COP15, una cumbre para frenar la extinción masiva de especies
La riqueza biológica está en crisis en todos los rincones del planeta, y las personas se están dando cuenta. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP15), que se inaugura el 7 de diciembre en Montreal, Canadá, tiene como objetivo alcanzar un acuerdo histórico para evitar una extinción masiva de la fauna y la flora.
«Vivo en Edimburgo, pero me crie en el campo. En la infancia disfrutaba de dibujar la abundancia de las flores silvestres. Siempre hubo prados salvajes cerca de casa, pero ahora ya no existen».
«Actualmente resido cerca de la playa en Lombok, Indonesia. Diariamente voy a nadar y ahora casi nunca encuentro algún pez».
«Luciérnagas: una vez las vi por la noche en el Monte Brè».
Como también demuestran los testimonios que los lectores de SWI swissinfo.ch han compartido en nuestro debate, la biodiversidad, o la riqueza de la vida en la Tierra, está disminuyendo en todo el mundo.
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Estas experiencias personales son gotas que forman un océano descrito por innumerables estudios. La edición 2022 del Informe Planeta Vivo de WWFEnlace externo registra que de 1970 a 2018 el tamaño de las poblaciones de animales vertebrados disminuyeron en un promedio del 69%.
Según el último informeEnlace externo de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Ecosistemas (IPBES) de 2019, el 25% de la fauna y la flora están amenazadas y cerca de un millón de especies se encuentran ahora en riesgo de extinción.
Esta dramática situación ha llevado a parte de la comunidad científica a calificar lo que está sucediendo como la sexta extinción masiva de la historia de nuestro planeta.
El próximo gran intento de detenerlo se llevará a cabo en la 15ª Conferencia de las Partes de la ONU sobre la Biodiversidad (COP15), que se celebrará del 7 al 19 de diciembre en Montreal, Canadá.
La esperanza es que, al final de la cumbre, se firme un acuerdo histórico para detener el declive de la biodiversidad para 2030 y restaurarla para 2050 (ver recuadro).
Para «vivir en armonía con la naturaleza» en 2050, el acuerdo incluye 21 objetivos que deben alcanzarse antes de 2030. Aquí están algunos de ellos:
- Garantizar que, a nivel mundial, al menos el 30% de las zonas terrestres y marinas, especialmente las zonas de especial importancia para la biodiversidad, sean conservadas mediante sistemas de áreas protegidas gestionados de forma eficaz y equitativa, ecológicamente representativos y bien conectados.
- Prevenir o reducir en un 50% la tasa de introducción y establecimiento de especies exóticas invasoras y controlar o erradicar dichas especies para eliminar o reducir su impacto.
- Reducir al menos a la mitad los nutrientes dispersos por el medio ambiente (fertilizantes), los plaguicidas en al menos dos tercios y eliminar el vertido de residuos plásticos.
- Utilizar enfoques basados en los ecosistemas para contribuir a la mitigación y adaptación al cambio climático, contribuyendo a la mitigación con al menos 10 gigatoneladas de CO2 al año; y garantizar que todos los esfuerzos de mitigación y adaptación eviten los impactos negativos sobre la biodiversidad.
- Reorientar, reformar o eliminar los incentivos perjudiciales para la biodiversidad de forma justa y equitativa, reduciéndolos en al menos 500 000 millones de dólares al año.
- Aumentar los recursos financieros de todas las fuentes hasta alcanzar al menos 200 000 millones de dólares al año, incluyendo recursos financieros nuevos, adicionales y efectivos, incrementando los flujos financieros internacionales hacia los países en desarrollo en al menos 10 000 millones de dólares al año.
Fuente: Convenio sobre la Diversidad BiológicaEnlace externo
¿Cómo surgió la COP15?
En 1992, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Cumbre de la Tierra) celebrada en Río de Janeiro, se firmó el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) junto con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Fue suscrito por 196 naciones, incluida Suiza.
La Conferencia de las Partes (COP) que resultó de la primera convención condujo a la adopción del Acuerdo Climático de París. Del CDB, en cambio, surgieron las Metas de Aichi, que llevan el nombre del lugar japonés donde se celebró la COP10 sobre biodiversidad en 2010.
Hasta ahora, los resultados han sido decepcionantes. Es cierto que la gente es más consciente de la importancia de la biodiversidad y que el porcentaje de áreas protegidas ha aumentado, pero ninguno de los 20 objetivos establecidos para 2020 se ha alcanzado plenamente, explica a SWI swissinfo.ch la científica de la Universidad de Zúrich y directora de bioDiscoveryEnlace externo, Cornelia Krug, quien participará como observadora en la COP15.
No es solamente un problema climático
Cuando se habla del impacto negativo de la actividad humana sobre la naturaleza, pensamos especialmente en el cambio climático y en las emisiones de CO2. El calentamiento global, sin embargo, es solamente uno de los factores que afecta negativamente a la biodiversidad y, aunque cada vez tiene más relevancia, ni siquiera es el más importante.
“La alteración de terrenos, con fines agrícolas, por ejemplo, es uno de los principales motores de la extinción”, señala Krug. “Otra es la contaminación. No solamente el plástico en los océanos, sino también el uso excesivo de pesticidas y fertilizantes».
Junto con sus colegas, la científica considera que el calentamiento global y la pérdida de biodiversidad son dos problemas que deben abordarse de manera paralela y simultánea, para evitar, por ejemplo, que las iniciativas aplicadas para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero sean perjudiciales para la diversidad de la fauna y la flora. Un caso es la reforestación a gran escala para la producción de bioenergíaEnlace externo. Un monocultivo de álamos garantiza una buena absorción de CO2, pero es muy pobre en biodiversidad. Si, además, estos cultivos reemplazan la tierra utilizada para la agricultura de subsistencia, la seguridad alimentaria de las comunidades locales también se pone en riesgo, advierte la IPBES.
