Los adolescentes expuestos al ruido del tráfico rodado pueden sufrir déficits de memoria y concentración, según un estudio de Basilea. Sin embargo, los efectos se consideran leves.
En una investigación financiada por la Fundación Nacional Suiza para la Ciencia (FNS), Martin Röösli, catedrático de Epidemiología Ambiental del Instituto Tropical y de Salud Pública de Basilea, demuestra que la exposición crónica al ruido del tráfico rodado en el hogar afecta a las capacidades cognitivas de los jóvenes.
Durante un año, Röösli siguió a un grupo de casi 900 adolescentes de entre diez y diecisiete años expuestos a distintos niveles de ruido del tráfico rodado en sus hogares. Al principio y al final de este periodo evaluó sus capacidades cognitivas mediante cuestionarios y pruebas.
Descubrió que por cada aumento de 10 dB en el ruido medio del tráfico -lo que corresponde a una duplicación del volumen percibido- la memoria figural, una forma de memoria que implica imágenes, se reducía en 0,27 puntos. Además, la capacidad de concentración se reducía en 0,13 puntos.
«Para hacernos una idea de lo que significan estas cifras, podemos comparar la diferencia en el rendimiento cognitivo entre el inicio y el final del estudio con la diferencia en el rendimiento cognitivo de distintos niveles de secundaria, por ejemplo entre el nivel B y el nivel A o entre el nivel A y el de secundaria superior», dijoEnlace externo Röösli en un comunicadoEnlace externo publicado por la SNSF el jueves.
La disminución de la memoria figural registrada en el transcurso del estudio equivalía a un tercio de la diferencia observada entre dos niveles escolares, mientras que la reducción de la capacidad de concentración constante era aproximadamente igual a la diferencia observada entre dos niveles escolares.
Sueño alterado
«El ruido afecta probablemente al rendimiento cognitivo de los adolescentes porque perturba su sueño», sugirió Röösli.
Röösli observó que el ruido afectaba más al rendimiento mental de los jóvenes cuyo dormitorio daba a una carretera muy transitada. No obstante, señaló que los efectos señalados son leves y deben confirmarse.
Un estudio de 2017, también de Röösli, concluyó que el ruido del tráfico de coches, camiones, trenes y aviones podría tener consecuencias negativas para la salud, como un mayor riesgo de enfermedades relacionadas con el corazón y diabetes.
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Las campanas de la iglesia: encanto y tormento
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¿Una institución cultural o un incómodo estruendo? Las campanadas marcan el tiempo, convocan a la plegaria y causan irritación entre algunos vecinos, lo que ha generado disputas sobre si deben ser acalladas. Algunas iglesias han cedido ante la presión pública y redujeron el volumen o la frecuencia de los tañidos.
Durante una reciente velada de viernes, las iglesias echaron las campanas al vuelo durante un festival veraniego. Un coro cacofónico resonó durante 15 minutos a lo largo y ancho del casco antiguo de la capital helvética atrayendo a un sinnúmero de visitantes.
“Para mí no es ruido, sino música. Las campanas de las iglesias tienen tonos diferentes. Es música para mis oídos”, dice Dominik Däppen, campanero de la zona del Lago de Thun, a swissinfo.ch. Sin embargo, puede entender a los que son menos entusiastas y sugiere algunas maneras de atenuar el estrépito.
Se podría recurrir al aislamiento, como en el caso de la Catedral de Berna, o cambiar los mecanismos de los badajos, precisa.
En Alemania, “muchas torres de iglesias han sido aisladas con paneles de madera o metal que absorben el sonido”, asienta, por su parte, Matthias Walter, presidente del gremio suizo de campaneros.
Walter indica a swissinfo.ch que las campanas suizas no son necesariamente más estridentes que las de otros países de Europa, pero que la típica arquitectura de la torre en Suiza -relativamente abierta- hace parecerlo.
Otra diferencia clave está en la frecuencia.
“En Francia, las campanas repican por lo general cada hora. Mientras que en Suiza unas tañen cada 15 minutos y otras cada hora”, apunta Walter. Añade que en Italia, la frecuencia depende de la región, pero “en el norte tienden a sonar un poco más y hay torres más abiertas”.
Ley: la tradición prima
El Tribunal Federal, la más alta instancia judicial en Suiza, ha recibido cuatro quejas relacionadas con el tañido de las campanas y en todos los casos se ha pronunciado en favor de estas.
