Un experimento único estudia el impacto de la sequía en un bosque suizo
El cambio climático y las sequías están transformando los bosques de todo el mundo y reduciendo su capacidad de absorber CO2. ¿Qué especies de árboles son adecuadas para el clima del futuro? Un experimento único en su género busca respuestas en un bosque de Suiza.
El calentamiento global plantea a los árboles un dilema vital. «Tienen que decidir si se arriesgan a morir de sed o de hambre», afirma Markus Schaub, del Instituto Federal Suizo de Investigación Forestal, de la Nieve y del Paisaje (WSL).
En el origen de esta elección crucial no sólo está la falta de agua en el suelo debida a sequías cada vez más frecuentes e intensas. También existe un fenómeno aún poco estudiado en el contexto del cambio climático, pero que, según la ciencia, desempeña un importante papel Enlace externoen el rápido y generalizado declive de los bosques en todos los continentes: la «sed» del aire (o sequía atmosférica).
Cuanto más alta es la temperatura, más agua puede retener el aire en forma de vapor. El aire caliente tiene «sed», por así decirlo, y extrae la humedad de las hojas de los árboles y del suelo. Por tanto, la planta debe decidir si deja abiertos los pequeños poros microscópicos de la superficie de sus hojas (llamados estomas) y absorbe el CO2 necesario para la fotosíntesis y el crecimiento, o los cierra para reducir la pérdida de agua.
El experto en dinámica forestal Markus Schaub, junto con otros investigadores, quiere estudiar ahora la reacción del árbol y el impacto de la sed del aire en los ecosistemas forestales. Un experimentEnlace externooEnlace externo, único en su género realizado al aire libre y puesto en marcha a finales de agosto en el bosque de Pfynwald, el mayor pinar de los Alpes suizos, en el suroeste del país, pretende comprender los mecanismos fisiológicos que conducen a la muerte de una planta.
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La sed del aire aumenta más que la temperatura
La sed del aire -en lenguaje científico «déficit de presión de vapor» o VPD- aumenta exponencialmente con el aumento de las temperaturas. Cuando la temperatura del aire sube de 25°C a 35°C (un 40% más) durante una ola de calor, el VPD aumenta un 80%.
Este aumento exponencial es algo que la investigación sólo ha detectado recientemente, subraya Markus Schaub. «La sequía atmosférica puede ser tan perjudicial como la sequía del suelo».
El VPD repercute en la fisiología de los árboles, pero no sólo eso. También acelera la evaporación del suelo y se asocia a un mayor riesgo de incendios forestalesEnlace externo y a una disminución del rendimiento de los cultivos agrícolasEnlace externo.
El aire en Europa nunca ha sido tan seco como ahora, señala un estudio Enlace externopublicado a finales del año pasado que analizaba datos de anillos de árboles que se remontan al siglo XVII. El VPD ha aumentado sobre todo en las llanuras de Europa central, los Alpes y los Pirineos, y ha alcanzado niveles récord debido a las emisiones de gases de efecto invernadero, según el estudio.
«La mortalidad de los árboles aumenta exponencialmente»
Charlotte Grossiord, ecóloga forestal de la EPFL
Según Kerstin Treydite, investigadora del WSL y autora del estudio, un mayor aumento de el VPD podría comprometer funciones forestales vitales como el suministro de madera y la captura de carbono. Un VPD elevada elimina más agua de los árboles y reduce su crecimiento, lo que podría provocar su muerte.
«Esto genera dudas sobre la regulación del clima y el futuro almacenamiento de carbono por parte de los bosques y la agricultura», afirma Treydite.
Los bosques absorben cada vez menos CO2
Con el calentamiento global, algunos árboles pierden antes sus hojasEnlace externo y son más vulnerables a plagas como la solitaria. En 2019, el estrés hídrico debido a las altas temperaturas y la sequía provocó una hecatombe de abetos y hayas en varias partes de Suiza. El cambio climático inducido por el hombre también aumenta el riesgo de incendios forestales.
«Lo vemos muy claro: la mortalidad de los árboles aumenta exponencialmente», afirma la ecóloga vegetal Charlotte Grossiord, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL).
Menos árboles significa también menos carbono almacenado en la vegetación. Los bosques absorben aproximadamente una cuarta parte de nuestras emisiones Enlace externode CO2 y se consideran sumideros de carbono.
Sin embargo, numerosos estudios demuestran que los bosques del mundo, desde la AmazonEnlace externoía hasta las regiones boscosas de Norteamérica y EuropaEnlace externo, absorben cada vez menos CO2. En el futuro, podrían incluso emitir más CO2 del que capturanEnlace externo.
La deforestación y los incendios forestales liberan a la atmósfera CO2 acumulado durante décadas y siglos. Las emisiones generadas por los incendios entre mayo y septiembre de 2023 en Canadá equivalen a las producidas en un año por un país como Alemania, según un estudioEnlace externo reciente.
La importancia de regenerar los bosques y conservar los más antiguos
Si los bosques ya no son capaces de capturar la cantidad de carbono que solían, esto tendrá un efecto acelerador sobre el cambio climático, según Charlotte Grossiord. La transformación de los bosques de sumideros de carbono en fuentes de emisión es un problema mundial que también afecta a Suiza, afirma.
«Pero esto no significa que no haya nada más que hacer», afirma la experta.
Para invertir esta tendencia, es esencial aplicar estrategias que promuevan la resiliencia de los bosques, afirma Grossiord. Por ejemplo, hay que evitar la tala de todos los árboles de una zona y regenerar las áreas forestales naturales. También es importante preservar los bosques más antiguos, que almacenan grandes cantidades de carbono en su biomasa.
+ Suiza experimenta con el bosque del futuro
Estudiar el impacto del VPD en los bosques permite mejorar las predicciones de mortalidad de los árboles e identificar especies más tolerantes al cambio climático, afirma Grossiord. «Esto permite a los gestores forestales elegir especies adecuadas para zonas sujetas a aumentos de temperatura y sequía».
La diversidad de especies arbóreas, la densa cubierta forestal y la creación de zanjas de retención de agua en el suelo son factores que ayudan a retener más agua en el suelo, asegura.
¿Qué especies de árboles se adaptan mejor al clima del futuro?
El experimento realizado en el pinar de Pfynwald se refiere sólo a un tipo de árbol, el pino silvestre. Sin embargo, los resultados pueden extrapolarse a otras especies, según Nate McDowell, experto en ciencias de la tierra del Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico, un instituto de investigación público estadounidense.
«Con estudios como éste podemos saber qué especies tienen más probabilidades de sobrevivir al aumento del VPD», declaró McDowell a SWI swissinfo.ch.
Los resultados de la investigación en Suiza también ayudarán a mejorar los modelos sobre la evolución de los ciclos del carbono y del agua, fundamentales para la vida en la Tierra. El experimento continuará hasta 2028.
Editado por Sabrina Weiss. Texto adaptado del italiano por J.Wolff / Carla Wolff. Vídeo adaptado por Carla Wolff.
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