Cecilia «La Incomparable», un icono transgresor de la música popular chilena
Sebastián Silva
Santiago de Chile, 25 jul (EFE).- Chile perdió la madrugada del martes a una de sus artistas más relevantes del siglo XX: Cecilia Pantoja Levi, más conocida como Cecilia «La Incomparable», quien falleció a los 79 años debido a una enfermedad pulmonar crónica (EPOC) que la aquejó durante los últimos años.
Cecilia fue una transgresora y su influencia llega a referentes musicales actuales como Ana Tijoux o Mon Laferte. Su carrera estuvo marcada no solo por la potencia de su voz y el desgarro de sus letras, sino también por su desplante escénico, algo inusual para una artista femenina en el Chile conservador de mediados del siglo pasado.
«Fui terriblemente adelantada para mi época. Usar pantalones y el pelo corto era difícil», aseguró en 2017 en una entrevista en la radio nacional Cooperativa.
«BESO DE TAQUITO»
Nacida en 1943 en Tomé, en la región del Biobío (sur), su carrera musical partió a fines de la década de los 50 con un grupo local llamado «Los de Tomé», que abandonó años después para emprender en solitario con la ayuda del sello Odeón.
«Tango de las rosas», «Dilo Calladito», «Aleluya» o «Baño de mar a medianoche» la consolidaron como una de las estrella juveniles de la Nueva Ola, el primer gran fenómeno de ventas de la música popular masiva en Chile surgido a inicios de la década de 1960.
Apoyada por los arreglos musicales de Valentín Trujillo, uno de los pianistas y músicos más renombrados y queridos del país suramericano, Cecilia dio vida también a muchas baladas italianas.
Además de su icónico pelo corto, Cecilia es recordada también por popularizar encima de los escenarios el mítico «beso de taquito», un movimiento en el que arrojaba un beso al aire y luego lo golpeaba con el taco del zapato.
La organización del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar en 1965 le pidió que no lo hiciera porque lo consideraba un gesto «poco femenino», pero la artista desoyó la petición y generó un gran escándalo durante el certamen, que terminó ganando.
«Yo fui con mi carrera bien cimentada en el Festival de Viña el año 65. Me obligó mi padre para que aprendiera a enfrentarme a la gente. No era autosuficiente ni creída. Me creía poco. Pero sentía yo que le gustaba a la gente. Y ahí agarraba vuelo», explicó hace años en una entrevista en el canal local La Red.
UNO DE SUS PEORES MOMENTOS
El declive de la Nueva Ola en la década de los 70, marcó también el de Cecilia: si bien compitió por segunda vez en el Festival de Viña, cada vez era menos reclamada y empezó a aceptar trabajos artísticos menores, cantando en restaurantes y locales de la capital chilena.
El golpe de Estado y la posterior dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) terminaron por menguar su popularidad.
En 1987, vivió uno de los momentos más difíciles de su vida, cuando pasó 28 días en la cárcel por un caso de estafa, que siempre negó y que atribuyó a motivaciones políticas.
«El golpe de Estado nos embrumó a todos, paró todo. Fue muy mala para mí y para muchos, vi muchos desastres», dijo en la entrevista de Cooperativa.
Durante los últimos años registró breves apariciones en premios nacionales de música y su figura fue reivindicada por artistas como Tijoux.
En 2016, fue reconocida con el Premio a la Música Nacional Presidente de la República, uno de los más importantes de Chile. EFE
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