El afán de saber y sus implicaciones éticas
La investigación con células madre embrionarias provoca encendidos debates, desde Estados Unidos, donde fue uno de los temas de la campaña electoral, hasta Suiza, que votará una ley en la materia este 28 de noviembre.
Entrevista con Marisa Jaconi, destacada investigadora helvética volcada en el estudio de estas células.
La bióloga Marisa Jaconi es la estrella de los investigadores suizos. Desde que hace tres años obtuvo el permiso para importar de Estados Unidos células madre de embriones humanos, no cesa de conceder entrevistas.
Sus investigaciones han servido de base para la elaboración de una nueva ley, que ha desatado un amplio debate público sobre el papel de la investigación científica y sus implicaciones éticas.
swissinfo: Señora Jaconi ¿qué le llevó a estudiar las células madre?
Marisa Jaconi: Fue como una cadena de sucesos. Me apasioné por el tema durante mis estudios universitarios en Ginebra. Pero fueron realmente los estudios de postgrado en Estados Unidos y el trabajo de investigación sobre células cardíacas que realicé en Montpellier (INSERM), en Francia, que me llevaron a centrarme en las células madre.
Ahora dirijo un pequeño grupo de investigación en la Facultad de Medicina de la Universidad de Ginebra. Una tarea no siempre fácil. Para sacar adelante mi proyecto, tengo que buscar recursos financieros y afrontar las conclusiones precipitadas a las que llegan algunos periodistas.
Se publicó, por ejemplo, que mi grupo logró curar el corazón de un ratón. Y aunque es verdad que estamos estudiando la forma de regenerar los tejidos cardíacos con células madre y hemos obtenido resultados esperanzadores, falta mucho para que podamos curar un infarto.
swissinfo: Es la única persona en Suiza que tiene un proyecto de investigación con células madre. Y, sin embargo, el Gobierno ha decidido elaborar una ley para regular este sector de investigación. ¿No le sorprende ese interés por las células madre?
M.J.: Es un tema que desata encendidos debates en el mundo entero. Creo que plantea interrogantes fundamentales: ¿Qué somos? ¿Qué es un embrión? ¿Cuándo comienza la vida? En resumen, lleva a cada individuo a reflexionar sobre su propio concepto de ética y de vida.
Pero hay un aspecto paradójico en todo esto. Nos preocupa lo que se puede hacer con un embrión cuando éste es una bolita de células inmaduras. Al mismo tiempo vivimos en una sociedad que tolera el aborto y acepta la espiral como método anticonceptivo.
Es importante hablar de estos temas y afrontarlos en el contexto de una discusión plural. Sólo así la sociedad podrá ampliar sus conocimientos en este terreno.
swissinfo: Extraer células de un embrión significa destruirlo. ¿No le plantea esto problemas éticos?
M.J.: Cuestionar estas implicaciones éticas es fundamental. Aunque el embrión está protegido, y con razón, no creo que se pueda considerar de la misma forma a un embrión que a un ser humano nacido. La ley autoriza investigar con embriones precoces, que no disponen todavía de estructuras, órganos, ni de sistema nervioso.
Además, nosotros no pedimos crear embriones con fines investigativos, algo que prohíbe claramente la ley y que yo suscribo. Se trata únicamente de autorizar que la investigación científica pueda extraer algunas células de embriones creados inicialmente para la fertilización asistida, pero que ya no serán utilizados con ese fin.
Actualmente la ley prevé que estos embriones sean destruidos. La cuestión que me planteo es la siguiente: ¿Es más ético destruirlos o estudiarlos para poder encontrar nuevas terapias? En mi opinión, es mejor destinarlos a la investigación. Y en lugar de destruirlos, soy partidaria de donarlos a otra pareja con problemas de esterilidad, siembre y cuando – y esto que quede claro – los padres naturales den su consentimiento. Por desgracia, la constitución excluye esta posibilidad y obliga a destruir los embriones excedentes.
swissinfo: Se han encontrado células madre también en personas adultas y en el cordón umbilical. ¿Por qué la ciencia no se centra en estas últimas?
M.J.: La única terapia actualmente disponible con células madre adultas es el trasplante de médula ósea para curar la leucemia. No sabemos todavía cómo reprogramarlas para obtener todos los demás tipos de células. Y sólo llegaremos a saberlo estudiando las células embrionarias. Por esta razón es importante seguir estudiando todos los tipos de células madre, tanto las adultas como las embrionarias.
El tiempo y la investigación dirán si las células madre pueden ser utilizadas con fines terapéuticos. Hay esa esperanza y es legítimo hablar de ello. Sólo así se conseguirá hacer entender la razón de ser de una investigación en un debate que gira en torno a los aspectos éticos.
No se puede establecer cuáles serán los campos de aplicación de estas células antes de estudiarlas. Y hay que tener cuidado de no crear falsas ilusiones o promesas. Al mismo tiempo es imprescindible poder seguir adelante en esta investigación fundamental.
swissinfo: Algunos temen que autorizar la investigación con células embrionarias aumenta el riesgo de abusos, como las nuevas formas de eugenesia o la clonación de seres humanos…
M.J.: No veo ningún peligro de este tipo en nuestro país. La nueva ley es muy restrictiva y no permite ningún tipo de clonación, ni siquiera la clonación con fines terapéuticos. Excluye explícitamente toda manipulación de los embriones.
Sí, claro, se puede violar la ley, pero esto no es el caso en todos los campos. Pienso que es absurdo prohibir la investigación por miedo a que alguien termine abusando de las técnicas desarrolladas. Lo importante es dotarse de un marco jurídico claro que permita intervenir contra quienes violen la ley.
swissinfo. Actualmente usted trabaja con células madre importadas de Estados Unidos. ¿Si se aprueba la ley, comenzarán a desarrollar líneas celulares suizas?
M.J.: Dependerá mucho de los fondos que se nos pongan a disposición. No es para nada fácil extraer células madre de embriones humanos y cultivar una línea celular. En el caso de los ratones, las líneas de células madre son muchas – en este campo se lleva investigando veinte años –, pero en lo que se refiere a las células humanas, hay sólo un centenar de líneas disponibles. Nosotros carecemos de experiencia en este campo y tendremos que aprender la técnica de los laboratorios que sí lo han hecho.
Por ende, en una primera fase seguiremos trabajando con células importadas del extranjero. Pero, claro, espero que se desarrollen líneas celulares en Suiza y que se multipliquen los proyectos de investigación. Se trata de no dispersar nuestros esfuerzos.
Entrevista swissinfo: Doris Lucini
(Traducción: Belén Couceiro)
Marisa Jaconi, oriunda de Lugano, es investigadora en el Laboratorio de Biología del Envejecimiento de la Universidad de Ginebra.
En el 2001 obtuvo el permiso para importar células embrionarias humanas de Estados Unidos.
El 28 de noviembre Suiza vota una ley para regular la investigación con células madre.
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