¿Cuáles son los obstáculos para llegar a un acuerdo?
La organización de la COP15 ha sido muy conflictiva. Inicialmente programada para octubre de 2020 en Kunming, China, se pospuso varias veces y luego se trasladó a Canadá.
China ha mantenido la presidencia, pero no parece dar mucha importancia a la cumbre. Pekín, de hecho, no ha invitado a ningún jefe de Estado (solo a ministros y ONG), y el propio líder Xi Jinping no participará, al igual que no asistió a la conferencia climática COP27 en Sharm el-Sheij.
A la pasividad de China se suman los problemas de escasez de energía y alimentos provocados por la guerra en Ucrania, que han acaparado las prioridades de muchos países.
Y todo esto, antes de abordar el fondo de la cuestión, es decir, los puntos del proyecto de acuerdo en los que es probable que surjan resistencias por parte de los Estados.
Krug identifica tres aspectos en particular, relacionados con la financiación: el primero es simplemente el problema de dónde encontrar los recursos monetarios para la implementación de un posible acuerdo. Ya en la COP27, los países económicamente desarrollados se mostraron reacios a meterse las manos en los bolsillos.
El segundo es la distribución equitativa de los beneficios. En otras palabras, conseguir que los beneficios económicos obtenidos gracias a un recurso biológico de un país regresen de manera justa al propio país y no vayan, por ejemplo, exclusivamente a la multinacional que explota este recurso.
Por último, está la cuestión candente de las subvenciones. Muchos subsidios públicos, también en Suiza, apoyan actividades agrícolas (y no solamente) perjudiciales para la biodiversidad. Es probable que la reducción de esta ayuda prevista en el proyecto de acuerdo encuentre mucha resistencia política.
A pesar de todas estas dificultades, aún hay un rayo de esperanza, según Krug. Un mensaje claro que se desprende de la COP27 es que la naturaleza y su restauración son cruciales para lograr los objetivos climáticos. Además, la decisión tomada en Sharm el-Sheij sobre la creación de un fondo para compensar a los países en desarrollo por las pérdidas y daños causados por el cambio climático es también un paso importante para proteger la biodiversidad, que suele ser más rica en los países en desarrollo.
¿Cuáles son las prioridades de Suiza para la COP15?
La Confederación es ambiciosa. Forma parte de la High Ambitio CoalitionEnlace externo que apoya el objetivo de proteger al menos el 30% de las zonas terrestres y marinas del planeta para 2030.
Eva Spehn, colaboradora científica del Foro Suizo de la Biodiversidad (SCNAT)Enlace externo y miembro de la delegación helvética, explica que en Montreal, Suiza luchará por un acuerdo que contenga metas altas, con plazos, y la introducción de indicadores para medir los avances. Además, «los países que pueden hacerlo deben proporcionar más y mejores medios financieros, y las fuentes de financiación privadas deben, a su vez, ajustarse a los objetivos».
#cbd_cop15Enlace externo Alla #ConferenzasullaBiodiversitàEnlace externo (7 – 19 dicembre), la CH si impegnerà a favore di obiettivi ambiziosi e regole chiare. Al centro dei lavori l'adozione di un nuovo quadro globale per salvaguardare la biodiversità. https://t.co/VC73ngoZzmEnlace externo@UNBiodiversityEnlace externo pic.twitter.com/OqQRTcK4I2Enlace externo
— UFAM (@ufamCH) November 30, 2022Enlace externo
¿Cuál es el estado de la biodiversidad en Suiza?
A pesar de sus ambiciones, el historial de Suiza está lejos de ser halagador.
Recientemente, la Convención para la Conservación de la Vida Silvestre y sus Biotopos en Europa (Convenio de Berna) criticó a Suiza por su inacción en materia de áreas protegidas, un ámbito en el que la Confederación, dijo, sería la última de Europa.
En Suiza hay registradas unas 56 000 especies de plantas, animales y hongos, según un resumen sobre el monitoreo de la lista rojaEnlace externo que publicará en 2023 la Oficina Federal de Medio Ambiente e InfospeciesEnlace externo. Los expertos calculan que otras 29 000 viven en el país. Los resultados se anticipan en la edición de 2022 de la revista HotspotEnlace externo, publicada por el SCNAT. Cerca del 35% de las especies observadas (10 844 especies), señala Spehn, están en peligro de extinción en Suiza.
En una respuesta escrita a SWI swissinfo.ch, la experta explica que ya se han tomado medidas para prevenir la pérdida de biodiversidad, pero que para revertir la tendencia será necesario reducir la presión de los factores que la causan. Spehn cita como ejemplos la agricultura, la edificación de infraestructuras y la fragmentación del hábitat, y señala que entre 1985 y 2009 se transformó alrededor del 15% del territorio suizo.
A esto hay que agregar el ya mencionado problema de los subsidios. En 2020, el SCNAT y el Instituto Federal Suizo de Investigación Forestal, Nieve y Paisaje (WSL) identificaron 162 subvenciones perjudiciales para la biodiversidadEnlace externo, en áreas que van desde la agricultura y el turismo hasta el transporte y el sector energético. Estos subsidios ascienden a 40 000 millones de francos, es decir, entre 30 y 40 veces la cantidad disponible para medidas de fomento de la biodiversidad.
Adaptado del italiano por Norma Domínguez
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