En la vanguardia de la investigación del cáncer
Domiciliada sobre todo en la región de Lausana, la investigación suiza contra el cáncer figura actualmente entre las mejores del mundo.
Suiza alberga además -en la zona de Basilea-, la sede de dos líderes mundiales en medicamentos anticáncer.
El profesor Curzio Rüegg hizo sus estudios académicos en Basilea antes de completar su formación en Zúrich y en los laboratorios de Ciba-Geigy, cuya fusión con Sandoz dio lugar al nacimiento de Novartis.
Después de cumplir etapas en la Universidad de California y en un hospital de Bellinzona, cantón Ticino, integra actualmente el equipo del Centro pluridisciplinario de oncología en el Centro Hospitalario Universitario de Vaud en Lausana.
Por tanto, hace parte de la red recientemente creada en torno a la capitál del cantón de Vaud para establecer lazos de cooperación entre institutos de investigación tales como el ISREC (con renombre mundial desde hace una veintena de años) e investigadores que al trabajar en centros clínicos tienen contacto directo con los pacientes.
Buena formación, buena gestión
«Esta cercanía entre el laboratorio y el hospital es efectivamente uno de los grandes logros de nuestra red», confirma el profesor que ve en la calidad de sus Casas superiores de estudio una de las razones de la excelencia de Suiza en la investigación sobre el cáncer.
«Contamos asimismo con una manera eficaz de gestionar la innovación tecnológica», añade Curzio Rüegg para explicar el éxito de la industria farmacéutica helvética en este ámbito.
Por eso Roche y Novartis, respectivamente números uno y tres del mundo en medicamentos anticancerígenos, saben estimular la investigación en sus filiales más pequeñas, concentradas ante todo en uno o dos productos.
Es decir que la industria no puede permitirse gastar demasiado en la investigación fundamental, y ésta queda esencialmente en el ámbito de los laboratorios universitarios. Pero sus descubrimientos, una vez publicados, benefician a todo el mundo; y la transferencia de personas de un sistema a otro adquiere el valor de moneda corriente.
Debilitar los tumores…
A falta de estadísticas sólo podemos suponer que hasta antes de la identificación formal de la enfermedad, todos los cánceres eran mortales. Hoy en día, la medicina es capaz de curar o al menos de mantener con vida a casi un paciente de cada dos.
Lo que complica muchísimo la tarea de los investigadores científicos es la multiplicidad de los tipos de cáncer. La enfermedad puede adquirir múltiples formas incluso en un solo órgano.
Con todo, hay mecanismos comunes en todos los cánceres. Un tumor se desarrolla con la ayuda de células sanas que le rodean, y especialmente de los vasos sanguíneos formados en su entorno para alimentarle.
«Tenemos la esperanza de poder cortar los alimentos a esos vasos para debilitar el tumor y finalmente matarlo», explica Curzio Rüegg. Con esta finalidad los científicos en Lausana prueban una acción combinada de dos medicamentos, el segundo de los cuales acaba de ser homologado por una firma estadounidense.
… o matarlos con anticuerpos
De manera general, se está probando la acción combinada de los métodos existentes para combatir los tumores cuyos modos de funcionamiento son cada vez mejor comprendidos. Es el caso del cáncer del cerebro, particularmente virulento, y cuyo avance podria quizás ser frenado recurriendo al empleo coordinado de la quimio y la radioterapia.
Otra pista explorada en Lausana, aunque también por numerosos laboratorios en el mundo, es incitar a que las defensas naturales del cuerpo reconozcan las células cancerígenas como cuerpos extraños y las destruyan.
En teoría, los investigadores saben cómo programar los anticuerpos de ese tipo, pero el problema es que de momento se muestran «bastante perezosos», recalca el profesor de Lausana. El método no está pues todavía listo y Curzio Rüegg no cree que lo esté hasta dentro de algunos años. Pero la esperanza está.
swissinfo, Marc-André Miserez
– Con la creación de una red entre el Instituto suizo de investigación experimental sobre el cáncer (ISREC en su sigla francesa), una rama suiza del Instituto Ludwig (también presente en otros seis países), de la Facultad de Biología y Medicina de la Universidad, del Centro Hospitalario Universitario, y de la Escuela Politécnica Federal, la región de Lausana dispone de un polo de excelencia mundial en materia de investigacíón científica del cáncer.
– Suiza es asimismo sede de los gigantes farmacéuticos Roche y Novartis, respectivamente números uno y tres en el sector de los medicamentos contra las diferentes formas de cáncer.
En Suiza, unas 85.000 viven con algún cáncer.
31.000 nuevos casos son diagnosticados cada año.
15.000 personas mueren cada año por alguna forma de cáncer.
Como en la mayor parte de los países desarrollados, el cáncer es en Suiza la segunda causa mortal, después de las afecciones cardiovasculares.
En promedio, la medicina actual es capaz de curar uno de cada dos casos de cáncer.
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