Chiapas, esa porfiada indigencia
Pese a la voluntad de cambio, la entidad mexicana sigue sumida en la pobreza y los conflictos.
El zapatismo, más que un levantamiento, una toma de conciencia.
“Me parece que la situación de Chiapas, a pesar de todos los esfuerzos, no ha cambiado mucho, sustancialmente. Me parece que sigue siendo uno de los estados más pobres del país, me parece que la tasa de marginalidad sigue siendo importante”, explica Nancy Carrasco de ‘DM-échange et mission’, servicio exterior de las Iglesias Reformadas en Suiza.
Reconoce, sin embargo, que “ese tipo de cambios no se logra del día a la mañana. Son largos procesos que hay que acompañar cuando es posible. Y en eso estamos justamente”.
Con presencia en Chiapas desde 1990 (antes del levantamiento zapatista), la organización recibe información regular sobre la situación en esa entidad mexicana.
Nuestra entrevistada comparte su lectura sobre el particular:
“Tengo la impresión de que ha habido una manipulación impresionante de intereses políticos en la región. Me parece que ha habido también, no un levantamiento, sino una toma de conciencia de las bases populares que ha sido muy sorprendente para mucha gente”.
Una respuesta no violenta
Agrega que al mismo tiempo, y a diferencia de otro tipo de situaciones donde la violencia ha sido la sola respuesta -lo que no excluye que en Chiapas haya habido violencia y represión-, a nivel oficial ha habido intentos de dar otro tipo de respuestas.
Recuerda que la situación de conflicto en Chiapas precede al levantamiento zapatista de 1994, entre otros factores por enfrentamientos de orden confesional.
“Los eventos del zapatismo permitieron justamente desbloquear toda una base subterránea de tensión que existía desde siempre, que existe en México por esas diferencia socioeconómica que se cristaliza muchas veces en conflictos religiosos”.
Los pilares de DM
DM labora fundamentalmente con las Iglesias para aportar competencias técnicas a las comunidades en los ámbitos de protección a la niñez, desarrollo comunitario y salud, y desarrollo sostenible y ecología.
“Este trabajo de nuestros enviados corresponde a un solo objetivo que es acompañar a las comunidades a una autonomía, a una mayor autonomía y a salir del ciclo de la dependencia”, enfatiza.
Uno de los objetivos de base de la organización, destacado por la representante de DM, es participar donde la situación es difícil con algo positivo y que esté más allá del conflicto mismo.
“Hemos verificado que cuando la gente trabaja junta es más fácil que se entienda, que cuando discute de lo que cree, se junta. Porque en el fondo, en el fondo, la gente cree muy parecido, lo que se diferencia son las formas de practicar”, asegura.
swissinfo, Marcela Águila Rubín
En Chiapas, la más alta marginalización nacional.
De 39 a 44 pasó el número de comunidades con marginalización “alta” a “muy alta”.
El 93% de las comunidades tiene ambos índices de marginalización.
‘D-M échange et mission’ lleva a cabo un proyecto de desarrollo sostenible y de ecología en la región de Chiapas, con impacto previsto para una decena de comunidades; es decir, unas 500 personas.
En México, la organización ha realizado labores en sus tres pilares de acción: con los niños, desarrollo comunitario y salud y desarrollo sostenible y ecología.
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