Cuando las letras dan miedo

La sopa de letras causa malestar de estómago a casi una de entre 10 personas en Suiza. swissinfo.ch

Alrededor de 600.000 personas en Suiza tienen serios problemas de lectura y escritura, pese a haber pasado 9 años en la escuela.

Quien tiene dificultad con las letras se enfrenta a aprietos en su vida diaria y en el trabajo. No obstante, hay caminos para corregir esa deficiencia.

Pasó su infancia en un pequeño pueblo del cantón de Berna. Era la mayor entre varios hermanos. Su madre, muy joven cuando la trajo al mundo, tuvo poco tiempo para dedicárle.

Paula Z., como la llamaremos, tuvo en su vida escolar buenas notas en matemáticas. Pero escribir le costaba inmenso trabajo y esa tarea se fue convirtiendo poco a poco en una tortura. “Mi cuaderno de redacción estaba lleno de tachas. Recuerdo aún que durante mi preparación para la educación secundaria escribí ‘Ku’ en vez de ‘Kuh’ (‘vaca’ en español) y todos se rieron de mí”.

Tras la escuela obligatoria, Paula permaneció en un internado en la zona de habla francesa de Suiza. Pero no llegó a recibir su certificado porque cada vez que debía redactar un texto largo se hundía en el pánico y huía de la situación.

Ocultar el problema

Trabajó en diversos orfanatorios hasta llegar a ser jefa de equipo. “Dejaba que las practicantes llenaran los informes para ocultar mi problema”.

Con 28 años contrajo matrimonio y se convirtió en madre de tres niños.

Paula Z. indica a swissinfo que con las tareas escolares de sus hijos no tuvo en realidad problema alguno. Y cuando era necesario buscaba alguien que les ayudara.

Por las noches, en vez de la lectura de un cuento antes de dormir, sus pequeños escuchaban la narración de una historia.

Esta mujer ha viajado mucho; ya estuvo en China y Rusia. También lee libros, por ejemplo, de Marion Gräfin Dönhoff. Pero no escribe ni cartas ni pequeñas notas, que a veces son necesarias en la vida cotidiana.

Nunca se arriesgó, dice, a escribir una disculpa al profesor cuando uno de sus hijos enfermó. “Me hubiera dado mucha vergüenza”, dice.

Sólo en el íntimo círculo familiar se conoce su deficiencia en la escritura. Ella prefiere esconder su problema.

“Lo que me molesta no es escribir, sino el temor a los errores”, advierte.

”Como poner orden en el sótano”

Pese a todo, su carencia inquietaba desde hace mucho tiempo a Paula. Buscó un curso, pero en el lugar equivocado, hasta que una vez vio en televisión un anuncio sobre un curso de lectura y escritura. Llamó para inscribirse porque quería finalmente “ordenar el sótano”.

“Tengo una buena vida, con excepción de ese déficit. Quisiera aprender a escribir mejor para poder enviarle una carta a mi hija”, comenta.

Desde principios de año acude cada semana al curso de lectura y escritura dirigido a mujeres. El encuentro con personas que tienen el mismo problema le hace bien. Y con esta actividad han cambiado muchas cosas para Paula:

“Tengo más alegría por la vida, más confianza en mí misma. Antes tenía una mala conciencia y me sentía menos”.

swissinfo, Gaby Ochsenbein
(Traducción: Patricia Islas)

Datos clave

Entre 13 y 19% de los adultos en Suiza tiene problemas al leer y comprender textos sencillos, según un estudio de la OCDE, realizado en 1995.

Contexto

20% de los jóvenes que finalizan sus estudios escolares no son capaces de comprender un texto simple, indica un estudio de PISA, del 2000.

Ante estos resultados, los responsables de la educación en Suiza emprendieron un plan de acción cuyo objetivo es reducir las deficiencias de lectura en los jóvenes.

El concepto iletrismo describe la imposibilidad de leer y escribir adecuadamente.

En Berna, la asociación ‘Leer y escribir’ (LundS) ofrece un curso para adultos con deficiencias ortográficas.

El curso se dirige a personas que absolvieron sus estudios en Suiza. La mitad de los participantes concluyeron su aprendizaje y alrededor del 5% tienen un certificado de estudios secundarios.