Coordinadora Arauco Malleco, la organización radical mapuche que agita Chile
Santiago de Chile, 24 agosto (EFE).- La Coordinadora Arauco Malleco (CAM) es una organización radical mapuche que irrumpió en la escena política chilena el 1 de diciembre de 1997, fecha en la que realizó su primer sabotaje en contra de tres camiones forestales en el marco de un conflicto ancestral entre colonos, latifundistas, el Estado, las comunidades mapuche y las empresas forestales.
Según algunos historiadores, esta primera acción cristalizó el comienzo de una nueva etapa dentro de la lucha mapuche post-dictadura, caracterizada por el uso de la violencia política como táctica para conquistar las reivindicaciones de tierras consideradas ancestrales a lo largo de las regiones del Biobío y La Araucanía, más de 700 kilómetros al sur de Santiago.
El lugar elegido para realizar la primera quema de vehículos no fue al azar: pocas semanas antes, dos comunidades mapuche habían recuperado por la fuerza cerca de 3.000 hectáreas de territorio en Lumaco, provincia de Malleco, tierras que en 1598 atestiguaron la masiva y victoriosa insurrección mapuche de Curalaba contra la ocupación española.
Desde entonces, la CAM se define como una organización autonomista, mapuchista, anticolonial, anticapitalista y revolucionaria, marcando un punto de inflexión dentro del mismo mundo mapuche desde el lado ideológico, así también como para el Estado chileno.
Uno de sus líderes más prominentes, el werkén (vocero) Héctor Llaitul, fue detenido este miércoles tras un operativo desplegado por la Policía de Investigaciones (PDI) en Cañete, cumpliendo con una orden de aprehensión emanada de la fiscalía con acusaciones por robo de madera y delitos contra la seguridad del Estado.
No es primera vez que Llaitul es arrestado por la policía chilena: durante la dictadura y mientras era estudiante de Trabajo Social en la Universidad Católica de Valparaíso (UCV), fue apresado por los servicios de inteligencia del régimen y sometido a torturas.
En 2001, fue aprehendido tras un supuesto enfrentamiento con unidades del cuerpo de Carabineros en el que resultó levemente herido y fue condenado a 541 días de cárcel por una infracción a la Ley de Seguridad del Estado.
Volvió a ser detenido en mayo de 2002 en Traiguén bajo la acusación de pertenencia a banda armada e incendiar instalaciones del aeródromo de Tirúa, entre otros delitos, pero fue dejado en libertad condicional, lo que aprovechó para regresar a la clandestinidad.
El 21 de febrero de 2007 fue detenido una vez más, esta vez en Concepción por efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI), encarcelado y enviado a juicio; tras más de un año de proceso, fue absuelto de todos los cargos por los tres jueces del Tribunal Oral de la ciudad de Temuco.
En 2017, fue víctima junto a otros comuneros mapuche -incluido su hijo- de un comprobado montaje por parte de la policía militarizada que instaló pruebas falsas en su teléfono móvil para inculparlo por diversos delitos, en una controvertida acción conocida públicamente como «Operación Huracán».
El destape de las anomalías en los procedimientos en Carabineros terminó con la salida del general a cargo de la zona, Gonzalo Blu, y un cuestionamiento al cuerpo armado que se mantiene hasta la fecha.
Durante los últimos años, la CAM se ha desagregado en diversas agrupaciones más radicales que operan tanto en la zona costera del Biobío y La Araucanía como hacia la cordillera, con atentados y ataques armados pero sin un acervo político e ideológico como el desarrollado por la organización que representa Llaitul. EFE
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