Ayuda suiza en Haití y Cuba tras los huracanes
La ayuda internacional empieza a llegar a Haití, donde al menos unas 500 personas han muerto tras el paso de las tormentas Fay y Hanna y el huracán Gustav. Suiza dirige 1.150.000 francos. Entre tanto, Ike es una nueva amenaza en el Caribe.
«Estamos en conversaciones con Berna para definir cómo podemos ayudar», indica, por su parte, Herbert Schmid, al frente del programa especial para Cuba de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE).
Suiza anunció las primeras medidas de ayuda a Haití y estudia las opciones más adecuadas para un respaldo adicional a su programa de cooperación con Cuba, que asciende a cuatro millones de francos anuales.
Las Oficinas de Coordinación de la COSUDE en Puerto Príncipe y en La Habana examinan, en colaboración con las autoridades locales y las organizaciones contrapartes, las necesidades más urgentes y la ayuda posible.
Mientras en Haití el apoyo se concentra en el sector humanitario –compra de material, respaldo al programa de la ONU ante la crisis alimentaria e implementación logística para la Cruz Roja Suiza-, en Cuba el sostén se analiza en función de los proyectos ya establecidos de la cooperación al desarrollo.
«El apoyo que queremos ofrecer es pensando a mediano y largo plazo y en función de soluciones sostenibles, concretamente en los sectores de la vivienda y la construcción de techos. También queremos analizar las posibilidades en el área de la producción agrícola», comenta Herbert Schmid, al frente de COSUDE en Cuba.
Para el economista y su equipo, lo básico es evaluar cuál es la opción más coherente que responda a las necesidades del programa especial de la agencia en Cuba, implementado en el año 2003 y que se concentra básicamente en La Habana, Villa Clara y Holguín.
«Algunos proyectos son programas nacionales, con actividades, sobre todo, en la provincia de Pinar del Río, una de las zonas más afectadas con el reciente huracán. Allí vamos a reorientar estos programas para responder a la situación tras el ciclón», especifica Schmid.
Colaboración con el Politécnico de Lausana
«Pienso que uno de los apoyos va a ser la instalación de talleres para la confección de materiales de construcción: techos más resistentes y ladrillos fabricados con tecnologías que utilizan muy poco cemento», detalla.
Este proyecto, iniciado en 1996 por el Centro de Investigaciones de Estructuras y Materiales de la Universidad Central de las Villas, ha permitido establecer talleres de construcción de materiales ecológicos en diversas localidades, según explica Carlos García Pleyán, sociólogo español y coordinador del eje de proyectos de desarrollo local de la agencia suiza.
«Este proyecto fue una de las líneas iniciales justo después de un huracán hace 7 u 8 años: en lugar de apoyar en términos de materiales o de dinero, surgió la idea de apoyar talleres locales de producción de materiales de construcción», lo que se inscribe en el acuerdo de cooperación COSUDE-Cuba en el sentido de complementar la producción central del Estado.
«Es uno de los programas más exitosos. Se ha ido distribuyendo por todo el país y eso ayuda a la solidez de las construcciones y a la reparación rápida», apunta García Pleyán.
Una estrategia de importancia capital si se toma en cuenta que sólo el Gustav causó daños de envergadura en 100.000 viviendas, un destrozo que se suma al permanente desafío cubano en materia de habitación.
«Hay una intensa cooperación entre este proyecto desarrollado por la Universidad de Las Villas, en Santa Clara, y la Escuela Politécnica Federal de Lausana para el mejoramiento de los materiales de construcción. En Santa Clara desarrollan nuevas posibilidades de material y las envían a Lausana para examinarlas a través de pruebas que no se pueden hacer en Cuba», ahonda Herbert Schmid.
Cooperativa destrozada
Y aunque aún no se pueden cuantificar los daños en los proyectos que COSUDE respalda con sus contrapartes cubanas, se sabe de casos lamentables, como el de una cooperativa que quedó destrozada en La Palma, una de las regiones más afectadas por Gustav.
Rodolfo Hernández, encargado de proyectos de desarrollo económico sostenible de la agencia suiza visitó apenas la semana pasada esa cooperativa en el marco de los programas en el sector agrícola.
«Visité un lugar donde tenemos un apoyo, en una unidad básica de producción cooperativa de La Palma que estaba marchando muy bien con sus platanales. El domingo me llamaron y me dijeron que de todo aquello que yo había visto no quedaba nada: ningún cultivo, ninguna de las áreas para los animales, ni las oficinas ni las viviendas. Un destrozo total. Por suerte habían sacado a toda la gente de allí, no hubo ningún muerto, pero sí una destrucción enorme en la agricultura y la vivienda», comenta Hernández.
Se trataba de una cooperativa de resultados ejemplares en temas de apropiación y democracia interna del proyecto que Suiza respalda y cuyos contrapartes fundamentales son el Instituto Nacional de Ciencias Agropecuarias y la Facultad de Montaña de la Universidad de Pinar del Río.
«El presidente de la cooperativa, de 53 años, me comentó que nunca vio vientos tan devastadores (de hasta 340 Km/h) y que el ruido que provocaban era impresionante. Están un poco desanimados, pero diciendo que van a reconstruir todo. Me dijeron: ‘¡No te preocupes. Vamos a recoger los frutos y tenemos la voluntad de levantar todo esto!»
swissinfo, Patricia Islas Züttel
Gustav se transformó en huracán y fue ganando en intensidad debido a las altas temperaturas del mar Caribe, entre 31 y 32 grados. Este huracán causó grandes inundaciones y deslizamientos en el sur de Haití y en la República Dominicana.
Antes de su paso por Cuba, la noche del 30 al 31 de agosto, el séptimo ciclón tropical y el tercer huracán de 2008 en el Atlántico, dejó unos cien muertos en República Dominicana, Haití y Jamaica.
En Cuba, el sistema de protección civil fue exitoso, no hubo pérdidas humanas, pero sí daños materiales significativos en el cinturón afectado por el ciclón.
Haití sufrió también el embate del huracán Hanna. La policía encontró cerca de 500 cuerpos cuando las aguas fangosas comenzaron a bajar este viernes (05.09) en la ciudad portuaria de Gonaives. Unas 140.000 familias están sin techo ni alimento.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU informó este viernes que tras el impacto de dos fenómenos naturales en ocho días, Haití lanzó un llamado de ayuda de emergencia a la comunidada internacional.
Varios países, como Estados Unidos, ya han enviado su respaldo de emergencia.
Suiza destinõ más de un millón de francos para colaborar en las tareas de la ONU y de la Cruz Roja Suiza en Haití.
La Cruz Roja Suiza envió un equipo de 4 expertos en ayuda de emergencia. Donativos privados pueden ser enviados a la cuenta postal 30-4200-3, con la mención ‘Haití’.
Por su parte, la organización suiza Terre des Hommes ofrece ayuda de emergencia en la población de Les Cayes, con suplementos alimenticios, medicamentos y material sanitario.
Cuba recibió de España un cargamento de 15,8 toneladas de material(productos higiénicos, tiendas de campaña, depósitos de agua, etc.) para los damnificados por el huracán Gustav.
También el gobierno chino anunció la donación de 300.000 dólares para ayudar a resarcir los daños causados por el ciclón en la isla.
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