El Mundial de la doble identidad y la prensa feroz
Durante la celebración del Mundial de Sudáfrica, los países se paralizan y la actualidad se limita a los partidos del campeonato. Un torneo, que en Suiza estimula el cosmopolitismo y la doble identidad de los emigrantes que residen en el país.
Además, las fuertes críticas de los medios y el periodismo populista han marcado las primeras semanas del Mundial.
Estas son algunos de las conclusiones que apunta a swissinfo.ch el geógrafo y sociólogo, Raffaele Poli, que es además investigador del Centro Internacional de Estudios del Deporte (CIES), de la Universidad de Neuchâtel, y profesor asistente en el Instituto de Ciencias del Deporte y Educación Física de la Universidad de Lausana (ISSUL).
El nacionalismo que tantas veces se canaliza a través del deporte y, especialmente por medio del balompié, tiene ahora su máximo torneo para vender sus doctrinas. Poli apunta algunos factores que impulsan el aspecto más peyorativo del nacionalismo en el fútbol.
Cosmopolitismo y doble identidad
Cuando surgen quejas sobre los árbitros y aparecen envueltos en presuntas teorías de conspiración, parece incluso que algunos estarían hasta dispuestos a ir a la guerra, también con los insultos a los rivales y las críticas a los enemigos, explica a swissinfo.ch Poli.
Por ejemplo, en Suiza esto pasa con los países limítrofes, “los suizos francófonos contra Francia, los de expresión alemana contra Alemania y lo mismo con los suizos de habla italiana respecto a Italia”, cuenta el especialista.
En el extremo contrario, en la actualidad es, al menos en Suiza, cada vez más habitual ver más de una bandera nacional en las ventanas o en los coches, casi siempre dos y entre ellas la suiza, un fenómeno que comenzó en el Mundial de Alemania. Lo que muestra que “este torneo se puede usar para dividir a la gente, aunque son ahora más frecuentes las señales que muestran un mayor cosmopolitismo y una doble identidad. Es una lectura pero no es la única para un fenómeno tan amplio”, dice Poli.
Según Poli, cuando junto a la propia aparece la bandera suiza, esto se enmarca en el proceso de integración de los emigrantes, para mostrar que están contentos en el país de adopción y que se puede apoyar a dos equipos sin exclusiones.
Pobre actuación africana
La actuación de los equipos africanos en el primer Mundial que se celebra en el continente negro es, como en ediciones anteriores, bastante insuficiente. Poli cree que los malos resultados que cosechan se deben a los problemas en la dirección y la gestión que padecen los conjuntos africanos clasificados.
“Casi todos los jugadores militan en clubes extranjeros, tienen demasiado ego y van de estrellas aunque estén orgullosos de representar a su tierra. Muchas de las federaciones cambian de entrenador antes del Mundial y a pesar del talento que tienen, no es suficiente si no se tiene una planificación a largo plazo”, asegura el geógrafo.
Ante la falta de un entorno ideal, a Poli no le sorprende la pobre actuación de la mayoría de los equipos africanos en el Mundial de Sudáfrica, expecto Ghana que fue el único que logró pasar a octavos de final.
Periodismo populista basado en emociones
Tanta es la relevancia del Mundial que cualquier derrota o resultado adverso de un equipo causa un enorme aluvión de feroces críticas en la prensa de muchos países, tanto en los medios que gozan de cierto prestigio como en los más sensacionalistas. Está muy reciente el ejemplo de la furiosa reacción de los diarios franceses ante la actuación de su equipo tras perder ante México (2-0).
“Los impostores”, publicó en portada el periódico deportivo ‘L’Équipe’. ‘Le Parisien’, el diario más leído en Francia, tituló “¡Lamentable!”, y señaló que los “patéticos bleus” fueron dominados en todas las fases del juego.
Unas críticas que aumentaron con la temprana eliminación de los galos con términos como “mercenarios” o acusaciones a los jugadores de “tener una actitud y un juego indigno, vergonzoso y repugnante”.
Lo mismo sucedió en Inglaterra tras el empate sin goles de los británicos contra Argelia, que propició la aparición de titulares con acusaciones de “inútiles” o “payasos” a sus futbolistas, en el ‘Daily Express’ y ‘Daily Mirror’, respectivamente. Este último destacaba: “Una vergüenza. Las estrellas de Fabio no estaban preparadas para vestir la camiseta”.
Poli, que también ejerció de periodista ve que estas reacciones son una clara muestra de populismo. “Es un espejo de la forma en la que trabajan los medios de comunicación en la actualidad. Cambian de opinión muy rápidamente en función del resultado y las circunstancias, cuando ganan los jugadores son tratados como héroes pero si pierden cambian de nuevo. Es el mal periodismo de hoy que sólo se basa en emociones y deja a un lado la reflexión y la coherencia”, destaca el especialista.
Escriben lo que piensan que la gente piensa pero en realidad no lo saben y tratan de acercarse, así que exageran y modifican su criterio si lo hacen los resultados, prosigue Poli.
Un ejemplo también es el cambio de tratamiento de la prensa inglesa del entrenador de Inglaterra, el italiano Fabio Capello que al principio era considerado como todo un héroe. “Como antiguo periodista me gustaría denunciar esta forma de trabajar que es muy pobre. Esta falta de seriedad es triste”, indica el también director del Observatorio de Futbolistas Profesionales (PFPO).
Predicciones y favoritos del Mundial
Respecto a los favoritos para alzarse con la copa del campeón mundial, el Observatorio de Futbolistas Profesionales (PFPO) de Neuchâtel, que dirige Poli, también ha hecho sus predicciones. El escenario que proyecta la entidad establece que la final del Mundial, del próximo 11 de julio, será España-Inglaterra. “El escenario se basa en varios criterios, aunque a título personal mi favorito es Brasil, ya incluso antes que comenzara el campeonato”, confiesa Poli.
El modelo del observatorio con sede en Suiza sigue las pautas de predicción de la última edición de la Liga de Campeones de la UEFA y analiza la lista de los equipos clasificados para la fase final del Mundial.
En lo referente a Suiza, la predicción apunta que pasaría la primera ronda pero caería en octavos de final frente a Brasil, la pentacampeona.
Iván Turmo, swissinfo.ch
El geógrafo y sociólogo Raffaele Poli es investigador del Centro Internacional de Estudios del Deporte (CIES), Universidad de Neuchâtel.
El CIES es una fundación privada, adscrita a la Universidad de Neuchâtel, creada en 1995 por la FIFA, la universidad, la ciudad y el cantón de Neuchâtel.
También es profesor asistente en el Instituto de Ciencias del Deporte y Educación Física de la Universidad de Lausana (ISSUL).
Dirige además el Observatorio de Futbolistas Profesionales (PFPO), un grupo, inscrito en el CIES, para la investigación que analiza la evolución del mercado del trabajo europeo de los futbolistas.
Trabaja en materias tan variadas como migraciones, globalización, redes sociales, cuestiones de identidad y geopolítica en deporte y especialmente en el fútbol.
Doctor en Geografía, Poli pertenece al comité directivo de la Sociedad Suiza para los Estudios Africanos y es socio activo de la Federación Suiza de Periodistas.
Ha colaborado además en la dirección de documentales sobre fútbol y emigración y ha organizado exposiciones sobre fútbol en museos.
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