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Hablar de suicidio, una forma de combatirlo

Los puentes, sitios de riesgo para tentativas suicidas. Keystone

Suiza no tiene una estrategia nacional para disminuir su alta cuota de suicidios, la primera causa de muerte entre los hombres de 15 a 44 años de edad.

El gobierno admitió que el suicidio atañe a la salud pública, un reconocimiento esperado por los grupos dedicados a abrir el diálogo sobre el tema.

La prevención y el tratamiento de las tentativas suicidas son temas abordados por pequeñas instituciones regionales en diversos puntos de Suiza, un país con un alto nivel de suicidios: 1.400 al año, una cifra que poco ha cambiado en los últimos 15 años.

Ante este fenómeno constante en la sociedad suiza, que gusta muy poco de hablar al respecto, diversos parlamentarios solicitaron al Gobierno Federal que tomase cartas en el asunto.

Finalmente, acaba de obtener respuesta el diputado Hans Widmer a su postulado presentado el 13 de junio de 2002, pidiendo al Consejo Federal (gobierno) que dirigiera un informe al Parlamento sobre las medidas adoptadas por la Confederación para prevenir los suicidios y sobre el análisis de los esfuerzos cantonales y de particulares para evitar que continúe esta tendencia.

«Se fue de nosotros»

«Quería dar cuenta de este hecho y no solamente leer superficialmente en el periódico los anuncios que indican ‘Se fue de nosotros’ y con los que la gente no se da cuenta de cuántos suicidios hay. Quería que el tema llegara a la política de salud o a la política social», recuerda a swissinfo el también Doctor en Filosofía.

La contestación gubernamental llegó tres años después con la elaboración del estudio El suicidio y la prevención del suicidio en Suiza, informe en respuesta del postulado Widmer un documento de 40 páginas presentado por la Oficina Federal de Salud Pública.

En él se establece que «10% de los suizos comenten una o varias tentativas de suicidio a lo largo de su vida, y una persona de cada dos ha tenido pensamientos suicidas en algún momento de su vida».

Cuatro suicidios por día

El suicidio es la causa de entre 1 a 2% de los decesos registrados en Suiza.

El texto repite lo sabido: Entre 1.300 y 1.400 personas deciden cada año quitarse la vida. Esto es, aproximadamente 1000 hombres y 400 mujeres, lo que representa cuatro suicidios por día: una tasa de 19,1 por 100.000 habitantes.

Suiza se sitúa entre los países con un nivel superior al promedio general de suicidios en el mundo, detrás de Rusia, otras ex repúblicas soviéticas, Hungría, Eslovenia, Finlandia y Croacia.

Austria, Bélgica y Francia, en la misma situación

La situación de Suiza es similar a la de Austria, Bélgica y Francia y, en lo que respecta a España, ese país se encuentra muy por debajo de la Confederación, con aproximadamente la mitad de casos.

El diputado Hans Widmer también solicitó explicaciones con bases científicas sobre la elevada tasa de suicidios en Suiza.

«Casi no se dispone de conocimientos científicos que permitan explicar porqué en Suiza se registra una tasa de suicidio tan elevada con relación a sus vecinos europeos», le responde el estudio.

Entre 15.000 y 25.000 tentativas anuales

Pero las cifras oficiales dan muestra de un panorama preocupante: «Se cree que ocurren cada año en Suiza entre 15.000 y 25.000 tentativas de suicidio, de las cuales sólo unas 10.000 son registradas y tratadas por el sector médico (4.000 hombres y 6.000 mujeres).»

En comparación con otras causas de muerte, el suicidio es más frecuente que la suma de las muertes por accidentes de tránsito, el sida y las drogas, indican las estadísticas.

El diputado del Partido Socialista pidió además un estudio de posibles medidas de prevención eficaces, en colaboración con los cantones y las instituciones particulares dedicadas al tema.

Al respecto, el análisis federal dice que «debido a que los suicidios y las tentativas de suicidio no pueden ser incluidas en la noción de enfermedad en el articulo 118, segundo apartado, letra b de la Constitución, las posibilidades de actuar de la Confederación en el sector de la prevención son muy limitadas.»

A lo que el legislador opina: «Sé que es muy difícil intervenir directamente, pero incluso para poder estudiar posibles medidas, por lo menos, hace falta conocer el hecho de manera oficial.»

