Ayuda estadounidense para que crezca la IA suiza

Las empresas detrás de ChatGPT y Claude han llegado a Zúrich. Copyright 2023 The Associated Press. All Rights Reserved.

La llegada a Zúrich de empresas dedicadas a la inteligencia artificial (IA) —como OpenAI y Anthropic— ha suscitado la esperanza de que Suiza tenga la capacidad investigadora y el talento necesarios para forjarse un papel destacado en la tan ensalzada industria de la IA.

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Que Suiza pueda convertirse en un centro de IA depende de su capacidad para producir y atraer a las personas más talentosas y financiar nuevas empresas prometedoras. Y también depende de cómo decida regular la IA en el futuro, según algunas personas entendidas.

Suiza se conoce más por sus bancos, relojes e industria farmacéutica que por sus tecnologías de la información. No  obstante, OpenAI y Anthropic —empresas rivales creadoras de los asistentes de IA ChatGPT y Claude— se han unido a empresas como Nvidia, Apple y Google y cuentan con oficinas de investigación de IA en el Estado alpino.

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Para el vicepresidente de investigación de OpenAI, Mark Chen, Suiza es el “centro tecnológico líder en Europa”. Y para Anthropic, por su parte, Zúrich es un “importante centro de talento investigador”.

Que las empresas estadounidenses pioneras en IA se hayan asentado en la Confederación no significa que Suiza sea el centro europeo indiscutible de la actividad, puesto que tanto OpenAI como Anthropic ya tienen oficinas en otros puntos de Europa, como Londres y Dublín.

Eso sí, Suiza podría diferenciarse de los países de la Unión Europea (UE) por sus normas relativas a la IA. El Ministerio de Comunicaciones helvético debe presentar sus recomendaciones en respuesta a la ley de la UE sobre IA, que entró en vigor a principios del año pasado.

Hans Gersbach, codirector del Instituto Económico Suizo KOF, en septiembre ya señaló que la normativa de la UE “impone exigencias muy elevadas a las empresas” por el gran volumen de normas y papeleo que requiere. Y, en una entrevista con KOF, afirmó que “esto plantea el riesgo de que las innovaciones no merezcan la pena o no tengan éxito en el mercado”.

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“Aunque la ley sobre IA de la UE apunta en la dirección correcta, hay algunas áreas en las que las personas innovadoras y las empresas podrían tener más margen de maniobra”, añadió Gersbach entonces. “Si Suiza consigue crear una normativa más inteligente, más sólida jurídicamente y algo más ágil que la de la UE, tendremos grandes oportunidades en el sector tecnológico. Suiza tiene potencial para convertirse en un núcleo mundial de IA”.

Conexión con EE. UU.

La llegada de líderes mundiales en IA procedentes de EE. UU. ha dado un impulso adicional a la industria nacional suiza de este sector.

“La conexión con el ecosistema estadounidense de IA es muy fuerte. Se está convirtiendo en una relación simbiótica”, cuenta Alexander Brunner, consultor empresarial que está escribiendo un libro sobre el mercado suizo de la IA.

Una prueba más de ello es que el fabricante de chips californiano Nvidia llegó hace dos años a Zúrich al adquirir Animatico, la start-up suiza de IA.

El codirector del Centro de Inteligencia Artificial de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), Marcel Salathé, espera que las nuevas llegadas empiecen a extender sus operaciones a la parte francófona de Suiza.

OpenAI fichó a tres investigadores de Google Deepmind en Zúrich, lo que pone de manifiesto la intensa competencia por el talento en un sector que crece muy rápido. Entre estudiantes y personal de investigación posdoctoral, en la actualidad el Centro de IA de la EPFL alberga a 1.000 personas.

“El crecimiento de la IA nos presenta un momento único en una generación”, dice Salathé, quien añade: “Algunas de las mayores empresas mundiales del futuro se están formando ahora en garajes. Estaría bien que algunas de ellas estuvieran en esta región”.

Según Salathé, en 1989, cuando en el CERN [la Organización Europea para la Investigación Nuclear], con sede en Ginebra, se inventó la World Wide Web, Suiza perdió la oportunidad de crear una industria líder mundial. “Debemos asegurarnos de que no vuelva a ocurrir”, indica.

Déficit de financiación

Las nuevas empresas suizas, para desarrollar todo su potencial, necesitan más capital riesgo y colaboración con las industrias establecidas. Sectores como la sanidad, la robótica y las finanzas necesitan incorporar la tecnología de IA para mantenerse a la vanguardia.

En comparación con otros países, las inversiones en las start-ups suizas de IA han sido hasta ahora insignificantes, según un informe de diciembre de 2023 del grupo de medios Startupticker.

“Aunque, en general, el número de start-ups de IA es impresionante, la posición de Suiza es significativamente peor en términos de inversión. En casi ningún otro país la inversión media es tan baja como en Suiza. La diferencia con las naciones líderes es enorme: los facilitadores y desarrolladores de aplicaciones israelíes atrajeron diez veces más dinero que las empresas de IA de este país”, afirma el informe del grupo Startupticker.

Alexander Brunner ha instado a las multinacionales suizas bien establecidas a que, en vez de recurrir a los gigantes estadounidenses, incorporen más innovación en IA fabricada en Suiza.

“Para competir en la carrera global de la IA no vale solo con contar con una investigación sobresaliente en IA, grandes talentos en IA y startups apasionantes en IA. Se trata de construir en torno a la IA toda una cadena de valor, desde la educación, la infraestructura y la compra corporativa a empresas locales de IA”, ha escrito Brunner en un post de Substack.

Liderazgo suizo en investigación sobre IA

En Suiza, la investigación sobre IA la lideran los institutos federales de tecnología de Zúrich y Lausana (ETH Zúrich y EPFL). Estas dos importantes universidades en octubre pasado anunciaron la creación de un nuevo Instituto Nacional Suizo de Inteligencia Artificial para orientar la investigación, la educación y la innovación en Suiza en este campo.

A principios del pasado año también presentaron Alps, el nuevo superordenador suizo, que, una vez que esté totalmente operativo y se convierta en uno de los superordenadores más avanzados del mundo, será 20 veces más potente que su predecesor. Ambas universidades también gestionan centros de competencia en IA diseñados para traducir la investigación, en casos de uso real, en toda una serie de sectores, desde la sanidad a la robótica y el cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad.

Editado por Veronica De Vore. Adaptado del inglés por Lupe Calvo y Carla Wolff.