El estrés cuesta mucho
La tensión nerviosa y la presión síquica cuestan a Suiza más de 3.000 millones de dólares anuales, señala un estudio de la Secretaría de Estado de Economía.
La investigación muestra los altos costos socio-económicos del estrés para la población suiza.
Es, tal vez, uno de los vocablos más empleados en la vida cotidiana, aunque pocas veces se tenga una idea exacta de sus siginificado, sus causas y sus consecuencias.
La palabra estrés encierra los conceptos de tensión nerviosa, sobrecarga, presión síquica y física. Se considera como una reacción del organismo ocasionada por excitaciones debidas a emociones, heridas, fatigas etc.
Desde el punto de vista médico es una actividad excesiva del sistema nervioso que produce un exceso de la hormona catecolamina con una subida considerable de la presión arterial.
Mal de civilización
Se trata de un mal típico de la civilización cuyo origen es muy complejo. Por esta razón, desde el punto de vista médico y científico es importante considerar diferentes disciplinas clínicas para situar las causas y eventuales terapias para el estrés.
Actualmente, los estudios abarcan varias disciplinas clínicas como la biología molecular, la Imagen Magnética de Resonancia (MRI en su sigla inglesa) o la tomografía programada.
Costos
El estudio de la Secretaría de Estado de Economía calcula que los costos causados por el estrés en Suiza llegan a 3.200 millones de dólares. Es decir, el 1,2% del Producto Interior Bruto.
Estos gastos incluyen consultas y tratamientos médicos, productos farmacéuticos y ausencias del trabajo, con las respectivas pérdidas en la producción.
Según la investigación, un 82% de los empleados y trabajadores en Suiza se siente afectado por el estrés. Sin embargo, una mitad de ellos cree estar en condiciones de combatirlo con éxito.
Una de entre cada 8 personas afectadas dice sufrir un estrés agudo y no estar en condiciones de tratarlo por su cuenta.
Estudios similares en otros países muestran resultados parecidos, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que los costos causados por el estrés en Europa y Norteamérica, llegan cada año a 120.000 millones de dólares.
Prevención
Toda persona que trabaja puede ser víctima del estrés. No sólo los altos empresarios, sino también las amas de casa que velan por sus hijos pueden ser víctimas del estrés. También los médicos pueden sufrir de agotamiento síquico y físico.
Tratar de lograr un equilibrio entre el trabajo y el descanso, evitar el exceso de obligaciones y apuros, aprender a decir ‘no’ en situaciones precarias y planear las fases de descanso son algunas fórmulas individuales para prevenir el estrés.
El estrés en sí, no es nocivo, pero puede ser origen de aumento de la tensión arterial, úlceras, depresiones, sudores excesivos, jaquecas y otros accidentes.
No existe un tratamiento médico directo ni hay medicamentos para combatir específicamente el estrés.
Si las medidas preventivas como la recreación, el deporte, la alimentación equilibrada y el abandono del alcohol y el tabaco no dan resultado, deben tratarse los efectos que los médicos llaman ‘enfermedades oportunistas’
Swissinfo, Luis Salinas, Basilea.
Los costos sociales ocasionados por el estrés equivalen al 1,2% del Producto Interno Bruto (PIB).
Muchos de los afectados dicen que no pueden abordar el problema por cuenta propia.
No hay un tratamiento directo, sino recomendaciones para prevenir la aparición del estrés.
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