Examen lingüístico para obtener la nacionalidad
La comuna de Ostermundigen, en la periferia de Berna, la capital suiza, es la primera en todo el país en imponer un examen escrito de idioma a los extranjeros que quieren la ciudadanía.
Para unos es una medida discriminatoria, para otros, un impulso a la integración.
“Nuestra comuna cuenta con cerca de 22% de extranjeros. Con frecuencia, durante las entrevistas con los candidatos, constatamos que tienen un escaso conocimiento del alemán”, indica a swissinfo Ursula Norton, vicepresidenta del consejo municipal y encargada de la cartera de seguridad pública en Ostermundigen.
“Nuestro deseo es favorecer su integración y por ello, pensamos en comenzar por el idioma”, comenta la consejala de esta comuna de 15.325 habitantes.
Autonomía comunal
En Suiza, los extranjeros -con alguno de los permisos de estancia otorgados por la Confederación que quieren obtener la nacionalidad suiza-, deben dirigir su solicitud a las instancias de la comuna donde habitan.
El proceso de decisión para otorgar o rechazar esta petición es de carácter local.
Esto significa que las comunas como Ostermundigen tienen un gran margen de acción, al definir sus criterios para conceder la nacionalidad.
El examen que exige Ostermundigen es un cuestionario de opción múltiple para evaluar los conocimientos en alemán, que no exige un alto conocimiento de ese idioma, pero que, pese a todo, suscita críticas.
Sobre todo por el hecho de que se trata de un examen, justamente, del idioma alemán ‘puro’, y no del dialecto suizo-alemán, o ‘bernés’ que, en realidad, es la lengua coloquial entre los habitantes de la región.
En este contexto, cabe señalar que en la región de expresión germana de Suiza, se hablan diversos dialectos, parecidos entre ellos, pero que tienen diferencias significativas en comparación con la lengua de Goethe, el llamado ‘alto alemán’, que se utiliza en el lenguaje escrito y en los medios de comunicación nacionales.
Sin oportunidad de hablar alemán
Según Stefanie Grass, etnóloga especialista en cuestiones de inmigración, este tipo de exámenes escritos pueden ser, en ciertos casos, discriminatorios.
“Los inmigrantes en Suiza no hablan alemán. Y no porque no lo quieran, sino simplemente porque no tienen la oportunidad de practicarlo”, explica Grass a swissinfo.
“Con frecuencia estas personas permanecen en casa con sus hijos o efectúan trabajos de limpieza por las tardes, en oficinas que ya quedaron vacías, tras el fin de la jornada laboral”, comenta la investigadora, quien cuestiona la ocurrencia de imponer el examen para aceptar la solicitud de naturalización.
Para empezar, aquellos que tienen derecho a presentar su solicitud para obtener el pasaporte helvético, deben haber vivido 12 años en Suiza.
Entonces “la pregunta sería si estas personas tuvieron la posibilidad de asistir a cursos de idioma durante esos doce años”, analiza.
De allí la importancia de mejorar la integración de los extranjeros desde que llegan al país, señala Grass.
La consejera municipal, Ursula Norton, dice sobre el proceso de “bienvenida” a los recién llegados: “Les entregamos información escrita sobre nuestra comuna cuando llegan. Si quieren saber más, pueden dirigirse a alguno de nuestros servicios”.
Vivir en Suiza
En Ostermundigen, los candidatos a la naturalización tienen la posibilidad de asistir a cursos de alemán. Pero los deben pagar de su propio bolsillo. Con un aliciente: si los estudiantes acudieron al 80% de las lecciones, se les reembolsa la mitad de los costos.
Visitar una de esas clases es una experiencia interesante. Se observa rápidamente que, además del idioma, la cultura y el comportamiento en Suiza están incluidas en la enseñanza.
Los estudiantes aprenden con el libro intitulado: ‘La vida en Suiza’. En un dibujo impreso en sus páginas se observan dos niños, uno de ellos está sentado tranquilamente, el otro lanza unos cubos hacia el techo.
Los estudiantes de alemán comentan que el niño sentado se encuentra “tranquilo”. “Bien” asienta el maestro. En cuanto al otro niño, se oye la voz de alguien que dice “está jugando” a lo que el maestro corrige: “Un niño que lanza cubos está mal educado”.
La “explicación” provoca algunas risas de la asistencia, compuesta, sobre todo, por mujeres.
“Este examen me pone nerviosa, No sé qué me preguntarán, sobre qué me examinarán. Y el alemán es un idioma tan difícil”, explica Saibua Grädel, de Tailandia.
Las finanzas también son referencia
Su nerviosismo es, en parte, justificado. Pues en Ostermundigen, además del examen de idioma, se investiga si los solicitantes de la naturalización están libres de deudas.
“Alguien con deudas no puede obtener la nacionalidad. Si un solicitante ha pedido un crédito bancario para la compra de un automóvil o de otra cosa, verificamos si realiza sus pagos con puntualidad”, explica Norton.
La representante de la comuna bernesa reconoce que este tipo de controles a veces le incomodan; “Se trata de la imagen de Suiza. Un ciudadano helvético no tiene deudas y no comete actos ilegales, algo que naturalmente no es cierto”.
Criterios de selección
A escala federal, las autoridades admiten que puede ser problemático el hecho de que sean los responsables locales los que establezcan los criterios para la naturalización.
“Es una cuestión basada en la autonomía comunal”, puntualiza Roland Schärer, jefe de la sección de naturalizaciones de la Oficina Federal de Inmigración, Integración y Emigración, con sede en Berna.
“Los cantones son autónomos, lo que provoca tratamientos dispares. Yo preferiría un proceso único de naturalización, pero eso tomará décadas”, opina.
Y entre tanto, los candidatos a la ciudadanía suiza en Ostermundigen continuarán sus estudios para pasar el examen de alemán. Un esfuerzo positivo, sin duda, pues el dominio de una lengua se convierte en una llave importante para la integración.
Sin embargo, las voces críticas no dejan de escucharse. Temen que Ostermundigen y otras comunas intenten reducir el número de candidaturas a la nacionalidad con la introducción de este tipo de examen.
“A mí no me parece esto una visión a favor de la integración, sino más bien un nuevo criterio de selección”, concluye la etnóloga.
swissinfo, Imogen Foulkes
(Adaptación de Patricia islas)
Los criterios para obtener la nacionalidad suiza varían de acuerdo a cada comuna del país.
En Suiza existen 2815 comunas, de acuerdo a datos recientes de la Oficina Federal de Estadísticas.
En la Cd. de Berna se otorga casi automáticamente la nacionalidad a los extranjeros que la soliciten, tras 12 años de vivir dentro del país.
En otras ciudades suizas, los candidatos se presentan a diversas entrevistas para evaluar su solicitud.
Se aborda su vida en el país, su trabajo, su situación financiera y su conocimiento sobre Suiza.
En Ostermundigen, situado al lado de la Cd. de Berna, se ha instaurado un examen escrito de la lengua alemana como parte de los requisitos para obtener la nacionalidad suiza.
En Suiza, el 20% de la población es extranjera.
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