Rechazó la queja presentada por un residente de Gossau, Zúrich, contra las campanadas de la Iglesia Evangélica Reformada, con el argumento de que el mantenimiento de la tradición era una cuestión de interés público.
El denunciante trasladó su denuncia a la Corte Europea de Derechos Humanos de Estrasburgo, Francia, en 2010. El caso fue declarado inadmisible en 2013.
¿Un riesgo para la salud?
Cuatro veces por hora, 24 horas al día, es demasiado para Lärmsensible, un grupo de interés que hace campaña en pro de una Suiza más silenciosa. Lärmsensible significa “sensible al ruido” en alemán.
“El ruido de las campanas de las iglesias impide a las personas conciliar y mantener el sueño por la noche. Y eso conduce al estrés, que puede enfermar a la gente”, señala el portavoz de Lärmsensible, Samuel Büechi, a swissinfo.ch.
Así pues, ¿las campanas de la iglesia son un riesgo para la salud? Es muy posible, de acuerdo con la Oficina Federal de Medio Ambiente, que tiene una sección dedicada a la contaminación acústica.
“Hay buenas razón para creer que el ruido genera reacciones de estrés, y el estrés conduce a impedimentos de salud a largo plazo”, puntualiza Mark Brink, psicólogo y colaborador científico de la Oficina del Medio Ambiente, a swissinfo.ch. Las autoridades federales pueden regular el ruido causado por el tráfico y la industria, pero no pueden decir a las iglesias lo que deben hacer.
“No hay límites explícitos de exposición al ruido para las campanas de las iglesias en la noche. Es un conflicto que debe resolverse a nivel local. Pero de ser posible, debería evitarse el repique nocturno. Cuanto menos ruido, mejor. Esa es siempre nuestra posición”, subraya Brink.
Agrega que un buen compromiso sería que no tocaran entre las 22 horas y las 6 o las 7 de la mañana, algo que muchas iglesias han hecho. Según una encuesta publicada por el diario zuriqués ‘Tages-Anzeiger’, 15 de los 34 iglesias protestantes de Zúrich, y 16 de las 24 católicas silenciaron sus campanas por la noche.
A guisa de ejemplo, en el barrio de Höngg (Zúrich), la Iglesia Evangélica Reformada, previo acuerdo de los feligreses y luego de las quejas de algunos vecinos, suprimió los tañidos nocturnos. La parroquia católica local había hecho lo propio tiempo antes.
“Estoy muy convencido de que la tradición de hacer sonar las campanas de la iglesia - por lo menos en la noche – terminará en cinco a diez años”, asegura Brink, quien, por cierto, siempre ha vivido en lugares donde podía oír las campanas durante la noche. “Las parroquias piensan que es políticamente más sabio hacerlo voluntariamente que esperar a que la gente se queje”.
¡Ding-dong!
Pero si a la gente le molesta el sonido de las campanas de la iglesia, ¿por qué elige vivir cerca de ellas?
“No hay suficiente espacio de vida tranquilo y asequible”, según explica Büechi. “Es muy difícil encontrar un apartamento tranquilo, especialmente si no se tiene auto y no se quiere vivir lejos del centro de la ciudad”.
Muchas personas ni siquiera piensan en los campanarios cuando buscan un apartamento, opina Walter. Después de mudarse, les sorprenden las campanas resonando en la noche.
En su opinión, hay dos reacciones típicas: “Algunos dicen: ‘¡Oh, Dios. Esto me despierta, pero voy a ver cómo va!’ … y al cabo de un par de semanas se acostumbran y ya no les molesta”.
Otros, sin embargo, deciden que es mejor hacer algo de inmediato, lo que a menudo incluye discusiones desagradables e incluso acciones legales.
“Entonces, por supuesto, el sonido molesta a la persona cada vez que lo escucha, porque le recuerda el proceso legal”, apunta Walter.
Sin embargo, Brink destaca la importancia de tener presente que para un buen número de personas, las campanas de la iglesia tienen un efecto psicológico positivo.
“Se sienten mejor, se sienten como en casa, sienten que de alguna manera, Dios vela por ellos, por lo que hay un significado psicológico para esas personas. Y eso hace que sea un poco diferente a otros tipos de ruido”.
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