Aletsch, el glaciar rey de los Alpes
El glaciar Aletsch es el más grande de los Alpes y constituye el núcleo de la región que la UNESCO ha declarado patrimonio de la humanidad. Pero este gigante de hielo disminuye cada vez más, como casi todos los glaciares en Suiza.
El viaje es breve desde el pueblo valesano de Fiesch hasta el Eggishorn. Y la vista panorámica una maravilla. Al llegar a la estación del funicular se aprecia un inmenso mar glaciar que se extiende valle abajo desde la región del Jungfrau.
El mismo cuadro se observa desde el Bettmerhorn. El espectador se encuentra en la parte superior del glaciar, una particularidad bastante inusual, porque lo corriente es levantar la vista para ver un glaciar.
Con sus 23 kilómetros de longitud, el glaciar Aletsch es el torrente gélido más grande de los Alpes. Su origen está localizado en el macizo de Jungfrau a 4.000 metros sobre el nivel del mar. La puerta glaciar queda a 2.500 metros de profundidad en la garganta del macizo.
No obstante, el glaciar Aletsch no ostenta el récord europeo. Los más grandes se encuentran en Islandia.
Respeto ante el mar glacial
Profanos y expertos coinciden en que el Aletsch es un fenómeno. “El glaciar Aletsch es algo muy especial”, afirma entusiasmado el glaciólogo Giovanni Kappenberger, del instituto de meteorología Meteo Suisse.
La dimensión del Aletsch es impresionante por su longitud y el espesor del hielo.
Las mediciones hechas por la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (EPFZ) señalan que el glaciar llega a unos 900 metros de profundidad en la denominada Plaza de la Concordia, su punto de origen.
Se calcula que el peso total de la masa glaciar es de 27.000 millones de toneladas, cifra equivalente al peso de 72,5 millones de jumbo-jets. Si se deshelara, el agua alcanzaría para abastecer con un litro diario a todos los habitantes del planeta durante seis años.
Regresión lenta
Al igual que prácticamente todos los glaciares de Suiza, el gran Aletsch también disminuye lentamente como consecuencia del cambio climático. En los últimos años ha registrado un fuerte deshielo.
Entre 1870 y 2008, la longitud del glaciar perdió exactamente 2,875 km, según deduce la Red Suiza de Medición de Glaciares. El último informe del año meteorológico 2007-2008 sitúa en 67,5 metros el retroceso que ha sufrido.
La reducción del glaciar Aletsch es notable en los bordes. En ambos flancos del valle se advierte que una franja clara se extiende a lo largo del glaciar con un aspecto muy distinto al que tiene la vegetación situada en la parte superior. Las bandas claras muestran una vegetación tierna, surgida en las últimas décadas.
Líneas oscuras típicas
Dos franjas oscuras en la superficie glacial acompañan el glaciar prácticamente en toda su longitud. Se trata de dos morrenas centrales que confluyen de dos glaciares. Las dos bandas oscuras dan su aspecto característico al glaciar Aletsch.
Las morrenas centrales constan esencialmente de guijarro y rocalla que llegaron lentamente a la superficie como consecuencia del deshielo. Este hace que surjan impresionantes ‘mesetas glaciales’ o ‘esferas de arena’.
Todos estos fenómenos muestran cuán vivo es un glaciar de este tipo, aunque la vista no lo perciba directamente. A semejanza de una masa líquida viscosa fluye hacia el valle. A la altura de la cabaña Concordia se desliza a una velocidad de 200 metros por año y en la parte boscosa de Aletsch lo hace aún a 80 o 90 metros por año.
Gerhard Lob, Fiesch, swissinfo.ch
(Traducción: Juan Espinoza)
Los turistas aprecian mucho los paseos en los glaciares, sobre todo porque el mar glacial de Aletsch no tiene pendientes.
De ahí que puedan sumarse también personas sin experiencia alpinista.
Sin embargo, un recorrido de esos debe llevarse a cabo sólo en compañía de un guía de montaña. Las grietas glaciales pueden mimetizarse debajo de la nieve o la de la rocalla.
Entre los paseos preferidos en la región figura la excursión por Fiescheralp, encima del glaciar hasta la cabaña Concordia.
La cabaña del Club Alpino Suizo (sección Grindelwald) está situada en la mitad del área Jungfrau y ofrece una vista espectacular del panorama alpino.
Construida en 1877 y renovada en varias ocasiones, la cabaña sufre además los efectos del deshielo. En principio estaba a 50 metros encima del glaciar, hoy queda a más de 150 metros de altitud.
Una imponente escalera metálica de 400 escalones conduce del glaciar a la cabaña.
Ni siquiera un invierno muy nevado puede frenar la reducción de los glaciares en los Alpes suizos.
En la medición del periodo 2007/2008 pudo observarse cambios de longitud en 88 de 110 glaciares analizados.
De ellos, 81 perdieron tamaño; en 5 se registró un leve avance, y otros dos no perdieron la posición de sus lenguas glaciales.
El glaciar Gorner (Valais) fue el mayor perdedor con 290 metros; el ‘ganador’, con 14 metros, fue el glaciar Allalin (Valais).
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