Agua potable con energía solar
Investigadores suizos han desarrollado un dispositivo que aprovecha la energía del sol para desinfectar el agua - un sistema que tiene un gran potencial para los países en desarrollo.
El SwissWaterKiosk, o pabellón suizo de agua, es desarrollado por un equipo de la Universidad Técnica de Rapperswil y es evaluado actualmente en Bangladesh, Mozambique y Tanzania.
Casi 900 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso al agua potable, según las Naciones Unidas.
«El concepto de la SwissWaterKiosk es el uso de tecnologías sostenibles para la desinfección de agua. Nuestro objetivo principal es dar acceso al agua potable a las personas que carecen de ella», dice Lars Konersmann, líder del proyecto, a swissinfo.ch.
El sistema utiliza la tecnología térmica solar para calentar el agua. Los investigadores han demostrado que el agua no tiene que ser calentada a 100 grados centígrados para matar a todos los agentes patógenos, dijo Konersmann.
De hecho, 75 ° C durante cinco minutos bastan para purificar el líquido. Pero el modelo desarrollado por los suizos opta por la seguridad y recomienda por ello calentar el agua hasta 80° C. «Cuanto más baja sea la temperatura, podemos ser más eficientes y producir más agua potable con la misma inversión o material», dijo Konersmann.
El sistema puede potabilizar 500 litros de agua al día con un desembolso inicial de $ 500 (SFr. 482) por aparato, lo que los científicos consideran un precio similar a otros sistemas.
Fácil de usar
El pabellón está diseñado para el uso a nivel comunitario antes que en los hogares, con un empresario local a cargo de la producción y distribución de agua. El líquido puede ser vendido a un bajo costo como un servicio a la comunidad o distribuirse gratuitamente, por ejemplo en las escuelas y hospitales.
Konersmann dice que la principal ventaja en comparación con otras tecnologías es que el pabellón es de fácil mantenimiento y funciona eficazmente, lo que es importante para la aplicación de tecnología en los países en desarrollo. “Ya que el proceso de tratamiento del agua es el mismo que hervirla, la tecnología también es fácil de comprender y de muy buena aceptación», añade.
La segunda fase del proyecto piloto, después de una primera fase para comprobar la tecnología, es la evaluación de los aspectos sociales, especialmente los diferentes modelos de operación. Las pruebas se ejecutan en tres países hasta fines de este año.
El proyecto en Bangladesh, con sede en Dhaka, ha demostrado que la tecnología no es ideal para espacios urbanos, donde ya existen grandes sistemas centrales de tratamiento de aguas que son más económicos y eficientes. Sin embargo, ha habido comentarios positivos de las zonas rurales y semiurbanas de África.
Escuelas y otros espacios
La organización no gubernamental suiza Helvetas ejecuta dos pequeños proyectos piloto al norte de Mozambique, donde desde hace años participa activamente en el tema del acceso al agua y saneamiento. En marzo se instalarán otros cinco sistemas.
«Los primeros sistemas funcionan en escuelas y vamos a instalar otros para probarlos en diferentes contextos, como centros de salud, más escuelas, también en establecimientos comerciales, como restaurantes, que están interesados en ponerlos a prueba», afirma a swissinfo.ch Kaspar Grossenbacher, coordinador del programa de Helvetas » en Mozambique.
“Pero todavía es muy temprano”, hace hincapié Grossenbacher. “Al principio los alumnos estaban un poco reacios a usar el pabellón, pero ahora toman el agua potable de allí”.
Hubo algunos problemas: el agua estaba un poco caliente o el sistema no funcionaba en los pocos días nublados que tiene la región en su período de lluvias, señala el experto. «Sin embargo lo siguen utilizando y están interesados en ampliar las cantidades», agrega.
Acceso seguro al agua
La situación de acceso al agua en esa región de Mozambique – uno de los países más pobres del mundo – es crítica, dijo Grossenbacher. Los pozos son la solución habitual.
Helvetas no contempla que el pabellón vaya a proporcionar acceso al agua potable a un conjunto de comunidades rurales, ya que estas tienen requerimientos muy amplios. La organización cree que el sistema es ideal para instituciones donde falta el agua potable.
«Es una solución específica cuyo uso estamos probando en instituciones específicas», precisa Grossenbacher.
Una idea podría ser colocar el pabellón de agua en las zonas más densamente pobladas, donde la gente viene a comprar agua potable para mantener su salud y un mínimo de bienestar. Esto es algo que tendría que probarse, asi como su concepto nuevo, indica Grossenbacher.
Konersmann apunta que el objetivo es terminar la segunda fase del proyecto piloto en los tres países con algunas historias de éxito, con miras a ampliar el sistema en estos países y otros.
«El agua potable es una necesidad básica de todo ser humano», dijo. «Es la piedra angular de la calidad de vida.»
Casi 900 millones de personas en el mundo no tienen acceso al agua potable. Más de 2.6 mil millones no disponen de saneamiento básico, según las Naciones Unidas.
Otros estudios indican que cerca de 1.5 millones de niños menores de cinco años mueren cada año y 443 millones de días lectivos se pierden por causa del mal estado del agua y por males relacionados al saneamiento.
Los Objetivos del Milenio de las Naciones Unidas, una serie de objetivos para reducir los problemas sociales y económicos hasta 2015, incluyen reducir a la mitad el número de habitantes que no puede acceder al agua potable y reducir a la mitad el número de personas que carecen de saneamiento básico.
Investigadores suizos estuvieron involucrados en varios proyectos. Por ejemplo, el método SODIS, donde el usuario deja una botella de plástico transparente a la luz solar directa durante 6 horas. El sol y la radiación UV-A matan a los microbios patógenos. Este fue desarrollado por el Instituto Federal Suizo de Ciencia y Tecnología Acuática (Eawag).
En general, la calidad y la confiabilidad de los servicios son mediocres y la infraestructura está en mal estado.
Casi 77 millones de personas (15%) no tienen acceso al agua potable, de las cuales 26 millones (7%) están en las zonas urbanas y 51 millones (39%) en las áreas rurales
Casi 54 millones de personas (11%) se abastecen a través de sistemas definidos como “fácil acceso” (fuentes públicas, pozos, conexiones ilegales, colección de agua de lluvia o captación de agua de ríos, lagos, manantiales, sin tratamiento previo), lo que representa, en muchos casos, un riesgo para la salud.
Servicios de saneamiento: solo 49% de la población regional está conectada a sistemas convencionales de alcantarillado.
La cobertura de alcantarillado es considerablemente menor que la de agua potable con conexión domiciliaria.
Fuente: “Evaluación 2000”, Organización Panamericana de la Salud (OPS).
(Traducción y adaptación, Rosa Amelia Fierro)
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