Aporte suizo en la lucha contra cambios climáticos
En la conferencia de las partes del Convenio de la ONU sobre cambios climáticos Suiza aboga por el respeto de la bioseguridad global.
Ningún Estado duda ya de los efectos nefastos de los aumentos de temperatura para el medio ambiente y el desarrollo económico.
Se ha confirmado que ya ningún Estado duda que los cambios climáticos afectan gravemente el medio ambiente y el desarrollo y se han adoptado los últimos elementos necesarios para la puesta en marcha del Protocolo de Kyoto. Estos son los mayores resultados de la novena conferencia de las partes del Convenio de la ONU sobre Cambios Climáticos (COP9), reunida en Milán durante los 12 primeros días de diciembre.
Proyectos de reforestación
Suiza, que firmó el Protocolo de Kyoto en 1998 y lo ratificó en septiembre de este año, ha participado activamente en la definición de estos últimos elementos del acuerdo.
Con la ratificación Suiza se ha comprometido a reducir en un 8% sus emisiones de gases de efecto invernadero, entre 2008 y 2012, en comparación con 1990. En Suiza las emisiones de estos gases representan el 0,2% del total producido en los países industrializados.
En Milán Suiza ha logrado que las medidas de reforestación ofrecidas a los países en desarrollo como compensación por las emanaciones de gases de efecto invernadero de los países industrializados, respeten el Acuerdo de Cartagena sobre exportación de organismos modificados por la biotecnología moderna.
“Se cierra así prácticamente el ciclo de negociaciones para la aplicación del Protocolo de Kyoto y todas las modalidades para su aplicación están claras”, señala José Romero, experto de la división de asuntos internacionales de la Oficina suiza del medio ambiente, bosques y paisajes (OFEFP) participante en la reunión.
Lo importante en lo relativo a los proyectos de reforestación es que los países en desarrollo deberán ser informados sobre los organismos que reciben de los países industrializados. “Poco a poco se ponen cauces para controlar la modificación de organismos cuyas consecuencias no son plenamente conocidas”, agrega el experto.
Víctimas del aumento de temperaturas
En Milán, ante los representantes de 180 países, la Organización Mundial de la Salud (OMS), recordó que durante el año 2000 el recalentamiento global del planeta había dejado 150.000 muertos y que la cifra podría duplicarse dentro de 30 años si no se modificaban las tendencias.
Según la (OMS), sólo este año, durante las excepcionales olas de calor del último verano, 20.000 personas murieron en Europa: 14.000 en Francia, 7.500 en Italia y otro tanto en España. Suiza prepara cifras al respecto para responder a una encuesta que prepara la (OMS) sobre estas oleadas de calor.
Lo que más afecta a la población suiza es salir de la alternancia normal de temperaturas. Las olas de calor crean una tensión que puede tener grandes y graves influencias sobre la salud como los problemas cardiovasculares en personas vulnerables.
”Si se habla de mayores y constantes subidas de las temperaturas se puede pensar en efectos como las enfermedades gastrointestinales por contaminación de aguas y alimentos e incluso en la aparición de dolencias infecciosas como la malaria y el dengue desconocidas en nuestras latitudes”, subraya José Romero.
El encuentro de Milán ha confirmado sobre todo que ya ningún Estado duda del impacto nefasto de los cambios climáticos en el medio ambiente y en el desarrollo económico en todas las regiones del mundo.
Daños en Suiza
José Romero indica que todas las observaciones que se tienen desde hace150 años, apuntan a una subida lenta y progresiva de la temperatura mundial. “Hay casos como el de Suiza, con una historia de las temperaturas bien documentada, donde incluso se observan incrementos superiores a la media mundial, del orden de un grado centígrado, comparado con el 0,6 de grado que se maneja a escala mundial”, advierte.
“Sabemos que en Suiza hay glaciares que se están derritiendo y que hay efectos extremos de los cambios de temperatura que aparecen con mayor frecuencia: inundaciones y deslizamientos en los suelos helados, cerca de los glaciares”, agrega el experto de la (OFEFP).
Los países industrializados tienen recursos para hacer frente a tales efectos y para prepararse a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero causantes de los cambios climáticos. Por eso,
concluye José Romero, “el principio de precaución, el miedo a esos impactos, hace que prácticamente todos los gobiernos se preparen para una adaptación”.
swissinfo, Jaime Ortega
El Protocolo de Kyoto, de 1997, exige la reducción en un 5,2% de las emanaciones de dióxido de carbono en los países industrializados.
Establece que entre el 2008 y el 2012 se debe llegar al nivel de emanaciones de gases registrado en 1990.
Suiza representa el 0,2% de las emisiones de gases de efecto invernadero de los países industrializados.
La conferencia de Milán elaboró medidas para la creación de un fondo de ayuda para que los países pobres se adapten a los cambios climáticos. Otras medidas incluyen la plantación de bosques para contener los efectos de los gases causantes de los cambios climáticos.
Según la OMS, 150.000 personas murieron en el mundo en el año 2000 a causa del recalentamiento del planeta. En Europa por lo menos 20.000 personas fueron víctimas este año de las excepcionales olas de calor durante el último verano.
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