿Contribución suiza a la alianza occidental?
La capacidad aérea como contribución suiza a la gestión internacional de crisis podría corregir —en cierta medida— la imagen empañada de un país que se considera beneficiario de la OTAN aun y cuando no participa en la alianza. Esta también sería una nueva respuesta a la cuestión del aprovechamiento de la capacidad. Y esto es lo que sostienen los expertos en política exterior del Parlamento suizo, que ven el hecho de hacerse con el avión como una posible contribución del país a la alianza occidental de valores, compatible con la neutralidad. Esta es la posición de la izquierda.
¿Y qué dice la derecha? Mauro Tuena —el presidente del Comité de Política de Seguridad del Consejo Nacional y miembro de la UDC— acaba de reavivar la cuestión de los aviones de transporte en la comisión. “Estoy abierto a la idea, pero no a cualquier precio”, dice.
Una necesidad de Asuntos Exteriores
Franz Grüter es también miembro de la UDC, partido que se opone con firmeza a una intervención militar suiza en el extranjero. Preside la Comisión de Política Exterior del Consejo Nacional y ve la oportunidad de un avión de este tipo siempre que pudiera utilizarse de forma multifuncional; es decir, si también pudiera utilizarse para incendios forestales, entregas de rescate, ayuda humanitaria, operaciones de salvamento, terremotos o evacuación de regiones en crisis.
“Me sorprende que el Departamento Federal de Asuntos Exteriores nunca antes se haya dirigido al Parlamento para solicitar un avión así”, afirma Grüter. Cree que si la petición viniera del DFAE tendría muchas posibilidades de éxito en el Parlamento.
“Es innegable que la capacidad de transporte de la fuerza aérea no es suficiente, habida cuenta de las diversas crisis que nos rodean”, declaró el ministro de Asuntos Exteriores, Ignazio Cassis, tras la evacuación en Sudán.
“Suiza no tiene práctica”
Pero ¿un avión de transporte para casos como el de Sudán sería la solución? Solo en parte. Ya que la logística de este tipo de operaciones es compleja. Países como Francia y Estados Unidos, por ejemplo, para poder utilizar para vuelos de evacuación occidentales la base aérea de Wadi Seidna, al norte de Jartum, tuvieron que negociar. El redactor jefe de la Revue Militaire Suisse (Revista Militar Suiza), Alexandre Vautravers, expresó su escepticismo en RTSEnlace externo: “Hay que ser realistas. Suiza no tiene ni los acuerdos ni la práctica para este tipo de operaciones”.
Soldados de élite en aviones VIP
No obstante, lo que está claro es que el comando de las fuerzas especiales suizas AAD 10 saldría beneficiado. Hay muchos indicios que indican que la unidad especial simplemente no llegó a Jartum para recoger a la legación suiza en la ciudad bombardeada.
El comando de élite que el Consejo Federal envió a Sudán el 22 de abril voló a bordo del avión del Gobierno suizo, un Falcon 900 equipado para las personalidades. Con espacio solo para 14 personas, es la aeronave más grande que tiene la Fuerza Aérea suiza. Los cuerpos de élite pudieron llegar a Yibuti.
¿Les faltó una opción de transporte para seguir volando hasta Sudán? “Por razones de seguridad” swissinfo.ch no ha recibido una respuesta clara a esta pregunta.
Texto adaptado del francés por Lupe Calvo
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