Investigadores suizos en la carrera contra el coronavirus
Los suizos acompañan la carrera contra la vacuna Covid-19: el Premio Nobel Jacques Dubochet con su tecnología de imágenes electrónicas de alta precisión y un equipo de la Universidad de Berna con un clon digital del virus.
En sólo un mes, los investigadores de la Universidad de Texas han identificado una proteína clave en el virus COVID-19 que actualmente circula por todo el mundo. Y es gracias al trabajo de Jacques Dubochet que obtuvieron sus resultados, publicados en la revista Science.
Es la primera vez que la crio-microscopía electrónica – una técnica que Dubochet desarrolló con sus colegas Joachim Frank y Richard Henderson y que le valió el Premio Nobel de Química en 2017 – ha dado resultados espectaculares.
Técnica revolucionaria
¿Cómo funciona? A diferencia del microscopio óptico convencional, el microscopio de electrones no examina las muestras a través de un rayo de luz, sino bombardeándolas con un rayo de electrones. Esto ofrece una precisión mayor.
El problema de la observación de los materiales orgánicos es que las muestras deben ser deshidratadas, coloreadas o expuestas a rayos X. Estas técnicas alteran la muestra, y lo que se observa ya no es su estado natural.
Aquí es donde entra en juego la crio-microscopía, que implica la congelación de la muestra. Pero no de cualquier manera: hay que evitar que el agua de la muestra forme cristales de hielo, lo que rompería la materia orgánica. Por lo tanto, se utiliza etano líquido para llevar la muestra muy rápidamente a una temperatura de -160°C, de modo que se congele en hielo amorfo, es decir, no cristalino.
La proteína se pegó al virus
Así que fue esta técnica la que permitió a los investigadores de la Universidad de Texas crear una imagen tridimensional de una proteína adherida a la superficie del coronavirus. Es una proteína clave porque es la que permite al virus entrar en las células pulmonares e infectarlas.
Conocer la forma de esta proteína es crítico para determinar cómo atacar el virus y encontrar una vacuna, indicó Jason McLellan, profesor de biociencias moleculares y autor principal del estudio, a la Radio y Televisión Suiza RTS. Si encontramos una sustancia que desactiva esta proteína, el virus no podrá propagarse.
Un clon digital en Berna
Otro espectacular avance se encuentra directamente en Suiza: un equipo del Instituto de Virología e Inmunología de la Universidad de Berna ha logrado crear un clon digital del virus.
Durante las últimas tres semanas, los investigadores han estado trabajando en un laboratorio de alta seguridad, cuyas puertas sólo pueden abrirse y cerrarse -en cualquier dirección- después de lavarse bien y cambiarse de ropa varias veces. Esto se debe a que allí se están manipulando muestras de un clon del Covid-19.
En pocos días, Volker Thiel y sus colegas lograron producir una versión computarizada del Covid-19, que es inofensiva, por supuesto, pero muy informativa. «Podemos hacer cambios específicos, como eliminar un gen, para ver si el virus se multiplica menos. De esta manera sabremos cuán importante es un gen en particular para su propagación», explicó el virólogo a nuestros colegas de Radio y Televisión Suiza SRF.
El clon ya está atrayendo un gran interés de los laboratorios de todo el mundo, que lo utilizarán para sus propias investigaciones. «Va a ser muy útil, porque en realidad todavía no sabemos mucho sobre este virus, y cada ganancia de conocimiento ayuda, por ejemplo, en el desarrollo de una vacuna u otros medicamentos», advierte Christian Griot, director del Instituto de Berna.
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.