Católicos cubanos despiden al papa Francisco en la catedral de La Habana

Feligreses cubanos despidieron el jueves al papa Francisco con una misa en la catedral de La Habana, donde lo recordaron como un «puente» durante el deshielo de relaciones entre Estados Unidos y la isla comunista.
El presidente Miguel Díaz-Canel asistió a la ceremonia religiosa, en la última jornada de un duelo nacional de tres días que declaró su gobierno por el fallecimiento el lunes del pontífice.
Raúl Castro, exdirigente cubano de 93 años, no estuvo presente, pero desde el lunes envió sus condolencias, difundidas por la televisión estatal: «Fue usted un hombre íntegro y consecuente que reciprocó con afecto y buenaventura la relación humana que forjamos».
Las iglesias católicas cubanas suelen recibir a pocos creyentes, pero este jueves la catedral estaba inusualmente repleta de personas.
Una de las católicas cubanas que pudo llegar hasta la catedral, fuertemente custodiada por la seguridad del Estado, fue Rayneris López, una joven médica de 24 años, que evocó a Francisco «como un puente» en el deshielo de relaciones diplomáticas entre las dos naciones en 2015, tras décadas de distanciamiento.
«Era un poco lo que necesitábamos para quizás dejar un poco de lado esos rencores que se venían arrastrando de años de historia», dijo a AFP sentada en una de las últimas bancas.
Osvaldo Ferreira, sacristán de 75 años, dijo de su lado que el papa «ayudó a Cuba en general» y «propició el diálogo sobre todo de Cuba y Estados Unidos, que había sido algo» muy difícil.
El gobierno de Cuba se comprometió en enero con el Vaticano a liberar a 553 presos, luego de que el expresidente Joe Biden anunciara la eliminación de Cuba de la lista estadounidense de Estados patrocinadores del terrorismo.
Esta medida fue revocada unos días después por actual mandatario Donald Trump, a su llegada a la Casa Blanca.
La Habana liberó en marzo al total de los 553 sentenciados prometidos, aunque organizaciones de derechos humanos solo pudieron comprobar que una parte de ellos eran presos políticos y otros reos comunes. El gobierno no dio a conocer una lista con los nombres de los presos puestos en libertad.
Durante la homilía el nuncio apostólico, Antione Camilleri, narró que en un encuentro con Francisco en febrero pasado, el jesuita expresó que «quería mucho a este país, a la Iglesia cubana y al pueblo cubano».
«Es un pueblo que tiene heridas, como todo pueblo, pero que sabe estar con los brazos abiertos, que marcha con esperanza, porque su vocación es de grandeza», dijo al recordar las palabras del argentino.
El papa Francisco fue el tercer pontífice que visitó Cuba en 17 años, después de Juan Pablo II en enero de 1998 y Benedicto XVI en marzo de 2012.
Antes de la visita de Juan Pablo II, Fidel Castro (1926-2016) impuso el ateísmo en la isla.
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