Diálogo práctico de diplomáticos y empresarios suizos

Silicon Graphics, en Neuchatel, una de las empresas que recibió visita de la diplomacia. Keystone

Unos cien embajadores de Suiza en el extranjero visitaron, divididos en cuatro grupos, empresas pequeñas y medianas, PYMES, en Lucerna, Neuchatel, Basilea y Emmental. Una treintena de ellos estuvo este miércoles en Neuchatel.

El encuentro se llevó a cabo en el marco de la conferencia anual de embajadores que comenzó el lunes y concluye este viernes. La idea, a todas luces acertada, permitió a los diplomáticos conversar con los empresarios y recibir informaciones de primera mano sobre el funcionamiento y las perspectivas de las PYMES.

En Neuchatel, 30 embajadores y cuatro embajadoras recorrieron las intalaciones de Pibomulti, Etel, Ismeca, MiCs, en el sector de microtécnica; Silicon Graphics, PSINet, Mediaphonics, en el de programas informáticos; Parmigiani, Gucci en relojería y Johnson y Johnson en el ámbito de la tecnología biomédica.

En horas de la noche participaron en una mesa redonda celebrada en el Castillo de Neuchatel, sede del Parlamento y del Gobierno cantonal. Como era de esperar, la discusión giró en torno a los medios que permitan fortalecer el papel de promoción de las legaciones diplomáticas y de la Oficina Suiza de Expansión Comercial, OSEC.

El cantón de Neuchatel, en la Suiza de expresión francesa, abriga una densidad extraordinaria de PYMES con futuro, sostuvo el embajador George Martin, organizador de la jornada. «Las PYMES desarrollan actividades en un mercado mundial, donde Suiza se encuentra aislada» precisó el diplomático.

Situación incómoda

En el plano internacional, «la posición de Suiza da la impresión de debilidad» declaró a su vez Francois Nordmann, embajador suizo ante la ONU, en Ginebra. «La vía del bilateralismo pertenece al pasado y ya no garantiza un ambiente político deseado», afirmó ante los empresarios de Neuchatel.

Por su parte, Frédéric-James Gentizon, gerente de Mediaphonics y Nicolas Wavre, directivo de ETEL, criticaron la dificultad de establecer contactos con las embajadas suizas en el extranjero. Manifestaron además su deseo de contar con mayor asistencia de las legaciones diplomáticas para resolver aspectos arancelarios y adquirir conocimientos sobre los mercados potenciales.

Pérdida de visión

Según Wavre, el rechazo del electorado helvético al Espacio Económico Europeo, en 1992, no penaliza tanto a la actividad económica. Pero es innegable, dijo, que la incertidumbre sobre el porvenir político de Suiza causa una «pérdida de visión» que perjudica la elaboración de estrategias industriales a corto y mediano plazo.

Blaise Godet, embajador de Suiza en el Cairo, dijo temer que el asunto de la adhesión de Suiza a la UE sea postergado indefinidamente. En cuanto a los acuerdos bilaterales, parece que la ratificación por los Estados miembros de la UE no será conseguido el primero de enero de 2001, como está previsto, añadió.

Nuevo dispositivo

De su parte, el embajador de Suiza ante la UE en Bruselas, Dante Martinelli, reconoció la necesidad de establecer «un nuevo dispositivo de promoción de las exportaciones».

La reforma de la Oficina Suiza de Expansión Comercial, OSEC, discutida en el Parlamento, ayudaría a distinguir mejor entre las actividades de marketing (análisis de mercados potenciales) y de promoción propiamente dicha.

El secretario de Estado de Relaciones Exteriores, Franz von Däniken, admitió parcialmente el reproche relativo a las dificultades de contacto con las embajadas. El embajador suizo en París, Bénédict de Tscharnen, indicó al respecto que «para recibir ayuda, hay que pedirla» y no dudar en exponer su problema.

En resumen, el centenar de embajadores helvéticos tuvieron la ocasión de intercambiar opiniones con empresarios de la pequeña y mediana industria helvética, en Lucerna, Basilea, Neuchatel y Emmental, sobre las perspectivas de ampliar su horizonte comercial. Un acierto de la Conferencia anual de embajadores que concluye este viernes, en Berna.

swissinfo y agencias