«No es un problema individual»

La tarea queda en el ámbito cantonal aunque «la Confederación puede, en el marco del Diálogo de Política Nacional de la Salud, participar en proyectos de prevención del suicidio surgidos en los cantones o sugerir proyectos comunes», agrega la respuesta gubernamental; y los más importante, reconoce que «no es un problema individual, sino una temática de salud pública que apela la implicación de la sociedad en conjunto».

«Esto quiere decir que el gobierno se ha dado cuenta de que hay que hacer algo. Espero que después sigan hechos», comenta al respecto Widmer quien, aparte de sus obligaciones como parlamentario es profesor de Religión, Filosofía y Español en Lucerna, y en su desempeño ha vivido de cerca el fenómeno del suicidio juvenil.

«Siempre he pensado, como filósofo que soy, que cada uno tiene la libertad de quitarse la vida. (…) Pero he estado cerca de jóvenes cuyos casos no atañen a una libertad sino a una enfermedad psicológica, a una depresión enorme. Eso es lo que me preocupa, los jóvenes que tienen la vida por delante, que tienen las fuerzas biológicas y psicológicas y mucha alegría de vida y ¡cómo es que se quitan la vida!»

Lo que queda claro con la nueva posición del gobierno es que por fin se reconoce al suicidio como un problema de salud pública «y no sólo como una cuestión de decisión personal, como dicen los filósofos clásicos».

«El estrés en las escuelas hace lo suyo»

¿Por qué cree que Suiza tiene tan alta tasa de suicidios?, preguntamos a Widmer, en su papel de filósofo:

«No me gustaría criticar a Suiza como uno de dentro, pero yo que vivo un poco con un ojo hacía España, hacia la cultura iberoamericana, veo que aquí se toma todo muy en serio. El factor de la ironía juega un papel menos importante que en España.

«En la vida pública, en las conversaciones, hay una tendencia -y esto no lo quisiera decir, pero lo digo- como una ‘depresión prealpina latente’. Tomarlo todo en serio está bien, pero no demasiado en serio. Por ejemplo, repetir un curso, o reñir con los padres, resulta tan trágico; y después, el estrés en las escuelas hace lo suyo.»

El parlamentario y docente insiste en que el tema debe dejar de ser un tabú. «La tentativa de suicidio es algo que le puede suceder a cualquiera una vez en la vida. No hay que reprimir este hecho.»

«Creo que el gobierno ha abierto una brecha; pero los que la tienen que trabajar son los padres, después los profesores, los que forman a los profesores y después se hace un clima más favorable a la prevención», concluyó.

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swissinfo, Patricia Islas Züttel

En el año 2000 en Suiza:
1.378 muertes por suicidio
604 muertes por accidentes de tránsito
205 por consumo de drogas

El suicidio es la causa de muerte más frecuente entre los hombres de 14 a 44 años.

Por cada suicido, hay que contar con 10 a 15 tentativas.

Entre 15.000 y 25.000 personas cometen una tentativa de suicidio al año.

En el mundo:

Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 815.000 personas en el mundo perdieron la vida a causa del suicidio en el año 2000.

Esto corresponde a una tasa de suicidios de 14,5 por 100.000 personas.

Un suicidio ocurre cada 40 segundos.

Países como Australia, Finlandia, Gran Bretaña, Canadá o Suecia cuentan con un programa de prevención nacional.

En Europa:

En la otrora Europa de los Quince hubo un alto nivel de casos entre 1980 y 1985 con una tasa de 16,1 por 100.000 habitantes, que descendió diez años después a 14,1.

Entre tanto, la tasa de suicidios aumentó en numerosos países del Este y en Irlanda. Por ejemplo, en Rusia se constata un aumento de 55% de suicidios entre jóvenes en ese mismo periodo.

En Suiza:

Entre los jóvenes de 15 a 20 años, el suicidio es la segunda causa de muerte, mientras que entre aquellos de 20 a 24, es la primera, antes que los accidentes de tráfico.

Las tasas de suicidio reflejan las variaciones de la coyuntura a corto, mediano y largo plazo.

En los cantones de confesión protestante hay una tasa de suicidios más elevada que en los cantones católicos. En Basilea y Berna es de 25/100.000. En el Tesino y los cantones de la Suiza Central (Uri, Schwyz, Zug, Glaris) es de 15/100.000.

Entre más urbana sea una región, la tasa de suicidio es más alta.

Suiza no dispone de un programa nacional de prevención del suicidio.

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